BBK finaliza la dotación del fondo de reserva pero no avanza su plan de inversiones
La fundación bancaria BBK ha anunciado que ha finalizado la dotación del fondo de reserva de 231 millones de euros para poder mantenerse como accionista de control en Kutxabank, donde dispone del 57% del capital social. Su presidente, Xabier Sagredo, ha eludido avanzar su plan de inversiones.
BBK Fundazioa mantiene el control de Kutxabank después de que haya constituido el volumen objetivo mínimo del fondo de reserva, fijado en 231 millones de euros. En ocho ejercicios, de 2015 a 2022, la entidad que preside Xabier Sagredo ha cumplido con esta condición regulatoria, dos años antes de la finalización del plazo oficial y con el hándicap de que en los años 2020 y 2021 no recibió dividendo del banco del que posee el 57% de sus acciones siguiendo las directrices del Banco Central Europeo.
Para mantener el control sobre Kutxabank tuvo que presentar en 2014 un plan financiero reforzado que incluía la constitución de un fondo de reserva superior a los 200 millones de euros que garantizase que pudiera acudir al rescate del banco ante una posible problema de insolvencia. A día de hoy, ha remarcado el presidente de BBK, Kutxabank es el banco más solvente del Estado español.
Sagredo –«emocionado», según ha confesado– ha comparecido junto a parte de su equipo para dar a conocer este «hito de gran relevancia» para la fundación bancaria. «Todo esto ha sido posible gracias a la buena gestión realizada por BBK que, además, pese a tener que responder a esta exigencia regulatoria, ha mantenido en estos años, incluso incrementado y afianzado, su presupuesto de Obra Social, la más grande por habitante del Estado español», ha destacado.
El presidente ha expuesto que la dotación del fondo de reserva garantiza «el arraigo del banco», haciendo que la entidad, la principal empresa de servicios del país y que da empleo a más de 6.000 familias, permanezca aquí. Además del fondo, BBK debía elaborar un plan de diversificación y gestión de riesgos.
Sagredo ha manifestado que la otra opción que tenían era desinvertir pero optaron por el «camino más difícil» y ha insistido que era la decisión «más adecuada» para blindar la Obra Social.
Según un estudio encargado a Deusto Business School, en cuyo patronato se sienta Sagredo, la decisión de no salir a Bolsa supuso dejar de perder unos 2.000 millones de euros. El informe asegura que «queda demostrado que la decisión de no salir a Bolsa ha protegido de forma efectiva el valor de la fundación BBK que, en última instancia y a través de su obra social, redunda en el conjunto de la ciudadanía de Bizkaia».
Mucho dinero para invertir
Una vez constituido el fondo, cuyo importe objetivo se recalcula anualmente en base al nivel de solvencia y de riesgo de Kutxabank, queda por aclarar a qué destinará BBK los alrededor de 60-70 millones de euros que le restan del dividendo anual del banco descontados los 40 millones que dedica a la obra social y a su funcionamiento. Ivan Francisco, subdirector general de BBK, ha indicado que las acciones participadas de la entidad rondan los 200 millones de euros.
Sagredo ha evitado pronunciarse a pesar de las repetidas interpelaciones de los medios de comunicación y les ha emplazado a una futura comparecencia en la que explicará su inversión en sociedades participadas. «Vamos a tener noticias y van a ser buenas», se ha limitado a apuntar.
Previsiones optimistas
Las previsiones que manejan son optimistas. El propio presidente ha dicho que va a ser una «estrategia a largo plazo» con participaciones diversificadas para aminorar riesgos. Lo cierto es que la dirección mantiene unas expectativas exultantes, ya que es consciente de que tiene más posibilidades de invertir y obtener dividendos ajenos a los de Kutxabank con los que financiar la Obra Social. El poder de la entidad también crece.
La gestión de Sagredo en este ámbito genera suspicacias dentro y fuera de la fundación bancaria. Tal y como informó NAIZ, el Banco de España frustró hace menos de un año su plan para crear una filial, Ondare SL, que se iba a encargar del control de las acciones en compañías como Iberdrola, Red Eléctrica, Arteche, Vidrala. El presidente no desmintió lo publicado aunque no está cómodo cuándo cuestionan su gestión.
Su nombre también salió a relucir recientemente en un pleno de control en la Cámara de Gasteiz, cuando EH Bildu interpeló al Ejecutivo de Lakua sobre la gestión en Kutxabank y BBK. A su vez, la plantilla de BBK Fundazioa demanda «transparencia» a la dirección.
BBK pone el foco en la consecución del «reto energético, centrado en la optimización y en estrategias de autoabastecimiento; el reto digital, poniendo a la tecnología más innovadora al servicio de las personas; y el reto demográfico, para garantizar el bienestar de toda la sociedad, sin dejar a nadie atrás».