Los «ocho magníficos» del Baskonia asaltan la cancha del Real Madrid (94-95)

Ejerzamos de Pepito Grillo antes de empezar. Esta vioctoria de Kirolbet Baskonia en la cancha del Real Madrid va a ser contraproducente en el apartado físico. Jugar con solo ocho jugadores, prescindiendo de Diop y Sergi García, con Janning ejerciendo de segundo base y Shengelia aguantando los 40 minutos sobre el parqué –y siendo decisivo–, como sea una decisión permanente –y conociendo al montenegrino, ya pueden espabilar los que no han jugado en Madrid, aunque es de suponer que Vildoza jugará cuando se recupere– pasará factura. Y cuando la factura llegue, de nada valdrán los gritos de Ivanovic, ni la indudable seriedad que el técnico montenegrino ha impuesto, ni nada de nada servirá. Nada ni nadie quita el mérito del del triunfo baskonista en la cancha del Real Madrid, pero lo que ha servido para asaltar el WIZink Center no puede ser norma.

Y ahora, el partido. Cierto es que el propio Real Madrid ha echado de menos a los ausentes Randolph y Rudy Fernández, pero Pablo Laso ha usado diez elementos y ha contado con unos espectaculares Campazzo –autor de 27 puntos– y Sergi Llull –cuyas «mandarinas» han mantenido vivo al Real Madrid hasta los instantes finales–. Con eso, más el gran partido de Deck, el Real Madrid tiene más que suficiente para ganar y, de hecho, el 32-18 con el que ha terminado el primer cuarto vaticinaba una paliza sonrojante. Y, desde luego, nadie hubiera imaginado lo que ha sucedido después.

Por ejemplo, el parcial de 6-21 con el que ha replicado el Baskonia. Pierria Henry, incluso después de padecer un amago de lesión muscular, ha pasado por encima de todos sus pares, erigiéndose en líder del juego exterior gasteiztarra, al tiempo que Youssoupha Fall ha empezado su exhibición por encima incluso de Walter Tavares, continuación de la demostración que ofreció ante el CSKA de Moscú. Henry ha sido un vendaval anotador en un segundo cuarto absolutamente increíble. Per además, un subalterno como Polonara, jugando de alero alto a tiempo completo, ha dado un tremendo paso adelante, dándole al Baskonia su primera ventaja con un tremebundo mate, un 38-39 con el que se ha alcanzado el descanso. Después de un arranque tan horrendo, no ha podido haber una mejor reacción.

Carácter reactivo

Se volverá a subrayar el regreso del «Carácter Baskonia»; por el bien de su propia salud mental, más le vale a la entidad gasteiztarra pasar página y buscarse otro identificativo. Sea como fuere, la capacidad de reacción  mostrada por los jugadores gasteiztarras ha sido espectacular. Quizá esa resiliencia sea la mayor aportación de Dusko Ivanovic desde su Tercera Venida.

Tornike Shengelia solo llevaba tres puntos al descanso y ha terminado con 16, siendo su tercer acto esencial para mantener por delante al Baskonia en el tercer asalto. A pesar de los triples de Campazzo o las genialidades de Llull, incluso por encima del amago de lesión de Pierria Henry, el ala-pívot georgiano ha dado un paso adelante para, definitivamente, elevar la candidatura baskonista para llevarse el partido de una cancha madridista que no conocía una victoria visitantes desde el pasado mes de marzo.

Con 60-63, el partido ha llegado en un puño al último cuarto. Pero no era suficiente, porque con solo ocho elementos, ha tenido que buscar otras soluciones. Y esas soluciones han llegado de la manera más increíble. No hay mejor ejemplo que el final de partido de Nik Stauskas, que ha protagonizado un tremendo final después de ganarse una bronca monumental de Dusko Ivanovic en un tiempo muerto. Con todo, anteriormente, Kirolbet Baskonia ha remontado un 78-70 adverso hasta irse 84-89, con el duelo ya en la recta final.

Pero el Real Madrid sigue siendo el Real Madrid, y un heroico Sergi Llull ha empatado el partido a 91, ya dentro del último minuto. Para más inri, Pierria Henry y Youssoupha Fall ya estaban fuera del partido por culpa de las personales. Y en estas ha asomado un Tornike Shengelia, jugando de pívot puro, autor de los cuatro últimos puntos del Baskonia: un matazo tremendo superando en movilidad y velocidad a Tavares, y dos tiros libres. Llull ha apretado el marcador anotando el 94-95 a la postre definitivo.

Shengelia ha errado sus dos últimos tiros libres, pero solo quedaban cuatro segundos, y ni siquiera Llull ha podido voltear el partido con un tiro imposible. Los «ocho magníficos» de Dusko Ivanovic merecían esta victoria. Pero jugando solo con ocho, esto no va a durar.

Dusko Ivanovic: «Ahora sí reconozco el equipo»

Y ha vuelto la cantinela del carácter. «Estaba desorientado cuando no veía ese carácter al equipo en los dos primeros partidos; ese carácter por el cual nunca se rendía. Ahora sí reconozco al equipo y estoy orientado», ha sentenciado Dusko Ivanovic.

«Queríamos un partido cerrado contra el Real Madrid y demostrar que estamos mejor. Al final, excepto el comienzo del partido, donde hemos jugado sin agresividad, ni paciencia ni sin saber qué hacer, el resto hemos jugado como un equipo serio», ha añadido el de Bijelo Polje, que por otro lado, ha vuelto a ponerle el freno a cualquier manifestación de euforia.

Ha querido señalar la figura de Pierria Henry, «porque está comprendiendo cómo ser un líder en ataque y en defensa. Está jugando como un verdadero base y además ha tenido un buen porcentaje de tiro. Está en el buen camino para ser un jugador importante», ha sentenciado.