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Hablando se entiende la gente

‘MAIXABEL’
EH. 2021. 115’. Dtora.: Icíar Bollaín. Guion: Icíar Bollaín e Isa Campos. Prod.: Koldo Zuazua, Guillermo Sempere y Juan Moreno/ Kowalski Films/ Feelgood. Int.: Blanca Portillo, Luis Tosar, Urko Olazabal, María Cerezuela, Bruno Sevilla, Mikel Bustamante, David Blanka.

Maixabel (Blanca Portillo) conversando con Ibon (Luis Tosar). (NAIZ)

La pesada losa del franquismo no ha dejado madurar o desarrollar una política de reconciliación, motivo por el que la primera película sobre el tema se ha hecho esperar más de la cuenta, al contrario de lo sucedido con el cine sobre el problema irlandés.

Y, cuando ha llegado, una vez más se ha podido comprobar que las reacciones en contra no han sido por parte de los dos bandos supuestamente irreconciliables, sino por la de una derecha mediática aferrada al pasado.

Por lo demás, la recepción en Donostia ha sido muy buena, y en la mayoría de las críticas surgidas a su paso por la Sección Oficial hay una gran unanimidad en cuanto a reconocer que Icíar Bollaín ha salido airosa de un encargo del productor Koldo Zuazua que exigía un alto grado de compromiso y mucho tacto para no herir susceptibilidades, tanto del lado del victimario como del de las víctimas.

‘Maixabel’ (2021) es una escenificación de la necesidad del diálogo dentro de la resolución de conflictos, que no habría sido posible sin el concurso de una actriz de la talla de Blanca Portillo y de un actor con la capacidad de entrega de Luis Tosar.

Ambos han hecho un trabajo previo de preparación de sus personajes reales a base de entrevistas en profundidad con la mujer y el hombre, a quienes respectivamente debían de representar. Por lo tanto un documental o ‘making of‘ sobre ese exhaustivo proceso que han llevado a cabo sería tan o más interesante que la propia película, no digamos ya en un sentido didáctico.

Luego está la elección de Isa Campos como guionista, a la que Icíar Bollaín no conocía y con la que se ha entendido a las mil maravillas, y que venía avalada por sus colaboraciones previas con Isaki Lacuesta, siempre a la búsqueda de la verdad que persigue el cine testimonial. El momento clave del texto era el del primer encuentro, que fue tal para la actriz y el actor.