La retirada de Kaunas de la puja por la Final Four de la Euroliga, abre las puertas de Dubai
Aunque no se espera una decisión en firme hasta noviembre, la falta de apoyo economico público y otras dudas han retraído la idea de que el Zalgirio Arena vaya a acoger la Final Four de 2023, al tiempo que Berlín sería la elegida para 2024, tras tener que renunciar el año pasado por la covid-19.
Aún es especulación pero ya saltó la liebre, sobre todo a través del periodista especializado Donatas Urbonas, quien en el portal especializado «BasketNews» ha indicado que Dubai empieza a asomar en el horizonte como sede de la Final Four de 2023.
Sabido es que Dubai –y hasta Australia en menor medida– se han interesado por la Euroliga, al punto de que el emirato estaría dispuesto a poner una montaña de dinero –para los estándares que maneja la competición que ahora preside Dejan Bodiroga–, lo que indicaría albergar la Final Four, incluso con la opción de que el Coca-Cola Arena, que así se llama, abra sus puertas en tres ediciones consecutivas. Todas esas especulaciones se dieron a cuenta de la reunión que una delegación al más alto nivel tuvo con los mandatarios emiratíes el pasado día 11.
La cuestión es que se esperaba que Dubai, en caso de llegar a buen puerto esas negociaciones, albergaría la Final Four de 2024, siendo la ciudad lituana de Kaunas, una de las capitales más señeras del baloncesto en el Viejo Continente, quien acogiera esta fiesta del basket europeo el próximo mes de mayo.
Sin embargo, el gobierno de aquel país báltico ha decidido rechazar ofrecer apoyo económico alguno para que este evento tenga lugar en Kaunas. El presidente de Zalgiris, Paulius Motiejunas en declaraciones al portal «LRT.lt», que recoge el medio lituano «15min», ha admitido que «recibimos una respuesta de que no se asignará, porque se acerca un año de crisis y no hay dinero para este tipo de eventos».
Ejemplos extremos
Asimismo, desde la web «Eurohoops.net» se añade que, amén de la decisión del gobierno lituano, existían otras dudas con la opción de elegir Kaunas como sede de la Final Four, unas dudas que tienen en la reciente experiencia de Gasteiz de 2019 como punto de referencia.
Es decir, no cabe duda de que dentro del Zalgirio Arena, el evento sería un éxito, pero la capacidad de Kaunas hotelera para acoger a un gran número de aficionados y el propio «séquito» que arrastra la propia Euroliga, es otro cantar. Además, no hay vuelos directos a la ciudad desde muchos destinos internacionales.
En ese sentido, la Final Four de Gasteiz de 2019, un anhelo que Josean Kerejeta consiguió después de muchos años de trabajo en ese empeño, supuso un baño de realidad para la Euroliga. Si bien las instituciones definieron como «inmejorable» la repercusión de un evento que se calculó siguieron 200 millones de personas, las dificultades para encontrar alojamiento –Bilbo, Donostia, Iruñea y hasta Logroño alojaron a diversos aficionados y hasta empleados a cuenta del evento–, el precio de los mismos –por no hablar de las grandes fluctuaciones en el precio de los abonos, con diferencias obscenas entre lo caros que se pusieron a la venta y los precios casi «regalados» que hubo que poner a última hora para asegurar el lleno en las gradas– y la falta de coordinación evidenciada en el transporte.
Irse al opuesto del péndulo tampoco le ha dado resultados a la Euroliga, cuya intención de involucrar las ciudades de Londres y París en su proyecto baloncestístico tampoco ha resultado, sobre todo en la capital inglesa. El O2 Arena de Londres había acogido partidos de la NBA en su gira por Europa antes de albergar la Final Four de 2013, pero la Euroliga no es la NBA y pese a que los aficionados –diluida su repercusión como es esa megalópolis– pudieron alojarse y moverse a sus anchas, pero ir a Londres significa pagar los precios que exige esa ciudad, y como mucha gente «del continente» se echó atrás, al tiempo que los aficionados locales tampoco dieron el esperado paso adelante en masa, el resultado fue que las gradas del O2 Arena, que tan bien lucían llenas en los partios de la NBA, no tuvieran el mismo aspecto en la Final Four de 2013.
Iniciativas
El interés de Dubai, en todo caso, parece algo más serio y que proviene de la propia iniciativa emiratí, y no solo de las ilusiones de la Euroliga de que las más grandes ciudades le den cobijo a su competición. A pesar de que Dubai está bien lejos –el portal de viajes «rome2rio» calcula el viaje más rápido desde Loiu a Dubai en nueve horas, con una escala de una hora escasa en Múnich–, sus ansias de «apertura» son más que obvias, en vista a las inversiones que está llevando a cabo a este respecto.
Pero acoger la Final Four de 2023, por más que la Euroliga dirá su última palabra a lo largo del mes que viene, no es lo mismo que acoger tres ediciones seguidas, tal y como se especulaba. «Eurohoops.net» ha asegurado que en 2024 la fase final de la Euroliga regresará a Berlín, tal y como lo hiciera en 2016 –siendo aquella la última presencia hasta la fecha de Saski Baskonia en la punta de la pirámide del basket continental–, «desquitándose» de su ausencia el año pasado, cuando el elevado número de casos de covid-19 forzó el traslado de la sede de la capital alemana a Belgrado. Según el citado portal, esta decisión está tomada, independientemente de cuál sea la sede de la Final Four de 2023.
Así pues, habrá que ver si a Dubai y a la Euroliga les sale a cuenta organizar una sola Final Four en el citado emirato, al tiempo que existen otras opciones alternativas como son Estambul, Praga o Madrid, aunque sea con la boca pequeña, ya que en ninguno de estos tres casos ha habido una petición formal al respecto.
Recambios
En lo que se refiere a la Euroliga que se diputa adentro de las canchas, Saski Baskonia se las verá este viernes a las 20.00 ante Asvel Villeurbanne. Será este un partido de recambios y de caras nuevas, toda vez que Joan Peñarroya podrá tener a su disposición a Pierriá Henry tras su inesperado fichaje, así como a Markus Howard, una vez recuperado del susto que tuvo el pasado viernes ante Olympiacos.
Como es su deber, Joan Peñarroya, que no ha dicho nada sobre la inclusión de Howard, también ha querido templar gaitas con el tema de Pierriá Henry. «Es un jugador que dejó huella aquí en Gasteiz, que es un jugador muy querido y me parece fantástico que la gente se ilusione. Y aunque él viene a sumar y tiene que ser un jugador importante, no viene a salvar nada», ha advertido el de Tarrassa.
En opinión del técnico baskonista, Pierriá Henry ha llegado en buena condición física, pero «el mejor Pierriá» se espera para dentro de unas pocas semanas, en cuanto se haga al ritmo de entrenamientos y competición del equipo gasteiztarra.
El propio Asvel Villeurbanne viene con un significativo cambio en su plantilla. El pívot Alex Tyus, con experiencia en el Real Madrid o el Maccabi de Tel Aviv, entre otros, ha sustituido al bueno de Geoffrey Lauvergne, que sigue con su calvario con las lesiones, al punto de que se va a perder lo que resta de temporada. Tyus acumula 196 partidos en la Euroliga con medias de 7,3 puntos y 4,4 rebotes.
«(Alex) Nos aportará mucho a nivel defensivo por sus cualidades atléticos, también en el rebote. Tiene experiencia y conocimiento del juego», ha opinado al respecto de este fichaje el técnico galo TJ Parker.
En todo caso, volviendo a Peñarroya, el preparador catalán no las mtiene todas consigo en la previa al duelo de este viernes. «Si vamos a Lyon ‘contentos y alegres’, nos pondrán en nuestro sitio. Si no vas preparado a cada partido, un equipo como el nuestro no tiene nada que hacer», ha advertido Peñarroya.
Respecto a su rival, ha reflexionado que «es un equipo que cambia como local, con muy buenos atletas y con algunos jugadores muy importantes e incisivos en su juego» en el que destacan hombres como Nando De Colo o el exbaaskonista Youssoupha Fall, que cambia la forma de jugar del equipo.