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Tras el ángel Marcelo llega el Inmaculado Corazón de María de Jorge Fernández Díaz

La solución a la guerra de Ucrania no vendrá con el envío de tanques Leopard sino con la consagración del Inmaculado Corazón de María. Eso es al menos lo que dice el ex ministro español del Interior Jorge Fernández Díaz en su último exabrupto ultracatólico.

Fernández Díaz contempla cómo el arzobispo Francisco Pérez bendice el cuartel de la Guardia Civil de Fitero en 2015, junto a Yolanda Barcina y el alcalde Pachi Yanguas. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Ni el envío de tanques Leopard ni una cumbre diplomática en Estambul. La solución a la guerra de Ucrania está en el ICM. Las siglas no corresponden a un arma de destrucción masiva ni a un organismo de mediación internacional, sino al Inmaculado Corazón de María, que parece ser la solución a los conflictos bélicos del siglo XXI.

Así lo escribió al menos en un artículo el ex ministro español del Interior Jorge Fernández Díaz escasos días después de que se conociera que la Fiscalía le pide quince años de prisión por sus tejemanejes del «caso Kitchen». Y poco antes de que se conociera que la cúpula de Interior a sus órdenes espió a María José Beaumont.

Fernández Díaz tiene ya una larga trayectoria de discursos que podrían calificarse de «fundamentalistas cristianos». Algunos también podrían llamarlos «alucinaciones». Todo ello comenzó cuando, tras llevar una vida disoluta, según él mismo reconoció, vio la luz y se convirtió. San Pablo se cayó del caballo cuando iba camino de Damasco. La conversión Fernández Díaz se produjo en el poco piadoso término de Las Vegas (Nevadas, EEUU). No se sabe qué estaba haciendo allí, pero él mismo ha contado esta historia en repetidas ocasiones. Eso sí, tanto cuando llevaba una vida disoluta como tras la conversión era un facha de mucho cuidado. De eso que llaman ahora «derecha extrema».

Desde Las Vegas su vida cambió. Y comenzó a tener la ayuda divina incluso en su acciones cotidianas. Buena parte de esa ayuda vino a través de su ángel de la guarda, que se llama Marcelo y que le ayudaba incluso a aparcar. Otros tenemos el coche lleno de rasponazos.

Fin del cisma ortodoxo

Del ángel Marcelo hemos pasado al ICM, al Inmaculado Corazón de María, cuyo triunfo en la pacificación de Ucrania, siempre según las palabras de Fernández Díaz, se producirá a través de su consagración. El exministro señala que este triunfo del Corazón de María podría venir con el retorno de la Iglesia Ortodoxa al seno de la Iglesia de Roma, poniendo fin al cisma de 1054. Parece ser que, teológicamente, una de las bases del cisma es que los ortodoxos no aceptan el dogma de la inmaculada concepción, por lo que la unión se daría por rendición de los rusos. Más o menos como los planes de la OTAN pero en el ámbito religioso.

No consta que el Patriarca de Moscú, Cirilo, o el propio Vladimir Putin estén muy de acuerdo con este planteamiento, pero eso no parece importarle mucho a Fernández Díaz que, según su visión del mundo, considera que «San Juan Pablo II hizo una consagración que obtuvo la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS sin mediar ni un proyectil entre la OTAN y su homónima comunista, el Pacto de Varsovia». Literal.

La pena, siempre según Fernández Díaz, es que «no se quiso aprovechar esa inimaginable situación para establecer una paz y colaboración estrecha y fructífera de Occidente con la Rusia cristiana ‘desde el Atlántico hasta los Urales’, como defendió De Gaulle. Alucinante.

La Virgen, por la España Unida

En el imaginario de Fernández Díaz, Dios quiere una Europa unida y una España unida. Así lo explicó en un alucinante vídeo. En 2015 Catalunya prepara su referéndum sobre la independencia. La respuesta del ministro español del Interior no fue solo mandar a policías en el ‘Piolín’ a repartir hostias como panes sino que se reunió con el papa Benedicto y ambos concluyeron que «el diablo quiere destruir España, pero no lo conseguirá».

«Me dijo que el diablo sabe los servicios prestados por España a la Iglesia de Cristo, conoce la misión de España, la evangelización de América, el papel de España durante la Contrarreforma, la persecución religiosa en los años 30 del pasado siglo, me lo fue diciendo literalmente...», contó Fernández Díaz.

«El diablo no lo conseguirá, pero apliquen las cuatro herramientas necesarias para derrotarlo en esta batalla: la primera, la humildad; la segunda, la oración; la tercera, el sufrimiento; y luego la adoración a la Virgen. Tengan confianza, el diablo no destruirá España», fue la respuesta de Ratzinger. La Virgen parece que vale tanto contra Puigdemont como contra Putin.

Devoto de San Raimundo

Fernández Díaz es un devoto de San Raimundo, patrón de Fitero. O eso dice al menos cuando va a la localidad ribera. El exministro fue el máximo impulsor de la construcción de un cuartel de la Guardia Civil en Fitero.

Curiosamente, la primera piedra se colocó en 2014 en la festividad de San Raimundo, el 15 de marzo. Mientras el mundo sea mundo, el 15 de marzo, San Raimundo, dice el refrán. Ese día se produjo una de las imágenes icónicas de los últimos años en Nafarroa, con el arzobispo Francisco Pérez con el hisopo y el ministro y las autoridades de la época (Yolanda Barcina, el alcalde Pachi Yanguas, ...) persignándose.

Jorge Fernández Díaz, en la colocación de la primera piedra del cuartel de la Guardia Civil de Fitero en 2014, junto al arzobispo Francisco Pérez, Yolanda Barcina, el alcalde Pachi Yanguas y otros. (Iñigo URIZ/FOKU)

La inauguración del cuartel tuvo lugar un año después, el Día de San Raimundo de 2015, donde se repitieron las imágenes de la bendición. También hubo una parada de los agentes del instituto armado antes las autoridades civiles y militares.