INFO

La doble moral en la sociedad del bienestar

[Crítica]: ‘Spagat’

Koldo Landaluze

Patricia Highsmith recordó en cierta ocasión que mientras sus vecinos en Suiza le regalaban sonrisas y saludos desde el otro lado de las verjas de sus residencias, estaba convencida de que más de uno ocultaba cadáveres bajo sus lustrosos jardines.

Suiza como epicentro económico del bienestar capitalista escenifica el primer largometraje de Christian Johannes Koch y algo similar a lo dicho por la célebre escritora topamos en este descarnado acercamiento a la trastienda social y moral de una sociedad que parece moverse igual que los engranajes mecánicos de sus relojes.

También es verdad que lo que narra el joven cineasta en su ópera prima puede acontecer en cualquier rincón de Europa, pero visto desde la óptica suiza, adquiere una dimensión interesante.

Rachel Braunschweig interpreta a una profesora cuya mecánica cotidiana y familiar da un giro en cuanto inicia una relación extramatrimonial con el padre de una de sus alumnas. El amante y su hija llegaron de Ucrania sin papeles y un robo en el que se vio involucrado ella, les colocan en una difícil tesitura.

La historia fluye con correción, diálogos y situaciones no nos resultan extrañas y las excelentes interpretaciones sustentan una película cuyo climax es llevado a buen puerto por un cineasta que se muestra muy seguro en esas secuencias íntimas en las que afloran diálogos en torno al miedo y el desarraigo.

El propio título –‘Spagat’– también evoca esa difícil posición en la que se encuentran los protagonistas de esta crónica social que evoca la doble moral de la llamada sociedad del bienestar.