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El obispo Munilla se ve obligado a pedir perdón por incumplir el estado de alarma sanitaria

El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, ha tenido que pedir perdón al incumplir el estado de alarma sanitaria tras ser sorprendido al mediodía por la Guardia Municipal de la capital guipuzcoana cuando conducía su vehículo con una persona sentada en el asiento del copiloto.

El obispo Munilla, en una imagen de archivo. / Gorka RUBIO (FOKU)

El prelado donostiarra ha tratado de justificar su «error de asiento», al señalar que el acompañante era una «inmigrante atrapada entre nosotros», a la que trasladaba al dentista, aquejada de «una infección de boca». Además, ha ofrecido más detalles, como que el odontólogo «se ha ofrecido a atenderla gratis» y, en su condición de sacerdote, le ha otorgado el perdón «al filtrador de la noticia».

A la hora de pedir perdón a través de Twitter, Munilla ha utilizado un pantallazo de la noticia en la que NAIZ daba cuenta de la multa.

Según ha podido confirmar Europa Press de fuentes de la Guardia Municipal, los hechos han sucedido a media mañana de este jueves en uno de los controles rutinarios que realiza la policía local en la ciudad.

Los agentes han parado a un vehículo en el que circulaban dos personas y cuyo conductor era el obispo donostiarra.

El acompañante de Munilla viajaba en el asiento del copiloto y no en el trasero, como marca el decreto del Gobierno central, por lo cual se le ha impuesto al prelado una multa de 600 euros.