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Los más ricos de Europa se montan su propio torneo privado de fútbol, la Superliga

Doce de los clubes más importantes de Europa –seis ingleses, tres italianos, dos españoles y uno catalán–, han anunciado su acuerdo para la creación de una nueva competición, la Superliga, en la que participarán desde el próximo agosto hasta 20 equipos con partidos entre semana.

Manchester United y Tottenham son dos de los fundadores de la Superliga. (ADRIAN DENNIS / AFP)

Seis equipos de la Premier –Liverpool, Manchester City, Chelsea, Manchester United, Arsenal y Tottenham–, tres del Calcio –Milan, Inter y Juventus– y otros tres de la Liga –Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid– han anunciado esta pasada noche la creación de una nueva competición, la Superliga.

El objetivo es unir en este torneo a los clubes más poderosos del Viejo Continente en una competición semi-cerrada, en la que sus fundadores tengan plaza fija año tras año. Concretamente, el formato incluiría a veinte participantes, los quince fundadores –faltan por anunciar tres nombres, se da por hecho que uno es el PSG francés– más cinco equipos que se clasificarían anualmente en función de su rendimiento.

Los equipos serán divididos en dos grupos de diez y disputarán partidos de ida y vuelta, lo que suman 18 jornadas. Los tres primeros de cada grupo se clasificarán automáticamente para los cuartos de final, mientras que los que acaben en cuarta y quinta posición jugarán un playoff adicional a doble partido. La final será en mayo en una sede neutral.

El esperado anuncio cuenta con la oposición de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), las federaciones y ligas inglesa, española e italiana, que ya han emitido una nota en la que aseguran que trabajarán para «detener este proyecto cínico».

El comunicado de la Superliga indica que «los clubes fundadores esperan mantener conversaciones con la UEFA y la FIFA buscando las mejores soluciones para la Superliga y para el conjunto del fútbol mundial».

Ingresos asegurados

Explican que la creación de este nuevo torneo es una respuesta a «la inestabilidad del actual modelo económico del fútbol europeo» a causa de la pandemia. La clave de la cuestión es que, con el formato actual, estos clubes pueden pillarse los dedos y ver cómo se descuadra su presupuesto si un año no consiguen clasificarse para la Champions, o incluso caen eliminados en ella antes de lo previsto. Con este torneo tendrían garantizado su estatus, lo que agrandaría aún más la brecha respecto al resto de clubes.

Pero tampoco quieren renunciar a los torneo domésticos, otra jugosa fuente de ingresos. Con un pie en una lado y el otro pie en el otro lado, las federaciones y las ligas juegan la carta de obligarles a elegir. El presidente de este conglomerado es el empresario constructor Florentino Pérez (Real Madrid) y  el vicepresidente es Andrea Agnelli (Juventus), del emporio automovilístico Fiat. Blanco y en botella.

«Durante años, los clubes fundadores han tenido como objetivo mejorar la calidad y la intensidad de las competiciones europeas existentes y, en particular, crear un torneo en el que los mejores clubes y jugadores puedan competir entre ellos de manera más frecuente», añade el comunicado.

Apunta que con «una visión estratégica y un enfoque comercial», el objetivo es «aumentar el valor y las ayudas en beneficio de la pirámide del fútbol en su conjunto», ofreciendo partidos de mayor calidad entre clubes grandes que aportarán «recursos financieros adicionales para todo el mundo del fútbol».

La Federación Internacional (FIFA) ha expresado su «desaprobación a una liga europea cerrada y escindida» y ha subrayado que«se mantiene firme a favor de la solidaridad en el fútbol y de un modelo de redistribución equitativa que pueda contribuir al desarrollo del fútbol como deporte, especialmente a nivel mundial. En nuestra opinión, y de acuerdo con nuestros estatutos, cualquier competición de fútbol, ya sea nacional, regional o mundial, debería reflejar siempre los principios fundamentales de solidaridad, inclusión, integridad y redistribución financiera equitativa».

Neville y Carragher

Dos leyendas del fútbol inglés como Gary Neville, ex del Manchester United, y Jamie Carragher, ex del Liverpool, no se han cortado a la hora de exponer sus duras críticas ante los micrófonos de Sky Sports, donde actualmente ejercen como comentaristas.

Neville ha remarcado que es aficionado del Manchester United «y lo he sido por 40 años de mi vida, pero estoy disgustado, absolutamente disgustado, con Manchester United y Liverpool, sobre todo. Liverpool con su ‘Nunca caminarás solo’, el club de la gente, el club de los hinchas. Manchester United, 100 años, nacido de trabajadores. ¿Y ellos están entrando a una liga sin competir en la que no pueden descender?».

«Es pura codicia. Son impostores. ¡Los dueños del Manchester United, los dueños del Liverpool, los dueños del Chelsea, los dueños del Manchester City, no tienen nada que ver con el fútbol de este país. Hay más de 100 años de historia en este país de fans que han vivido y amado a estos clubes, y necesitan protección», ha clamado.

Neville ha sido deportista profesional y reconoce que «me he beneficiado enormemente del fútbol. He ganado dinero con el fútbol e invierto dinero en un club de fútbol. No estoy en contra del dinero en el fútbol, pero los principios y la ética son de una competencia justa, de modo que si el Leicester City gana la Premier League, entra en la Champions». En esa línea, recuerda que ahora mismo ni Arsenal ni Tottenham ocupan puesto para la Champions del año que viene «¿y ya tienen el derecho otorgado por Dios de estar allí?».

Jamie Carragher, por su parte, ha considerado que «nos hemos convertido en una vergüenza», en referencia a su Liverpool. «Pensad en toda la gente que ha estado antes que nosotros en este club y qué avergonzados estarían al ver esto», ha añadido.

«Como escalar el Everest»

Otra leyenda de los ‘red devils’, Alex Ferguson, también ha hablado con claridad. Antes de ser durante más de un cuarto de siglo técnico del United, ganó la Recopa con el modesto Aberdeen escocés tras impornerse al Real Madrid en la final.

«Hablar de una Superliga es apartarse de 70 años de fútbol europeo. Ser jugador de un equipo de provincias como el Dunfermline en los 60 y entrenador del Aberdeen, ganando la Recopa de Europa para un pequeño club de Escocia, era como escalar el Everest», ha manifestado, reivindicando que la grandeza del fútbol radica en que, a veces, los humildes pueden enfrentarse a los poderosos y derrotarlos.

Más tarde sumó con los de Manchester trece títulos de liga y dos Champions «En mis años en el United jugamos cuatro finales de la Champions League y siempre fueron las noches más especiales», ha subrayado.

La clase política se posiciona

La clase política también toma posiciones. El vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas, griego, ha defendido un modelo de deporte basado «en valores, en la diversidad y en la inclusión», y entiende que .«no hay margen para reservarlo a los pocos clubes ricos y poderosos que quieren romper los vínculos con todo lo que representan las asociaciones: ligas nacionales, ascensos y descensos y apoyo al fútbol aficionado de base».

El primer ministro británico, Boris Johnson, considera que «los planes para una Superliga europea serían muy perjudiciales para el fútbol». A su juicio, que seis de sus equipos participen en la fundación de esre torneo golpea «el corazón del fútbol nacional. Los clubes implicados deben responder ante sus aficionados y la comunidad futbolística en general antes de tomar cualquier otra medida».

En el Estado francés, el presidente Emmanuel Macron se ha mostrado contrario a la Superliga y ha respaldado «la postura de los clubes franceses que han rechazado participar en un proyecto que amenaza el principio de solidaridad y méritos deportivos».

El banco JPMorgan pone el dinero

Pero esto va de dinero. Se habla de 3.500 millones de euros a repartir entre los participantes, y el banco estadounidense JPMorgan ya ha anunciado que financia la operación.

En la Bolsa de Milán los títulos de la Juventus de Turín se revalorizaban más de un 7%  en los primeros minutos de negociación, a la espera de conocer la evolución de las acciones del Manchester United, que cotizan en la Bolsa de Nueva York.

En cuanto a clubes que podrían estar entre los invitados a este selecto grupo, los títulos del Ajax de Amsterdam subían un 1,9% en la apertura, mientras que los del Borussia Dortmund se revalorizaban un 2,8%. No obstante, estos últimos han asegurado poco después que no se sumarán a la Superliga.