Txagorritxu y Basurto, la muestra de que el virus no está controlado
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¿Qué gravedad tienen los focos descubiertos, como mínimo, en Txagorritxu y Basurto? Es pronto para saberlo, porque el problema no son tanto los focos, con los que vamos a tener que acostumbrarnos a vivir, sino la velocidad a la que se detectan. La respuesta la tendremos en los próximos días, cuando se vea si se ha atajado a tiempo estos rebrotes. También dependerá de la capacidad para detectar a los contactos estrechos, sobre lo que surgen algunas dudas, sobre todo si estos focos se repiten y crecen: en la CAV solo hay un rastreador por cada 60.000 habitantes; en Alemania son 15.
Lo que sí que recuerdan ambos focos es que difícilmente se puede afirmar que el coronavirus está bajo control en Euskal Herria. Es imposible saber cuántos casos hay en circulación ahora , pero la cifra de fallecidos nos da un indicio de los contagios que ocurrieron hace 22 días, que es el tiempo medio calculado entre la infección y el fallecimiento. En el Estado español hay 87 casos de covid-19 por cada deceso, y la semana pasada hubo en la CAV 34 fallecidos.
Si metemos todos estos datos en la calculadora, podemos estimar que a mediados de mayo se estaban contagiando, de media, unas 420 personas al día. Solo es una estimación, pero incluso si la cifra real fuese menor, seguiría significando que el virus seguía circulando durante las semanas de bonanza de mayo.
Capacidad de detección
En Nafarroa, por contra, los once días seguidos sin un solo fallecimiento indican que los contagios se mantuvieron en la mínima expresión hace unas tres semanas. Quizá esto ayude a entender cierta discordancia entre los datos de ambos territorios. En las últimas semanas, en Nafarroa los casos positivos por cápita detectados han sido dos o tres veces más que en la CAV. A su vez, los ingresos han sido dos o tres meces menos que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, algo que podría sugerir que la capacidad de detección de casos de Osasunbidea ha sido mayor.
En cualquier caso, las cifras de hospitalizaciones en toda Hego Euskal Herria no han tenido de momento ningún repunte –llegan entre 5 y 8 días después de la infección–, por lo que tampoco conviene alarmarse en exceso, al menos de momento.
Eso sí, los datos dejan claro que el virus sigue entre nosotros y que no se puede bajar la guardia, sobre todo ahora que las medidas se van relajando. Solo hay que pensar en qué ocurriría si un brote hospitalario como el de Basurto –que recuerda los peligros de los espacios cerrados– hubiese ocurrido en una residencia para mayores.