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Familias de Mendigorria llevan al Parlamento su dura lucha por una línea de modelo D

Representantes de los padres y madres que reclaman la apertura de una línea de modelo D en la escuela pública de la localidad han expuesto a los grupos parlamentarios sus reivindicaciones. Todos han dicho comprender su preocupación, pero solo Geroa Bai y EH Bildu les han transmitido un apoyo claro. 

Representantes de madres y padres de Mendigorria, en la comisión de Educación del Parlamento navarro. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Voluntad política. Es lo único que han pedido las familias de Mendigorria para encauzar una situación que les ha dejado en un «limbo» por el simple hecho de querer que sus hijos e hijas puedan estudiar en el modelo D en el colegio público Julián María Espinal Olcoz de la localidad.

Como han venido exponiendo en todas sus declaraciones públicas, viven una situación complicada, que además se prolonga en el tiempo, debido a que decidieron prematricular a sus hijos e hijas en el centro de su localidad. El actual mapa escolar establece que su centro de referencia es el de Gares y, precisamente, a eso se aferra el Departamento de Educación para evitar abrir una línea de modelo D en Mendigorria. 

Por activa y por pasiva, con un amplio repaso a la normativa correspondiente incluido, las familias han explicado que ya la actual legislación les ampara, al encontrarse Mendigorria en la zona mixta y no ser necesaria una ratio mínima para la apertura de líneas. 

Han criticado especialmente que se les quiera obligar a realizar el trámite de matriculación en Gares – incluso amenazándoles de que, en caso contrario, pueden perder la subvención que les correspondería por transporte y comedor–, ya que de esa manera, se desdibuja la situación que se vive en Mendigorria, donde una parte importante de los alumnos tiene que irse fuera para poder estudiar en euskara.

En los próximos dos cursos, concretamente, será la mitad de los niños y niñas de la localidad quienes optan por el euskara. Por ello, han remarcado la importancia que tiene el modelo D a la hora de garantizar la supervivencia de los colegios pequeños, algo que también influye en la cohesión territorial y en otros ámbitos más allá del puro aspecto educativo.

«Insulto a la inteligencia» 

En el turno de intervenciones, María Solana, en nombre de Geroa Bai, quien además encabezó el área de Educación en la anterior legislatura, ha trasladado el total apoyo de su partido a las reivindicaciones de las familias y ha reprochado que el Departamento que dirige ahora Carlos Gimeno (PSN) emplee como argumento la cuestión de la ratio mínima, cuando no procede. 

«No hay argumentos técnicos ni jurídicos», ha destacado Solana, que incluso ha calificado como «insulto a la inteligencia» el hecho de intentar justificar la negativa a abrir la línea de euskara. «Hay que ir a la norma y leerla. Nada más», ha subrayado desde el inicio de su intervención. 

Por EH Bildu, Bakartxo Ruiz ha remarcado que la actitud del Departamento de Educación no está justificada y ha criticado especialmente que se amenace a las familias con negarles la subvención de comedor y transporte. Ha rechazado, además, que se intente ocultar cuáles y cuántas son las solicitudes para estudiar en euskara en cada localidad, algo que ha calificado de «irresponsable», ya que hacerlo ayudaría a la hora de adoptar decisiones. 

Pedro González, de Navarra Suma, ha dicho también compartir la preocupación de las familias, pero ha afirmado que corresponde al Departamento interpretar la legislación para tomar las decisiones. 

Jorge Aguirre (PSN), al igual que el resto, también ha asegurado que comparte la «preocupación» y el «interés» de las familias, pero ha defendido que el Gobierno garantiza el derecho a estudiar en euskara de toda la población navarra. 

En ese sentido, ha apuntado que el centro de referencia para Mendigorria es de Gares y ha reprochado a las propias familias que hayan decidido hacer la prematrícula en su localidad, ya que, ha añadido, es eso lo que pone en riesgo las citadas subvenciones. 

Ha afirmado que, en cualquier caso, ya no hay tiempo para encauzar la situación de cara al próximo curso educativo, algo que las familias, en el turno de réplica han negado rotundamente. «Aún estamos a tiempo de rectificar. Lo único que hace falta es voluntad política», han incidido.