«Flower of Scotland», mucho más que un himno
La interpretación de «Flower of Scotland» ha sido, en lo simbólico, uno de los momentos más vibrantes de las dos primeras jornadas de la Eurocopa. Es un himno que no goza de reconocimiento institucional. Su primera interpretación oficial en un evento deportivo fue hace tres décadas.
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El pasado 14 de junio, horas antes del estreno escocés ante la República Checa en Hampden Park, la cantante escocesa Amy MacDonald escribía en Twitter el siguiente mensaje: «Para todos mis amigos internacionales, canté el himno muchas veces en múltiples partidos de clasificación. Desafortunadamente, nunca logramos pasar a la fase final. Este es el primer torneo al que llegamos en 23 años, por eso significa tanto». Prueba de ello era observar también a la primera ministra Nicola Sturgeon subiendo un vídeo en la que se le podía ver de pie cantando el «Flower of Scotland» a la par que unos futbolistas e hinchas a los que veía a través de una pantalla.
La interpretación del himno escocés ha sido, en lo simbólico, uno de los momentos más vibrantes de las dos primeras jornadas de la Eurocopa. El retorno de Escocia a una gran competición, el momento con el político que vive el país con una segunda consulta por la independencia sobre la mesa, la pasión de los aficionados y la fuerza de la propia canción crean una atmósfera difícilmente superable.
No obstante, cabe señalar, que se trata de una tradición relativamente reciente, ya que apenas cabe remontarse tres décadas para encontrar su primera interpretación oficial en el marco de un evento deportivo porque se trata de un himno que no goza de reconocimiento institucional. El epinicio oficial de Escocia, al igual que el de Gales o Irlanda del Norte, continúa siendo el «God save the queen». Y, de hecho, se utilizaba en las participaciones de la Tartan Army, por ejemplo, en las copas del mundo.
Primero en el rugby
El 17 de marzo de 1990, la unión escocesa de rugby decidió adoptar el «Flower of Scotland» como canto para su equipo nacional. Se entonó en el campo de Murrayfield minutos antes del encuentro que enfrentaba en el entonces Cinco Naciones a Escocia e Inglaterra. El quince del cardo ganó por 13 a 7 y completó el Grand Slam –pleno de victorias– que le permitió ganar el torneo.
Compuesta a mediados de los sesenta por Roy Williamson, integrante del grupo de folk The Corries, se escuchó por primera vez en la BBC en 1967. Un tema que hace referencia a la victoria escocesa, liderados por Roberto I, contra las huestes de Eduardo II de Inglaterra en la batalla de Bannockburn en 1314. Siete siglos después, paradójicamente, en su condición de patrona del conjunto escocés de rugby, la princesa Ana –hija de Isabel II– también canta el «Flower of Scotland».
La primera vez que se utilizó en un acontecimiento deportivo data de 1974, durante la gira que los British Lions –elenco que agrupa a jugadores de rugby ingleses, escoceses, gales e irlandeses de toda la isla– realizaron por la Sudáfrica del apartheid. Curiosamente, un año después, las selecciones galesas decidieron adoptar únicamente el «Hen wlad fy nhadau» como cántico descartando tanto el «God save the queen» como el «God Bless the prince of Wales», himnos que también se entonaba antes de los partidos de los dragones. Por su parte, el equipo norirlandés sigue empleando el himno oficial británico aunque en los últimos años se ha abierto cierto debate en torno a ello. Así, el portal North Ireland Football Daily planteaba la necesidad de contar con un nuevo estadio y un cántico renovado adaptándose a los tiempos.
Tras el éxito social que supuso la adopción por parte del quince del cardo, la federación de fútbol decidió emplearlo en 1993 aunque no fue hasta varios años más tarde cuando el «Flower of Scotland» se implantó como himno oficial de la Tartan Army. Siendo el Mundial de 1998 el primer gran torneo en el que se entonó.
En los últimos años, varios cantantes de éxito han entonado el himno antes de los partidos de la selección. El caso más representativo es del Amy MacDonald, cuyos vídeos disponen de miles de visitas en Youtube, ferviente aficionada del combinado escocés y que dedicó a su país el tema «Pride». Tras el partido ante Inglaterra, la cantante troleó al exinternacional inglés Rio Ferdinand colgando unas declaraciones del antiguo defensa del Manchester United en las que auguraba una clara victoria de los pross. Asimismo, invitó a «los 10 millones que habían inundado su muro para decir que Escocia perdería por cinco a cero» a marcharse de su muro. MacDonald no ha sido la única artista elegida para cantar el «Flower of Scotland» antes de un encuentro de la Tartan Army, ya que Nina Nesbitt –que cuenta con cerca de tres millones de reproducciones mensuales en Spotify– o el participante del programa Factor X Nickly McDonald también han gozado de dicho privilegio en Hampden Park.

A partir de 2010, la representación escocesa en los Juegos de la Commonwealth también hizo suyo el cántico, ya que hasta entonces empleaba el «Scotland the brave» otro de los himnos oficiosos del país. Cuatro años antes, la Real Orquesta Nacional de Escocia realizó una encuesta en la que participaron más de 10000 personas para conocer qué epinicio representaba mejor al país. «Flower of Scotland» ganó con más del cuarenta por ciento de los votos, por delante del citado «Scotland the brave», «Highland cathedral», «A man's a man for a'that», «Caledonia» o «Freedom come All-Ye».
Otros temas como el «I'm gonna be (500 miles)» de los Proclaimers también cuentan con un importante impacto popular. Y, de hecho, fue la canción empleada para cerrar el concierto por la independencia realizado apenas tres días antes de la consulta de 2014 y en el que participaron, entre otros, Alex Kapranos de Franz Ferdinand, Mogwai, Eddi Reader o la propia Amy MacDonald.
«Yes Sir, i can boogie»
No obstante, en esta Eurocopa hay otro hit que ha conquistado tanto a jugadores como hinchas escoceses. Se trata del «Yes Sir, i can boogie» («Sí señor, yo puedo bailar»), un tema popularizado por el duo español Baccara en 1977, que fue número uno de las listas en Europa, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Países Bajos, Argentina, EEUU, Noruega, Suecia o Suiza. Una canción que, además, está considerada un canto a la libertad y en apoyo a la comunidad LGTBI.
El 12 de noviembre volvió a la primera plana después de que los jugadores del equipo escocés celebrasen su pase a la fase final cantando el «Yes Sir, i can boogie» en el vestuario del Pequeño Maracaná de Belgrado. En las últimas semanas, BBC Scotland ha difundido una nueva versión en la que participan jugadores, músicos, miembros de la orquesta nacional y otras caras conocidas para animar a la Tartan Army. Ha calado tanto que tras el empate ante Inglaterra, la propia Nicola Sturgeon tuiteó aquello de «yes, sir, you all boogied». O, lo que es lo mismo, «sí señor, todos ustedes bailaron», acompañada de una foto de la alineación del conjunto escocés.