INFO

China revela que España ha comprado test a una empresa sin licencia... y son defectuosos

La Embajada de China en el Estado español ha afirmado este jueves que la empresa Shenzhen Bioeasy Biotechnology, a la que según algunos medios el Ministerio de Sanidad ha comprado tests rápidos para detectar el coronavirus, «no ha conseguido todavía la licencia oficial». Según el coordinador de emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, los tests defectuosos son en torno a 9.000.

Una profesional sanitaria realiza el test a un agente de policia en Madrid. (Rafa ALBARRÁN / AFP)

La Embajada de China en España ha afirmado este jueves a través de Twitter que la empresa Shenzhen Bioeasy Biotechnology, a la que según algunos medios el Ministerio de Sanidad ha comprado tests rápidos para detectar el coronavirus, «no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos».

La Embajada de China ha publicado el tuit después de que varios medios señalasen que la sensibilidad de estos tests rápidos es del 30% cuando debería ser del 80%. Por lo que estos primeros tests rápidos han sido desaconsejados por los expertos en Microbiología al Ministerio de Sanidad.

Según el coordinador de emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, los tests defectuosos son en torno a 9.000 (sobre un total de al menos 300.000 en esta primera fase).

La última compra no ha salido de China

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció este miércoles la compra de material sanitario a China por valor de 432 millones de euros en la que se incluyen 5,5 millones de tests rápidos además de 550 millones de mascarillas y 950 equipos de respiración asistida. Esta compra está en curso y estos suministros no han salido aún de allí.

Para esa compra, explica la Embajada, el Ministerio de Comercio de China ofreció a España una lista de proveedores clasificados, en la cual Shenzhen Bioeasy Biotechnology no estaba incluida.

La titular de Exteriores, Arancha González Laya, ha afirmado este jueves en Radio Euskadi que, antes de comprar, el Gobierno español se ha asegurado que todo el material, desde las mascarillas, hasta los respiradores, guantes o tests rápidos, estén «homologados» y tienen «la garantía de calidad necesaria».

La Embajada ha aclarado además que las donaciones realizadas por el Gobierno de China y otras entidades como la Fundación Alibaba no incluyen productos suministrados por Shenzhen Bioeasy Biotechnology. El martes el presidente de esta entidad, Jack Ma, informó al Rey del Estado español, Felipe VI, del envío de 50.000 tests.

«Guerra» comercial

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha comparado a primera hora de la mañana este mercado sanitario con «una guerra», por la competencia que existe en el mercado internacional a la hora de comprar material sanitario. «Estamos en una guerra auténtica por hacernos con los respiradores, las mascarillas... en eso estamos todos», ha señalado.

La ministra ha explicado así el retraso en la llegada de productos sanitarios comprados en el extranjero, un material que «es escaso en el mercado internacional y todos los países están peleando por el material de China».

Preguntada por si las compras se comenzaron a hacer con retraso, Montero ha respondido que no, que el problema es que, en un entorno global de falta de material, «se retrasan pedidos o no llegan, o llega otro tipo de material que no habíamos pedido».

«No es un problema de gestión, es un problema real y mundial, de competencia por hacer acopio, en un momento en que muchos países han prohibido exportaciones de este material», ha afirmado.

«El problema no es de gestión de la compra, de los contratos y las entregas, es un problema de producción mundial», ha asegurado la ministra, quien ha destacado que buena parte de la industria española está en pleno proceso acelerado de reconversión, de manera que las empresas textiles puedan fabricar mascarillas y batas o la empresa aeronáutica y del automóvil fabrique respiradores de modo que «en el medio plazo nuestra industria produzca y podamos abastecernos y no dependamos del cierre de fronteras».