INFO

Este navegador no soporta el elemento video.

Sorzabal, detallando las torturas en 2001: «¿Miedo de morir? Tenía ganas de morir»

Iratxe Sorzabal será juzgada el lunes en Madrid en un proceso que tiene la tortura como base. En la preparación del documental ‘Bi arnas’ ha aparecido esta grabación no publicada hasta ahora, donde detalla lo sufrido. Es del año 2001 pero cobra sentido presente 20 años después.


El documental ‘Bi arnas’ va completándose poco a poco, teniendo como núcleo la cuestión de la tortura desde dos prismas conectados finalmente pese a la distancia física: el de Iratxe Sorzabal y el de su madre, Mari Nieves Díaz. Es en la preparación de este trabajo donde ha aparecido una grabación inédita hasta la fecha y que tiene plena actualidad en vísperas del juicio en la Audiencia Nacional. En ella Iratxe Sorzabal habla de las torturas infligidas por la Guardia Civil.

NAIZ ofrece uno de sus pasajes. La entrevista la realizó el periodista Eneko Bidegain en noviembre de 2001 en Bruselas y hasta ahora no había sido difundida por distintos motivos.

Lo que narra Sorzabal había ocurrido apenas unos meses antes, después de su detención por la Guardia Civil en Hernani. En este extracto Sorzabal detalla su reacción cuando una persona que se identificó como forense apareció en comisaría. Y afirma después de que en ese periodo de incomunicación deseó morir: «Yo no tenía miedo a morir –responde al periodista–, tenía ganas de morir. Solo pasa que no puedes... pero si hubiera podido, tenía ganas de morirme».

Por lo que respecta a la visita del médico, «la primera vez no creí que fuera el forense, pensaba que era un guardia civil más», explica. «En aquel momento yo estaba muy mal, saltaba cada vez que se me acercaba, diciéndole que no me tocara... Estaba en una silla, temblando», recuerda la presa vasca en esta entrevista de hace dos décadas.

En aquel momento el caso de Iratxe Sorzabal ya había tenido eco potente en Euskal Herria. Así, circulaban imágenes de las marcas dejadas por los tormentos en la espalda y cintura de la detenida, el Departamento de Justicia de Lakua que dirigía Joseba Azkarraga había pedido explicaciones al Gobierno español, y la propia Sorzabal había decidido marcharse para no volver a sufrir la tortura al quedar en libertad en setiembre de 2001. La entrevista se realizó dos meses después de ello.

Juicio el lunes y martes

En la actualidad Iratxe Sorzabal cumple una condena de diez años de cárcel en el Estado francés, desde que fuera detenida en setiembre de 2015 en Baigorri. Sin embargo, ha sido entregada temporal al Estado español, a fin de juzgarla en Madrid, este lunes y martes próximos. Los tribunales franceses han dado luz verde a tres de las cuatro euroórdenes presentadas desde la Audiencia Nacional.

No obstante, en los procesos llevados a cabo en el Tribunal de Apelaciones de París la defensa puso sobre la mesa estas torturas y remarcó que la única prueba en su contra son autoinculpaciones en el periodo de incomunicación debido a esta lacra. A petición de la defensa y con la adhesión de la Fiscalía, se aplicó el Protocolo de Estambul que mide la fiabilidad de los testimonios de tortura. Las conclusiones de los forenses francesas fueron claras: su relato tiene credibilidad total y sufre estrés postraumático.

Es esto precisamente lo que remarcó Mari Nieves Diaz en la entrevista recientemente concedida a NAIZ, al hilo de la entrega temporal y el documental en marcha. «Suena duro oírlo, pero tenemos informes de expertos e instituciones que prueban la tortura, y eso da mucha fuerza», apunta en ella.

Hay que subrayar, junto a todo ello, que Iratxe Sorzabal tuvo en la responsabilidad destacada en las últimas decisiones de ETA, que llevaron a su desarme y fin de ciclo. Así, fue quien leyó en euskara la declaración de final de la acción armada y también una de las interlocutoras que esperó en Oslo a entablar un diálogo con el Gobierno español con amparo internacional, sin que la parte española compareciera. Esto es lo que contó a NAIZ sobre todo este proceso, en la entrevista publicada en el marco del décimo aniversario de la Declaración de Aiete y el fin de la lucha armada de ETA.

Manifestación en apoyo a Sorzabal

Cientos de personas se han manifestado este sábado por la tarde en Irun, partiendo de la plaza San Juan, para mostrar su apoyo a Iratxe Sorzabal y denunciar la excepcionalidad tanto de las torturas como del juicio que se celebrará en la Audiencia Nacional contra ella los días 7 y 8 de febrero.

Portavoces de la plataforma Bidasoaldeko Iratxeren Lagunak, responsables de la convocatoria de la movilización, han rechazado que Sorzabal sufre las consecuencias de la excepcionalidad desde el 21 de marzo de 2001, cuando la Guardia Civil la detuvo.

Han recordado que la semana pasada el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó al Estado español por no permitir en 2010 acceder a su abogado defensor al donostiarra Xabier Atristain, que estaba entonces detenido en régimen de incomunicación. «Este mismo régimen de incomunicación fue el que permitió las torturas que sufrió Iratxe, y las autoinculpaciones que fueron consecuencia de esas torturas la llevarán a juicio el próximo lunes».

Aquellas declaraciones que realizó Sorzabal bajo tortura derivaron en cuatro procesos judiciales, uno de ellos rechazado por la justicia francesa por percibir signos de torturas.

Bidasoaldeko Iratxeren Lagunak ha apuntado que el de Sorzabal es tan solo un caso de la excepcionalidad, ya que todavía «miles de casos siguen en la oscuridad».

«A pesar de ello, los responsables de esta atrocidad no han hecho ningún ejercicio de honestidad ni han dado pasos para admitir el daño causado. Es más, como estamos viendo con Iratxe, los juzgados siguen juzgando a ciudadanos basándose en las declaraciones que hicieron bajo tortura», han denunciado.

Han reclamado a los gobiernos de la CAV, Nafarroa, español y francés «que articulen medidas legales para que los casos de tortura no vuelvan a suceder y que se les otorgue el derecho a la reparación a todos aquellos que la han sufrido», así como la suspensión de los procesos judiciales contaminados por las torturas.