Kirolbet Baskonia sobrevive a la agonía de Fuenlabrada (92-98)

No hay manera de que Kirolbet Baskonia mantenga un mínimo de continuidad. Ha ganado en la cancha del Fuenlabrada, pero no siempre caerá cara la moneda. Pese a los 32 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 44 de valoración de Tornike Shengelia, los 19 puntos de Matt Janning y de conseguir voltear 13 tantos de desventaja, el triunfo en doble prórroga de los gasteiztarras ha tenido más de suerte que de buen hacer. Y la suerte ha tenido que cer con la lesión de Jerome Randle, diminuto base del cuadro fuenlabreño que ha debutado en la Liga ACB, y que ha dominado el partido hasta lesinarse de manera fortuita la rodilla derecha. De no haberse lesionado, difícilmente hubiera remontado el cuadro gasteiztarra.

Pero es que el Baskonia ha estado ganando 24-37 en el inicio del segundo cuarto, fruto de un arranque modélico ante un rival en puesto de descenso. ¿Cómo ha podido complicarse tanto la vida? Pues porque ha entrado Randle, y de su mano, el cuadro local se ha rebelado ante su rival, con un parcial de 17-2, llegando al descando con un 45-42 favorable y las tornas cambiadas de cara a la segunda mitad.

Y así se ha vivido el tercer asalto, con Randle, hasta su lesión, llevando por la calle de la amargura al Baskonia, con un Tomás Bellas jugando con facilidad y unos Mockevicius y Eighiator capaces de sacar de quicio a Youssoupha Fall y Micheal Eric. El final del tercer cuarto, con 72-60, no ha dado a entender lo que ha pasado después.

Pero para entonces, Randle ya se ha caído del partido y los madrileños se han ido gripando. Por momentos han asomado Eyenga, Marc García o Karvel Anderson, pero las dudas se han cernido cada vez más, sobre todo gracias al concurso defensivo de Ilimane Diop y al recuperado tiro exterior de Matt Janning. Pero en todo caso, sin Shengelia, la remontada gasteiztarra tampoco se hubiera podido dar. El gerogiano ha anotado el empate a 84 a falta de 18 segundos para acabar el partido, y los de Paco García han cedido el último balón a los gasteiztarras, aunque estos no lo han aprovechado.

Las prórrogas, por su parte, han sido una lotería, una guerra de nervios en la que la defensa baskonista ha ido ahogando a los madrileños, aunque hasta la entrada de Pierria Henry tampoco ha habido clarividencia ofensiva por el bando gasteiztarra. Así las cosas, después de alcanzar el segundo tiempo extra con empate a 88, el base de Virginia ha conseguido contactar con shengelia, y de la mano del georgiano el partido ha empezado a inclinarse, por fin, para los de Ivanovic. El Fuenlabrada se ha ido ofuscando en base a una toma de decisiones cada vez más precipitada y peor, y esa ha sido la diferencia para que, en medio de la agonía, Kirolbet Baskonia haya sobrevivido. «Mis jugadores esta vez sí que han enseñado el carácter que yo pretendo que tengan», se ha congratulado, a pesar de todo, Dusko Ivanovic tras el final del partido.