Euskal Selekzioa prepara su regreso para diciembre
La Federacion trabaja para que la tricolor femenina pueda enfrentarse a Chile en Mendizorrotza año y medio después de su última comparecencia en el torneo internacional en el que ejerció de anfitriona.
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Año y medio después de que ejerciera de anfitriona en la Basque Country International Women’s Cup, Euskal Selekzioa volverá a saltar al campo en menos de un mes, si no hay contratiempos de última hora. Según ha podido saber NAIZ, la Federación ultima los detalles para que la tricolor femenina se enfrente a Chile el próximo veinte de diciembre en Mendizorrotza.
Como es habitual en estos casos, la Federación ha trabajado con discreción para el regreso de la selección. Hace un par de semanas se puso en contacto con los clubes para conocer su predisposición y ante la respuesta afirmativa de estos, se aceleraron los preparativos que deben desembocar en la 13ª comparecencia del equipo vasco desde que debutara hace algo más de tres lustros con un encuentro ante Argentina en el Stadium Gal.
Iñigo Juaristi, que en principio seguirá dirigiendo a la selección pese a su reciente llegada al banquillo del Alavés, y Aintzane Encinas no podrán contar con todas las jugadoras que quisieran ya que, pese a que la última jornada del año de la Liga F se disputará el fin de semana del 17 y 18 de diciembre, un día después de que Mendizorrotza acoja el encuentro frente a Chile concluirá la fase de grupos de la Women’s Champions League. Es decir, Irene Paredes (Barcelona), Damaris Egurrola (Olympique de Lyon), Nahikari García y Maite Oroz (Real Madrid) deberán atender los compromisos con sus equipos.
Si los preparativos llegan a buen término, será la primera vez que Mendizorrotza, donde el equipo masculino se enfrentó a Venezuela hace cuatro años, acoja a la selección femenina. También será inédito el rival aunque las vascas, entrenadas entonces por Arantza del Puerto, sí se enfrentaron a la selección sub20 de Chile hace catorce años, cuando se impusieron en el partido disputado en Galdakao (2-1, con goles de Nekane Díez y su ahora entrenadora Iraia Iturregi).
Será «La Roja» de categoría absoluta la que teste ahora a Euskal Selekzioa. Quinto en la pasada Copa América, el equipo de José Letelier –capitaneado por Christian Endler y con la alavesista Camila Sáez en sus filas– disputará la repesca intercontinental el próximo febrero para intentar hacerse con uno de los últimos billetes al que sería su segundo Mundial consecutivo.
Un torneo de una sola edición
La última vez que Euskal Selekzioa compitió fue en abril de 2021 en la Basque Country International Women’s Cup. Un torneo organizado por la Federación, con apoyo del Gobierno de Gasteiz, que en principio debían haber disputado, junto a la selección local, Argentina, Venezuela y Nigeria en formato de final-four y repartido entre Lezama y Zubieta. La renuncia a última hora por problemas burocráticos del equipo africano forzó la reconversión del torneo en triangular, que se jugó en las instalaciones de la Real. No hubo público entonces, por las restricciones derivadas de la pandemia, con lo que la afición se reencontrará con su equipo por primera vez en cinco años, desde que Ipurua acogiera el encuentro frente a la República Checa.
Se han espaciado mucho en el tiempo las últimas comparecencias de la tricolor. En la presentación de la Basque Country International Womens’s Cup, el entonces Director de Deportes del Gobierno Vasco Jon Redondo reconoció que el torneo nacía con vocación de continuidad pero ya entonces comprobaron los responsables la dificultad de organizar una cita de estas características y se ha acabado regresando a un formato más habitual.
El de Mendizorrotza será el decimotercer partido en la historia de Euskal Selekzioa, que echó a andar en 2006, bajo la batuta de Sebastián Martija, con un encuentro en el Stadium Gal frente a Argentina, y que ha ejercido de anfitriona en otras siete ocasiones, incluyendo la que le enfrentó a Eslovaquia en Anoeta en 2012, en un partido organizado por Euskal Herria Kirola y que ponía fin a un parón de cuatro años, y el doble compromiso en el triangular del año pasado frente a Venezuela y Argentina. Precisamente en Buenos Aires disputó su primer partido a domicilio hace tres lustros, a los que han seguido las visitas a Estonia, Catalunya –entrenada entonces por Natalia Arroyo– e Irlanda.