Saski Baskonia rescinde el contrato de Velimir Perasovic
Después de la derrota del jueves por 55-77 ante el Real Madrid, y después de caer por una media de 27,5 puntos en las cinco últimas derrotas, Velimir Perasovic cierra su tercera etapa al frente del banquillo de Kirolbet Baskonia. Mientras el club gasteiztarra busca un sustituto, el segundo de Perasovic, Josep María Berrocal, dirigirá la nave baskonista en el duelo del domingo ante San Pablo Burgos.
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Definitivamente, no hay manera de que Velimir Perasovic salga del seno de Saski Baskonia si no es por la puerta falsa. Después de la derrota por 55-77 en el partido de Euroliga del jueves ante el Real Madrid en un repleto Buesa Arena, el preparador de Split ha visto rescindido su contrato del club gasteiztarra. Perasovic llegaba en noviembre del año pasado en sustitución de Pedro Martínez, pero apenas si ha alcanzado 13 meses al frente de la nave baskonista, con unos resultados más bien discretos: aceptables cuartos de final de los playoffs de la Euroliga 2018/19, inaceptables eliminaciones en cuartos de final de la Copa y la Liga ACB de la misma temporada, y un inicio de curso 2019/2020 con muchas más sombras que luces. Por solo añadir un dato, la diferencia media de las cinco últimas derrotas del Baskonia ha sido de 27,5 puntos. Todo ello en el contexto de un juego lastrado por las graves lesiones de Granger y Garino, así como la incapacidad de integrar a fichajes como Nik Stauskas o Micheal Eric a la dinámica del equipo, y con una grada del Buesa Arena cada vez más impaciente, que ha terminado por expresar su descontento en forma de silbidos, como se pudo ver al final del duelo frente al Real Madrid. Casi se puede dar las gracias que esta destitución no haya coincidido con el homenaje tributado a Igor Rakocevic y Sergi Vidal; menos da una piedra.
Y es que en esta ocasión, con todo, el club gasteiztarra ha tenido delicadeza a la hora de dar por concluida su relación con Velimir Perasovic, cosa que es de agradecer. Más allá de la fórmula habitual de «agradecer al técnico croata su labor durante su etapa en el club» y desearle «la mejor de las suertes en su futuro en el terreno profesional y personal», ha ofrecido un pequeño hueco al ya extécnico del Baskonia para poder despedirse con cierta serenidad. Así, Perasovic, según la nota del club gasteiztarra, ha querido también mostrar su «agradecimiento al club por la oportunidad que me ha dado para poder trabajar en un lugar que siempre será muy especial para mí. Por supuesto, al público que nos ha apoyado siempre, cuando las cosas han ido bien pero también cuando más lo hemos necesitado. Entiendo que el equipo necesita un cambio y deseo de corazón mucha suerte y que todo vaya bien». Nunca está de más guardar las formas, y más con un técnico con el que se ganó la Copa de 2006, se alcanzó la final de la Liga ACB de 2006 y las Final Four de Praga 2006 y Berlín 2016, hechos tan objetivos como los últimos malos resultados y peores sensaciones que han supuesto su destitución.
Así las cosas, Perasovic es historia y el club gasteiztarra busca un sustituto que sea algo más que alguien que ponga la cara y dé las ruedas de prensa. La temporada es bien larga y los objetivos de Kirolbet Baskonia, a pesar de todo, son ambiciosos y siguen vigentes. Clasificarse para la Copa de Málaga está al alcance, por no hablar de que queda una vuelta entera de Liga Regular para asegurar la presencia entre los ocho primeros y garantizar un sitio en los playoffs de cuartos de final tanto de la Liga ACB como de la Euroliga. Nombres como Xavi Pascual, Luca Banchi, o quién sabe si un viejo conocido como Neven Spahija volverán a sonar... una rumorología que desvelará en próximas fechas el propio Baskonia. Por lo pronto, será Josep María Berrocal, ayudante de Perasovic hasta su destitución, quien lleve la responsabilidad del banquillo en el partido que Kirolbet Baskonia disputará este domingo a las 20.00 en Zurbano frente a San Pablo Burgos.
Con todo, la misión del nuevo técnico no será solo ocupar un banquillo que tiene aires de silla eléctrica desde hace casi una década, sino hacer volver a conjuntar un equipo que sea digno de llamarse así. Ello implicaría recuperar el juego colectivo –el conjunto solo repartió cuatro asistencias frente al Real Madrid; «así es imposible competir», reconocía el propio Perasovic tras el partido– tan centrado en el uno contra uno en los últimos partidos; integrar las potencialidades de Nik Stauskas –solo siete minutos de juego el jueves, castigado con un «banquillazo» en la segunda mitad por mostrar demasiado airado su frustración– y Micheal Eric –sus fallos debajo de canasta ante el Real Madrid desesperaron a la afición, por no hablar del 6 de 24 en tiros libres que viene firmando en Europa–; recuperar la mejor versión de Vildoza o Janning; descargar del peso de toda responsabilidad del juego a Tornike Shengelia; hacer crecer a Youssoupha Fall, Sergi García y Miguel González, y de paso gestionar la esperada llegada de un alero.
Si bien el «ilusionómetro» es un aparato que no existe todavía, la labor del nuevo técnico será, en resumen, devolver la competitividad al equipo y la ilusión a una afición que necesita, quizá no volver a creer en el manido y gastado lema del «Carácter Baskonia», pero sí que pueda ver que su equipo posee una competitividad y una capacidad de lucha que en las últimas fechas directamente ni ha existido.