El ciclismo vasco vive una edición especial con la vuelta del Euskaltel ocho años después
Una crono de 7,1 kilómetros en Burgos da inicio a una Vuelta marcada por el regreso a una grande del Euskaltel ocho años después de la última participación de un equipo que acabó con su director Jorge Azanza y su impulsor Mikel Landa en el podio final de Madrid. Dieciocho vascos tomarán la salida.
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El regreso del Euskaltel Euskadi a una grande es uno de los aspectos más destacados de una Vuelta que tendrá a su impulsor, Mikel Landa, como uno de los candidatos al podio final tras superar la dura caída que le impidió optar a la victoria en el Giro ganado por Egan Bernal, otro de los favoritos junto con su compañero Richard Carapaz y el vencedor de las dos últimas ediciones, Primoz Roglic.
La primera etapa del Euskaltel en las grandes se cerró en la Vuelta del 2013 como ganador de la clasificación por equipos con Samuel Sánchez, Mikel Landa, Igor Antón, Jorge Azanza, Egoi Martínez, Mikel Nieve, Juanjo Oroz, Pablo Urtasun y Gorka Verdugo. En aquella plantilla estaban otros tres corredores que van a participar en esta Vuelta, los hermanos Ion y Gorka Izagirre y Jon Aberasturi.
La desaparición de aquel equipo inició una travesía del desierto en la que Jorge Azanza, como director del equipo amateur de la Fundación, mantuvo la llama encendida. Luego Mikel Landa impulsó un proyecto que ha crecido hasta la segunda categoría profesional y vuelve a la Vuelta con menos vascos de los que querrían muchos aficionados –Mikel Iturria, Mikel Bizkarra, Gotzon Martín y Xabier Mikel Azparren– y con corredores fichados para asegurar su presencia en la prueba como Luis Ángel Maté, Juanjo Lobato, Joan Bou y Antonio Jesús Soto.
Caja Rural-RGA –en su décima Vuelta consecutiva con Jon Aberasturi, Jonathan Lastra, Julen Amézqueta, Aritz Bagües y Oier Lazkano– y Astana –con los hermanos Izagirre, Álex Aranburu, Omar Fraile y Óscar Rodríguez– le superarán en número de vascos en la salida. Imanol Erviti (Movistar), Mikel Landa (Bahrain), Mikel Nieve (Bike Exchange) y Ander Okamika (Burgos) completan los 18 participantes, el mismo número que se alcanzó en la última presencia del Euskaltel en la prueba con 22 equipos de nueve ciclistas y no 23 de ocho como ahora.
Casi todos buscarán triunfos de etapas, mientras Imanol Erviti trabajará para sus líderes Miguel Ángel López y Enric Mas, que completan la relación de principales favoritos junto a los tres primeros de la última edición –Primoz Roglic, Richard Carapaz y Hugh Carthy–, el ganador del último Giro y del Tour de 2019, Egan Bernal, aunque el colombiano ha señalado que Adam Yates será el lider del Ineos, y Mikel Landa. El alavés regresa a la Vuelta seis años después de su última participación en 2015 con triunfo en Andorra y un trabajo clave para que ganara Fabio Aru, que también estará presente en su adiós como ciclista.
Una prueba para escaladores
La Vuelta será fiel a su línea de apostar por etapas de montaña, con ocho finales en alto, y dos cronos para empezar y acabar la prueba. La primera de hoy en Burgos presenta en sus 7,1 kilómetros la subida al alto del Castillo (1.200 metros al 7,1%) y empieza a las 17:44. Mikel Landa saldrá a las 18:24 y Roglic será el último en salir a las 20:47.
El primer final en alto llegará en la tercera etapa el lunes en el Picón Blanco (7,6 km. al 9,3%) y aclarará la general en una primera mitad de la carrera que presenta etapas peligrosas por el viento, un final en un puerto de Tercera en Cullera, una jornada de montaña con seis puertos y llegada al Balcón de Alicante (8,4 kms. al 6.2%) y otra con un puerto de Primera de 29 kilómetros al 4,4% y meta en Velefique (13,2 kms. al 6,4%).
La segunda semana presenta etapas ideales para las fugas hasta el final del sábado en el Pico Villuercas (14,5 kms. al 6,2%) tras subir la pared del collado de Ballesteros (2.800 metros a una media del 14%) y la llegada el domingo a El Barraco tras dos Primeras, un Segunda y un Tercera antes de la meta.
La traca final llegará la última semana con las llegadas en Los Lagos de Covadonga, con sus 12,5 kms. al 6,9% tras dos Primeras, la del Gamoniteiru con sus 14,6 kms. al 9,8% de media tras dos Primeras y un Segunda y una penúltima etapa de 202 kilómetros con un Primera y tres Segundas y final en el Castro de Herville (9,7 kms. al 4,8%).
La Vuelta no acabará en Madrid con un sprint, sino con una contrarreloj de 33,8 kilómetros entre Padrón y Santiago de Compostela que estará marcada por una carrera muy dura que igualará las fuerzas entre los candidatos de la general el último día, aunque Roglic puede marcar ahí diferencias con sus rivales tras su exhibición en la crono de los Juegos de Tokio.
Seis opciones para el sprint
La organización de la Vuelta ha compensado la ausencia de un sprint en Madrid con seis etapas llanas para dar opciones a los velocistas, cuatro de ellas en la primera semana. Pocos velocistas acabarán la carrera.
Este recorrido montañoso espanta a los mejores sprinters y destacan entre los corredores más rápidos Démare, Philipsen, Matthews, Jakobsen, Molano, Trentin y Aberasturi, que aportará puestos en las llegadas al Caja Rural y buscará su mejor victoria antes de volver al World Tour con el equipo Trek.
Para intentar darles un aliciente para llegar a Santiago, el maillot verde priorizará las etapas llanas al dar 50 puntos al ganador por los 30 de las etapas de media montaña y los 20 de las de alta montaña o las cronos. Las diecinueve jornadas en línea presentarán bonificaciones en las llegadas de 10, 6 y 4 segundos para los tres primeros y además en diez etapas habrá sprints bonificados con tres, dos y un segundo a los mejores.
Participarán los diecinueve equipos del World Tour, el Alpecin sin Mathieu van der Poel por ser el mejor conjunto de la segunda categoría la pasada temporada y Caja Rural, Euskaltel y Burgos como invitados. El Kern Pharma deberá esperar a 2022.