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Los jugadores del Lokomotive Leipzig portan una pancarta contra el racismo antes de un partido.
LOKOMOTIVE LEIPZIG

Lokomotive: El gran club de Leipzig al otro lado del Telón de Acero


Tras el nacimiento de la República Democrática de Alemania (RDA), en Leipzig surgieron el SC Probstheida o el SC Rotation, y tras su fusión se constituyó el 1. FC Lokomotive, un equipo al que el éxito le llegaría de forma casi inmediata. Actualmente, está en el cuarto escalón del fútbol germano. 

El Red Bull Leipzig es uno de los mejores equipos de la Bundesliga y se sitúa como un club de referencia mundial a la hora de calibrar cuestiones como la metodología de trabajo, la formación de los jóvenes, la captación global o la utilización de la tecnología punta en el ámbito futbolístico. Ubicados ahora en la cuarta posición, tratan de afianzarse en los puestos cabeceros en una dura pugna con Hoffenheim, Friburgo, Union Berlín o Colona. 

Un mal inicio de curso provocó la destitución del norteamericano Jesse Marsch, un técnico que triunfó en la franquicia de Salzburgo, pero que en el conjunto de Sajonia no terminó de encontrar su sitio. Su sustituto fue el alemán de origen italiano Domenico Tedesco, con experiencia en la cantera del Hoffenheim –otra de las grandes referencias modernizadoras en el fútbol teutón–, el Schalke o el Spartak de Moscú y con un libreto táctico más conservador que su predecesor. Eliminados de la Champions League en la primera fase, tratan de seguir con su sueño continental en la Europa League merced al talento de jugadores como Nkunku, Szoboszlai, Gvardiol, Gulacsi, André Silva, Simakan, Klostermann, Dani Olmo, Forsberg o Angeliño. 

La llegada del entramado deportivo de la multinacional de bebidas energéticas en 2009 revolucionó por completo el panorama futbolístico de la ciudad. Partieron de la quinta división tras comprar la licencia del SSV Markranstädt, un conjunto de una localidad cercana a Leipzig, creciendo hasta convertirse en una de los conjuntos más potentes de la Bundesliga. Sin embargo, el inicio de la tradición balompédica de la principal urbe del Estado de Sajonia se remonta a finales del siglo XIX.

El primer embrión data del 11 de noviembre de 1893, cuando Johannes Kirmse y Albert Rössler fundaron el Sportbrüder Leipzig. Posteriormente, el 13 de mayo de 1896, nació el VFB Leipzig, entidad que surgía como sección futbolística del ATV Leipzig 1845. Un sociedad gimnasta que acabó convirtiéndose en potencia polideportiva gracias a contar con equipos de atletismo, buceo, ciclismo, criquet, esquí, hockey, natación, senderismo, tenis o voleibol. 

Dos años después, el VFB dejó el paraguas del ATV y se convirtió en uno de los conjuntos de fútbol más pujantes de la época merced a su alianza con el Sportbrüder. Así, fue uno de los 86 clubes que el 28 de enero de 1900 fundaron en la propia Leipzig la federación alemana de fútbol (DFB). Una constitución en la que también estuvieron involucradas otras cuatro entidades de la ciudad: El Leipziger BC 1893, el FC Lipsia, el BV Olympia y el FC Wacker. Todos ellos, al igual que el VFB, habían surgido en la última década del siglo XIX. En esa época también se creó el Britannia, predecesor histórico del Chemie, otro de los grandes referentes históricos del fútbol en Sajonia. 

Su primer gran éxito fue jugar la final del campeonato germano de 1903 ante el DFC Praga, un equipo étnicamente alemán al que habían invitado a participar en la competición pese a formar parte del entonces Imperio Austrohúngaro. Asimismo, durante el nazismo ganaron la Copa de 1937.

En los primeros años del siglo XX, en Leipzig soñaban con albergar unos Juegos Olímpicos, por lo que se plantearon la construcción de un recinto deportivo con capacidad para 100000 espectadores. El proyecto quedó en manos de Werner March, autor del estadio olímpico de Berlín y una de las figuras más destacadas de la arquitectura fascista. Finalmente, no llegó a construirse. Pese a ello, en el distrito de Probstheida se erigió el Bruno-Plache-Stadion, inagurado en 1922, todavía en uso y que conserva la tribuna de madera más grande de Alemania. Tras uno de los bombardeos que sufrió Leipzig por parte de las tropas británicas y estadounidenses en la II. Guerra Mundial, el campo fue utilizado como depósito de cadáveres.

Tras la contienda bélica y el nacimiento de la República Democrática de Alemania (RDA), la mayoría de clubes deportivos, considerados entidades burguesas, fueron disueltos. Posteriormente, en Leipzig, surgieron el SC Probstheida, un conjunto que también llevó el nombre del alcalde socialista Erich Ziegner, o el SC Rotation, entidad polideportiva que alcanzó la primera división. Ambas se fusionarían y en 1966, finalmente, se constituyó el 1. FC Lokomotive. Un equipo al que el éxito le llegaría de forma casi inmediata, ya que ese mismo verano se alzó con la Copa Intertoto. Un torneo inicialmente destinado para que los equipos participantes obtuviesen ingresos durante el periodo estival. Así, en aquella edición tomaron parte escuadras de Checoslovaquia, Países Bajos, Polonia, República Federal de Alemania (RFA), la RDA, Suecia, Suiza o Yugoslavia. El Lok se impuso por cuatro a uno al Norrkoping sueco en la final. También estuvo a punto de alcanzar el título de la Oberliga en 1967, un éxito que se le resistió. Habitual en las competiciones europeas, obtuvo también cuatro entorchados de Copa.

Finalista de la Recopa ante el Ajax

Sus grandes encuentros continentales se disputaban en el Zentralstadion, un gran recinto de inspiración soviética, para cuya construcción se emplearon más de un de escombros de la II Guerra Mundial y que fue remodelado totalmente para el Mundial de 2006. Entre 1957 y 1989, allí se disputaron decenas de partidos internacionales y 80.000 espectadores presenciaron la victoria del Lokomotive ante el Fortuna Dusseldorf en diciembre de 1973. Fue el primer triunfo de un equipo de la RDA sobre otro de la RFA en las competiciones europeas. Meses después, el Magdeburgo ganaría la Recopa y la selección oriental vencería a la occidental en un histórico partido de la Copa del Mundo disputado en Hamburgo. 

Alineación del Lokomotive Leipzig en la final de la Recopa ante Ajax. (LOKOMOTIVE LEIPZIG)

Tras alcanzar las semifinales de la UEFA en 1974 y los cuartos de final de la Recopa en 1982, cayendo ante el Barcelona, su mejor resultado continental llegó en 1987. De la mano del técnico Hans-Ulrich Thorale, disputaron la final de la Recopa ante el Ajax dirigido por Johan Cruyff. Con futbolistas como Rene Müller, Kreer, Baum, Heiko Scholz, Liebers, Edmond u Olaf Marschall, se plantaron en Atenas tras superar al Glentoran de Malta, el Rapid de Viena, el Sion o el Girondins de Burdeos. Sin embargo, en la gran cita, un gol de Marco Van Basten dio el título a los neerlandeses. Los ajaccied contaban, además de con «el cisne de Utrecht», con una larga lista de estrellas como Rijkaard, Wouters y Van t’Schip o jóvenes talentos como Bergkamp, Rob Witschge y Winter. 

En los ochenta llegaron los mejores años del Lok, ganando las Copas de 1981, 1986 y 1987, y pugnando por ganar la liga con el Dynamo de Berlín, el equipo de la RDA más vinculado al poder. En 1986, una pena máxima señalada por el colegiado Bernd Stumpf a favor de los berlineses en el minuto 95 fue tildado como «el penalti de la vergüenza» y la decisión provocó incluso una polémica política. Dos temporadas después, el conjunto de Sajonia también alcanzó el subcampeonato. Su último partido europeo fue en octubre de 1988 ante el Nápoles de Maradona. 

Tras la caída del Muro y en pleno proceso de reunificación, en la temporada 90-91, el Lokomotive logró el séptimo puesto en la Oberliga y mediante unos play-offs consiguió una plaza en la Bundesliga 2. Pretendiendo borrar vestigios de la era socialista, los dirigentes cambiaron el nombre del club y renombraron el club como VFB Leipzig. En la primavera de 1993, merced a fichajes como el del brasileño Franklin Bittencourt, lograron ser el primer conjunto de la antigua RDA que ascendió a la máxima categoría del fútbol germano. 

En su estreno en la Bundesliga, empataron a tres ante el Dynamo de Dresde en el derbi de Sajonia. La gran paradoja de aquel encuentro fue que Olaf Marschall, antigua estrella del Lokomotive, anotó un hat-trick para los aurinegros. Fue una campaña complicada en Leipzig, ya que apenas ganaron tres encuentros en todo el campeonato y quedaron en última posición. Ni el fichaje del macedonio Darko Pancev, Bota de Oro en 1992, aportó soluciones. En su banquillo se sentaron tres entrenadores diferentes. Entre ellos, Bernd Stange, un técnico que había dirigido a la selección de la RDA y que tras la reunificación fue despedido del Hertha de Berlín tras revelarse que fue informante de la Stasi. El también entrenador Ede Geyer y el delantero Ulf Kirsten también fueron acusados. 

Los jugadores del Lokomotive Leipzig celebran uno de los títulos de Copa. (LOKOMOTIVE LEIPZIG)

Reconstituido en 2004

Tras su descenso, el VFB comenzó un largo camino hacia la bancarrota deportiva y económica. De nada sirvieron el retorno de Thomale al banquillo o la contratación de un viejo conocido de la afición del Athletic como Dragoslav Stepanovic, la entidad acabó en cuarta división y fue disuelta en 2004. Entonces, algunos aficionados del equipo decidieron crear de nuevo el 1. FC Lokomotive, partiendo de la undécima división alemana. Varios miles a hinchas acompañaron al equipo en sus primeros encuentros y tras una fusión con el SSV Togau, lograron ascender la séptima categoría. 

Actualmente, está en el cuarto escalón del fútbol germano, integrando la Regionalliga Nordost junto siete clubes berlineses, entre ellos el Dynamo o el Tasmania –el peor equipo que ha pasado por la historia de la Bundesliga–, sus convecinos del Chemie Leipzig u otros conjuntos históricos de la RDA como el Carl Zeiss Jena, el Chemnitzer (antes Karl Marx Stadt FC) o el Energie Cottbus. 

Unos emparejamientos de enorme rivalidad histórica y que, lamentablemente, han terminado con graves incidentes en muchas ocasiones. En su etapa moderna, al Lokomotive de Leipzig le pesa el estigma de contar con ultras de extrema derecha entre sus aficionados. No han sido pocos los disturbios que han protagonizado con hinchas del BSG Chemie, de orientación claramente antifascista, y es conocida también su actitud contraria al RB. 

Desde la dirección del Lok se ha intentado cambiar la situación, expulsando a juveniles que se fotografiaron haciendo el saludo nazi en las redes sociales, fichando a un jugador israelí e impulsando a grupos como la Fankurve 1966, entre cuyos principios se encuentra que «enfaticemos que en el rechazo a las ideas inhumanas y que la discriminación y basuras similares no tienen cabida en nuestras filas». Los jugadores del equipo también han llegado a portar una pancarta contra el racismo. Sin embargo, fútbol no es un elemento aislado, ya que Sajonia es uno de los bastiones de la ultraderecha en Alemania, obteniendo la AfD más de un 20% de los votos en las elecciones federales de 2021 y siendo el epicentro de grandes movilizaciones negacionistas.

Durante la pandemia, el Lokomotive fue noticia gracias al «partido imaginario». Un encuentro mediante el que el club –fusionado de nuevo con un VFB que liquidó sus deudas– recibió un gran impulso económico y social. Se vendieron más de 140.000 entradas para un partido que nunca existió, aunque se emitió en directo por Youtube. Los jugadores del Lok saltaron al campo y realizaron varias acciones sin oposición, la mascota recorrió todas las instalaciones del club y, en total, se recaudaron 120.000 euros. Fue, hasta el momento, el último gran hito de un club cuya historia sirve para explicar la complejidad del pasado reciente de Alemania. Al igual que el propio Red Bull representa una alegoría digna de la película «Goodbye Lenin», la trayectoria del Lokomotive no es precisamente «Una historia simple» como relataría el novelista Ingo Schulze.