La cuesta de Zabalbide se queda pequeña para las goitibeheras
No son las World Series, que algunos nos vendieron en 2005 como lo más de lo más para incluir al Botxo en el circuito de carreras, pero las goitibeheras, algo muy del país, tienen su público. Cientos de personas se reunieron a la mañana en la cuesta de Zabalbide para disfrutar de una bajada con mucha velocidad, aunque hubo pilotos a los que les pareció «corta».
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El cambio de fecha, del segundo fin de semana festivo al primero, no cogió de improviso a los amantes de la bajada de goitibeheras que organiza Bilboko Konpartsak, salvo a algún gaupasero al que sorprendió el gran número de personas que se dieron cita en el entorno de San Anton. Cientos de bilbainos y forasteros presenciaron durante más de dos horas el descenso vertiginoso de distintos vehículos que, desafiando la pronunciada pendiente de la cuesta de Zabalbide, trataron de puntuar para la Euskal Liga de deportes de inercia, que arrancó el 4 de febrero en Idiazabal y finalizará el 30 de setiembre en Eskoriatza.
El equipo Trokan Behera, formado por los pilotos Ibai Zumalakarregi e Ibai Ajuriagoikoa, se impuso en la categoría de neumática en el IV Open Aste Nagusia mientras en la individual lo hizo Félix Delgado. En ligeras quedó en primer lugar Julen González mientras en driff trike el primer puesto fue para Aitor Zabaleta. En cuanto a las goitibeheras de rodamiento, los pilotos Amets y Mikel Campo, de Amets Racing, ganaron y entre los pilotos populares, el primero de la clasificación fue Unax Sala.
Del total de 42 participantes, tan solo una goitibehera neumática se vio obligada a abandonar. Antes, los jueces de la Euskal Liga verificaron que los vehículos cumplían con los requisitos técnicos y administrativos correspondientes. Hubo una pequeña demora al tener las barredoras que volver a limpiar parte del recorrido, especialmente en el tramo final al haberse desprendido parte de la paja de los fardos que sirvieron de protección del circuito, lo que generaba un peligro adicional a los pilotos.
Poco tienen que ver las primitivas goitibeheras construidas con maderas, cuatro clavos y rodamientos con muchos de los vehículos que ayer se pudieron ver en Zabalbide, «auténticos bólidos». La prueba, por cierto, pudo ser seguida en directo a través del portal fotomotor.es, lo que muestra cómo han avanzado este tipo de competiciones que tienen su público en Euskal Herria y en otros lugares como Cantabria o Asturias.
Tras la primera ronda de entrenamientos, se llevaron a cabo las dos mangas oficiales que depararon la clasificación antes citada. Entre una y otra manga, mientras los pilotos aguardaban que fueran remontados por los vehículos auxiliares hasta la zona de Garamendi, junto al colegio Ángeles Custodios, fueron muchas las personas las que se acercaron para ver cómo eran los artilugios con los que estos «locos» de la velocidad descendían por una de las cuestas más populares del Botxo.
Con una exquisita organización, a cargo de la Euskal Liga apoyada por Bilboko Konpartsak, Policía Municipal y Cruz Roja, el público pudo disfrutar de bonitos descensos, no exentos de pequeños accidentes y algún que otro «susto», que no fue a más gracias a la destreza de los pilotos.
Uno de ellos fue el cántabro Francisco Martínez, de 17 años, que compitió en la categoría de ligeros, obteniendo el cuarto puesto en su categoría mientras su hermana Zulema, que ha comenzado este año a participar en estas pruebas, se quedó en la decimoprimera posición. El joven, que explicó a GARA que es su segunda temporada de competición, comentó que la mayor dificultad en el recorrido de 500 metros la había encontrado en la última curva, en la confluencia de Zabalbide con Solokoetxe, «un poco técnica, que te obliga a abrirte».
«Corta» para muchos
Martínez comentó que el único «inconveniente» que había encontrado al IV Open Aste Nagusia, era lo «corto» que se le había hecho el recorrido del circuito. De la misma opinión eran los encartados Javier San Ginés y Cristian Rodríguez, que obtuvieron el séptimo puesto en la categoría de goitibeheras neumáticas. De las trece pruebas del campeonato, el de Sodupe y su compañero de Otxaran participarán en cinco, según avanzaron. San Ginés, que lleva nueve años compitiendo en deportes de inercia, también fijó su atención en la última curva, donde encontraron la mayor dificultad a la hora de maniobrar con su máquina.
«Fácil» le estaba pareciendo la prueba a Pablo Mambrilla. Este bilbaino de 11 años se ha estrenado esta temporada en la competición de goitibeheras tomando parte antes de en Bilbo en los descensos organizados en Urduliz, Lutxana y La Arboleda. A la espera de ser remolcado para iniciar la primera manga oficial, el chaval recibía todo concentrado algún que otro «consejo técnico» de un familiar. «Dile a tu aita que te empuje al comenzar la bajada», señalaba su tío.