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Apagón final de Ladis Galarza para apretar todavía más la clasificación de la liguilla del Parejas

Ezkurdia y Martija se han impuesto 22-18 a Elezkano II y Galarza tras remontar un partido en el que perdían 9-15 y 10-16. El zaguero de Baraibar ha firmado un tramo final pésimo, perdiendo media docena de pelotas muy claras.

Ladis Galarza se ha venido abajo al final (Jagoba MANTEROLA / FOKU)

Joseba Ezkurdia y Julen Martija han logrado su quinta victoria de la liguilla del Parejas tras batir por 22-18 a Danel Elezkano y Ladis Galarza, a los que alcanzan en la parte alta de la clasificación.

Los colorados han firmado una remontada considerable, ya que perdían 9-15 y 10-16 hasta que el encuentro ha empezado a cambiar de cara. Y en ese cambio la clave ha estado en el inesperado apagón que ha sufrido Ladis Galarza.

El de Baraibar, que hasta el ecuador del choque ha jugado un gran partido, dominando a Martija y creando muchas opciones de remate a su delantero, se ha venido abajo y ha perdido media docena de pelotas muy claras en el tramo final, una recta en la que los colorados se han ido directamente del 17-18 al 22-18 final con cinco tantos consecutivos.

Elezkano, en forma

Danel Elezkano ha entrado en el Parejas como sustituto de Jokin Altuna, y el de Zaratamo ha demostrado que está con juego. En la primera mitad de partido Galarza ha dominado el peloteo, y el vizcaino lo ha aprovechado para terminar tantos de todos los colores.

Buen ejemplo ha sido su volea al ancho para firmar el primer tanto del duelo, pero también son destacables el 7-10, terminado en el txoko tras la numantina defensa de los colorados, o los tres remates consecutivos firmados para llegar al citado 10-16.

Pero a partir de ahí los azules solo han hecho dos tantos, mientras que los colorados han firmado doce. Martija ha empezado a gozar mucho más la pelota, ahí ha comenzado el calvario de Ladis, y Ezkurdia no ha desaprovechado la ocasión para finiquitar el partido lo más rápido posible.

De hecho, al final del encuentro, el de Arbizu ha reconocido que ha pasado dos noches malas con fiebre y que ha decidido jugar porque hoy por la mañana se ha encontrado mejor.