Recuperan los restos del gudari Jesús Izagirre, enterrado anónimamente durante 75 años
Los familiares del gudari Jesús Izagirre, muerto en Bizkargi hace 84 años, han acudido este martes a la exhumación de sus restos en el cementerio de Bilbo, después de pasar varias décadas sin saber dónde estaba enterrado. Su objetivo, confirmar su identidad y llevarlo de nuevo a su pueblo, Gabiria.
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Más de 84 años después de la batalla de Bizkargi, la familia del sargento Jesús Izagirre ha dado con el sitio de sepultura de este gudari de Gabiria, que junto a otros seis vecinos del pueblo guipuzcoano perdió la vida en el citado monte en 1937, durante la Guerra. Gracias al trabajo de investigación personal del abogado Iñigo Santxo, se ha descubierto que los restos del sargento Izagirre han permanecido anónimamente en un panteón del cementerio municipal de Bilbo, en la localidad vecina de Derio, durante 75 años.
A partir de la investigación para encontrar los restos de un familiar, el también gudari gabiriarra caído en Bizkargi Joxe Apaolaza, Iñigo Santxo descubrió que el cuerpo de Jesús Izagirre Artsuaga podría estar enterrado en el panteón de la familia Aspiunza, en el camposanto bilbaino. Los documentos consultados por Santxo confirman que, aunque en un primer momento el cuerpo del sargento Izagirre reposó en el cementerio de Larrauri, en Mungia, al día siguiente fue llevado a Derio, al igual que los de sus seis compañeros abatidos.
Por norma general, y sin conocimiento de las familias, los cuerpos de los otros gudaris ahí enterrados pasaron al osario general al cabo de 15 años. Sin embargo, en el caso de Izagirre, a los 9 años, en 1946, se trasladó su cuerpo a la tumba privada de la familia Aspiunza, propiedad de Luis Aspiunza. Un dato que la familia Izagirre desconocía hasta hace muy poco.
Parece probable que María Izagirre, hermana de Jesús, trasladara los restos de su hermano motivada por su fuerte sentimiento abertzale y la amistad que unía a ambas familias. Una relación que se demuestra a través de un gesto valiente y arriesgado como era enterrar los restos de un gudari en el panteón familiar. «Si hubieran pasado seis años más, sus restos se habrían perdido. La familia asumió un gran riesgo para que no pasara», ha comentado Santxo. De hecho, aunque en los documentos del cementerio sí se recogió el cambio de ubicación del sargento Izagirre, en la placa de la tumba de los Aspiunza no aparece su nombre.
Tras encontrar el lugar donde descansaban los restos de Jesús Izagirre, Iñigo Santxo se puso en contacto con la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos – Gogora, Aintzane Ezenarro. «Le dije que había encontrado el cuerpo del sargento Izagirre y le pedí que tomaran muestras de ADN a los familiares, pero me dijo que no, ya que su función era buscar los cuerpos, pero que si nosotros lo encontrábamos podíamos llevárnoslo», narra Santxo, añadiendo que la respuesta lo dejó «de piedra».
«Ella representa al Gobierno Vasco y estos jóvenes fueron a la Guerra luchando a las órdenes del mismo Gobierno. Por tanto, el Gobierno Vasco tiene que asumir los trabajos de identificación y trasladar los restos a sus casas», reivindica el abogado. Este segundo argumento, formulado de forma escrita, tuvo, de nuevo, un «no» por respuesta.
Ante este escenario, y tras una investigación genealógica, Santxo consiguió contactar con los descendientes de Luis Aspiunza, quienes después de escuchar el caso se mostraron dispuestos a colaborar desde el primer momento. Las dos hijas de Luis, con edades que superan los 100 años, accedieron a que se pudieran retirar los restos del sargento Izagirre de la tumba familiar.
Con este nuevo permiso, y dirigiéndose directamente a Lehendakaritza, Santxo consiguió reunirse con Ezenarro y Paco Etxeberria, acordando una fecha en la que se abriría el sepulcro de los Aspiunza y se tomarían las muestras de ADN que pudieran determinar cuáles son los restos del sargento Izagirre.
«Un logro haber llegado hasta aquí»
Finalmente, el día escogido para proceder a la exhumación ha sido este martes, en Derio, con la presencia de tres miembros de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, entre ellos Paco Etxeberria. Al acto han acudido desde Gabiria varios familiares de Jesús Izagirre, así como uno de los concejales municipales. Además, también han estado presentes descendientes de Luis Aspiunza y el alcalde de Larrabetzu, Iñigo Gaztelu, población que comparte la cima de Bizkargi con Muxika, Morga y Zornotza.
Un txistulari, una dantzari y dos bertsolaris han participado en un homenaje previo dedicado «al sargento Izagirre, la familia Aspiunza y a todos los gudaris muertos en Bizkargi».

Una vez extraídos los restos de las 19 personas enterradas en la tumba familiar, Etxeberria ha reducido la búsqueda del sargento Izagirre a tres de los conjuntos óseos examinados, descartando los demás porque no correspondían «por edad o por sexo». Entre estos tres, se encuentra una caja metálica con los restos en reducción de un «varón joven, que no llega a los 30 años», según ha podido determinar Etxeberria. Unos datos que coinciden con la descripción de Jesús Izagirre, que en el momento de su muerte tenía 27. Aun así, todas las muestras se analizarán en el laboratorio BIOMICs de la UPV/EHU y se compararán con las muestras de ADN tomadas a los sobrinos de Jesús Izagirre, Mari Kontxi y Juan Inazio Izagirre, ambos presentes este martes en Derio.
En nombre de la familia Izagirre, Arantzazu Baztarrika Izagirre ha calificado como «un logro haber llegado hasta aquí», algo que ha revivido su «deseo de justicia y reconocimiento». La familia ha sufrido durante más de 80 años no saber dónde estaba Jesús. «Sabíamos dónde había muerto porque sus dos hermanos, que volvieron, estaban en la zona, pero nunca recibimos ninguna notificación oficial», ha explicado Baztarrika.
Quien tampoco andaba sobre la pista de Jesús era Roberto Bertol, biznieto de Luis Aspiunza. «Nosotros tampoco teníamos ni idea. Iñigo nos pidió las firmas de amama e izeko, y accedimos», ha explicado.
En el caso de confirmarse que los restos hallados corresponden a Jesús Izagirre, Baztarrika ha explicado que su objetivo es que los restos de su tío «vuelvan a casa, tal como él quería desde el principio».
De Gabiria al Batallón Amaiur
El próximo 2022 se cumplirá el 85º aniversario de la batalla de Bizkargi, una fecha señalada para el pueblo de Gabiria, ya que muchos de sus vecinos lucharon contra las fuerzas fascistas en ese monte vizcaino. Junto a Jesús Izagirre, en Bizkargi murieron otros cinco jóvenes de la localidad guipuzcoana: Simon y Luis Altzueta, Joxe Mari Gabiria, Joxe Apaolaza y Jose Ramon Igartzabal. Todos ellos tenían entre 21 y 27 años en el momento de su muerte.
A pesar de ser un pueblo pequeño, Gabiria destacó por el gran número de hombres que fueron al frente desde este pueblo, conformando el Batallón Amaiur. «Es el pueblo de Euskal Herria con más gudaris por habitante», explica Santxo. De los más de 100 jóvenes que fueron a la Guerra, 14 murieron. Una herida que 84 años después, al igual que para los Izagirre, sigue abierta para muchas familias.
