Frente al intento de apropiación del sistema, radicalización del feminismo
Mujeres de los colectivos Euskal Herriko Mundu Martxa (EMM), Lanbroa, Feministalde, la Asamblea de Mujeres de Bizkaia (AMB), EginDezagunTopa, PAF! Baiona, EH Bilgune Feminista y Amuge han debatido las estrategias futuras para encauzar uno de los principales objetivos de estas Jornadas Feministas: construir una agenda feminista en común.
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Después de hacer un diagnóstico sobre la situación actual del Movimiento Feminista partiendo de las conclusiones extraídas de un proceso de participación de los grupos feministas de los pueblos de Euskal Herria, las ponentes han trasladado sus propias propuestas y reflexiones sobre el presente y futuro del movimiento, reflexiones que han sido el reflejo de lo que se ha vivido en estas intensas Jornadas Feministas.
La AMB ha advertido: «Estas jornadas parecen organizadas por la urgencia de saber qué está pasando. Vemos que los entes políticos y culturales quieren apropiarse del movimiento, entonces, ¿qué va a pasar? Va a haber una estandarización del feminismo. Su potencial revulsivo va a ser neutralizado, se construirá un repertorio de gestos feministas que dará una sensación de feminismo sin comprometer el contenido, elementos puramente discursivos. Porque la mujer no va a suponer ninguna amenaza, porque crearán una feminista estándar».
Una deriva que preocupa al movimiento en general, también a las mujeres jóvenes de EginDezagunTopa. «Las multinacionales mercantilizan el mensaje feminista. Y las instituciones, también. El capitalismo está haciendo muy bien su trabajo, por ello es tan importante movilizar a las nuevas generaciones para que no vistamos un discurso feminista maquillado», han manifestado.
La propuesta de Feministalde para combatir la apropiación del feminismo por parte del sistema ha sido «trabajar la interseccionalidad, el feminismo para el 99%» y, para ello, considera necesario «replantear las estrategias y alianzas para enfrentar el contraataque neoliberal».
Itziar Gandarias, de EMM, ha defendido la misma idea: «Tenemos que defender el feminismo anticapitalista, antirracista y anticolonial. Tenemos que ir a la raíz y no tener miedo».
Amaia Zufia, de Bilgune Feminista, ha hablado sobre los sujetos «poliédricos» y la gestión de la diversidad, y ha vuelto a poner sobre la mesa el cuestionamiento de los privilegios. «Estamos acostumbradas a ser oprimidas, pero cómo nos cuesta ser interpeladas y a darnos cuenta de nuestros privilegios».
«Viene una nueva ofensiva patriarcal, el sistema se está reorganizando. Entonces, habrá dos tipos de feminismo: el afable, el aceptable y centrado en el 'yo', despolitizado. En el otro lado estaremos nosotras».
Desde PAF! Baiona han repasado la genealogía feminista de Ipar Euskal Herria, que aunque desde los 70 el Movimiento Feminista esá articulado, advierten que hubo una «ruptura» y lamentan que los 8M solamente consiguen reunir a 200 personas. Aún así, «esperamos dar el golpe nosotras el próximo 8M».
¿Cómo?
Ante la pregunta de cómo enfrentar desde el feminismo los futuros retos, Lanbroa a apostado por seguir construyendo el «sujeto mujer», y ha abogado por abolir la prostitución y la pornografía, debate que ha estado muy presente estos días, aunque se ha ganado unos pocos aplausos del público.
Por lo demás, las ponentes han insistido en tejer redes entre feministas para mantener la esencia radical del feminismo, la que quiere subvertir el sistema de raíz. Y mirar hacia dentro, también. Gandarias a llamado a aceptar las contradicciones y trabajarlas. Ha apuntado, igualmente, que diversidad y conflicto van de la mano, «aunque siempre nos la pinten bonita», y requiere el desarrollo del feminismo interseccional y el eterno cuesionamiento de los privilegios.
Feminismo romaní
Sin duda, Tamara Clavería, la representante de Amuge, la asociación de mujeres gitanas de la CAV, se ha ganado al público de Landako. «Es necesario incorporar en la lucha feminista la lucha anirracista en todos sus planteamientos. Esta lucha antirracista, además, debe poner especial atención en el antigitanismo. Porque llevamos aquí 600 años y seguimos siendo las eternas invisibilizadas, somos la peor etnia reconocida socialmente», ha dicho.
Clavería ha denunciado, asimismo, al «sistema» que, a través de la representación interesada que ha extendido sobre el pueblo gitano, ha «deshumanizado» al mismo. «¿Qué significa integrarse? –ha preguntado–. ¡Diluirse! Somos las eternas sospechosas y el discurso colonial nos presenta [a las mujeres gitanas] como víctimas de nuestro propio pueblo. Pero las mujeres gitanas tenemos nuestra propia lucha, somos diversas, no somos la gitana que os presentan».
Y ha interpelado al Movimiento Feminista de Euskal Herria: «A pesar del esfuerzo interseccional, todavía la lucha racista es secundaria, a nosotras ambos sisemas nos oprimen de la misma manera. Lo único que nos queda es resistir, resistir creando alianzas sólidas. Hermanas, estamos juntas en la lucha».