«Echo de menos un final en alto serio, más duro, al quedar Arrate lejos de la meta de Eibar»

Mikel Landa destaca que este inicio de temporada ha sido diferente al de años atrás al no tener el Giro en su programa, y por eso ha disputado todas las carreras con una regularidad que le ha permitido ser séptimo en la Volta a la Comunitat Valenciana y Tirreno, segundo en Andalucía y quinto en la Volta a Catalunya.

Vuelve a la Itzulia tras su año más duro marcado por la caída del Giro. ¿Fue el momento más difícil como ciclista?

Quizás sí. Siempre he tenido alguna lesión, pero ninguna como ésta, que llegó en un momento clave porque afrontaba el Giro con muchas posibilidades de disputarlo y las cortó de golpe. Además, me condicionó toda la temporada porque intenté remontar para la Vuelta, pero en la etapa décima tuve un reventón porque el cuerpo no había recuperado.

¿Tras ese mal año fue importante volver en Tirreno con un podio con Pogacar y Vingegaard?

Sí, en invierno, además, me operé de la clavícula para quitarme la placa y la temporada la empecé de otra manera. En Tirreno logré unos buenos resultados para olvidar los malos momentos y darme la confianza que había perdido.

Un podio que se repitió en el Giro y Lombardía. Italia ha vuelto a ser el territorio más propicio...

Desde 2015 no había estado en el podio en una grande, había intentado volver y me quedaba cerca, y conseguirlo el año pasado es como un sueño cumplido. Al final, Lombardía era un objetivo y al acabar en el podio con Pogacar, aunque no ganes, ves que estás con el mejor del mundo y es bueno. Mis mejores resultados han sido en Italia, un país con mucha montaña que me viene bastante bien.

¿Condicionó la pasada temporada el nacimiento de su hijo Danel en julio al margen del recorrido del Tour, Giro y Vuelta?

En la vida de un deportista, aunque tengas un hijo, priorizas lo deportivo, pero sí. A principio de año tenía previsto correr el Tour, mi equipo decidió que hiciera la Vuelta y antes coincidió todo: el nacimiento de Danel y una lesión en el glúteo y en la espalda. No llegué bien a la Vuelta, no tuve tiempo de prepararla. Pero fui a Lombardia y hacía tiempo que no terminaba la temporada tan bien y acabar así me está ayudando a empezar bien este año.

Esta temporada ha sido séptimo en Valencia, segundo en Andalucía, séptimo en Tirreno y quinto en la Volta. ¿Le apena no haber elegido París Niza en vez de Tirreno, que era más favorable?

París Niza no la he corrido nunca y Tirreno se me había dado bien los últimos años. No contaba con el temporal que condicionó el recorrido al recortar la etapa más dura. En París Niza siempre hay abanicos de inicio y no me llama tanto. Me decidí por Tirreno, pero para el próximo lo tendré en cuenta porque esta edición no era la mejor para mí y me tenía que haber animado a París Niza, pero los recuerdos de años atrás me animaron a ir a Tirreno.

Al no correr el Giro, quería comenzar bien, disputar todas las carreras y llegar bien de forma a Catalunya, Itzulia y a las Ardenas. En todas las carreras he tenido buenas sensaciones, en las tres primeras sin ser recorridos ideales. La condición y la forma son muy buenas, sobre todo de cara a lo que viene.

¿El objetivo ha sido llegar al 100% a la Itzulia?

Catalunya también era una buena carrera para mí, con tres finales en alto y sin contrarreloj. No sé si al 100% o al 95%, es difícil decir. Estaba a tope también para Catalunya porque con la Itzulia sólo había una semana y si estás en una bien en la otra también.

La Itzulia tiene un recorrido diferente al de otros años, sin finales en alto y sin contrarreloj, que es una especialidad difícil para mí, con bonificaciones que benefician a corredores más rápidos. Veremos si se puede pelear por una etapa primero y luego por la Itzulia.

«Veremos si se puede pelear por una etapa primero y luego por la Itzulia»

Se ha enfrentado en Andalucía con Pogacar, en la Volta con Evenepoel y Roglic y en la Itzulia con Vingegaard y Enric Mas…

Son corredores que tienen mucha calidad y mucha ambición. Ya a nadie le gusta ir a las carreras a acumular kilómetros, los equipos necesitan resultados y da igual que sea Andalucía o París Niza, desde el principio se disputa todo.

¿Le perjudica la ausencia de un final en Arrate?

Echo de menos un final en alto serio, un poco duro. Han buscado que la carrera vaya abierta hasta el último día, que haya espectáculo por carreteras estrechas, encerronas. Será una prueba que hasta el último día no se va a decidir. Al subir Arrate y después San Miguel no es tan duro. Llegar a Eibar va a condicionar el final, será diferente a otros años.

Después acabará el primer bloque de la temporada en Flecha y Lieja.

La Flecha es una carrera que he corrido un par de veces y me gusta, aunque quizás me falta esa explosividad para estar al final, pero me veo bien y me gustaría probarme y ver donde puedo estar. Lieja es muy dura, pero al quitar Ans y San Nicolas es difícil para un escalador. A ver si se hace una carrera dura, que seguro que lo va a intentar Pogacar.

¿Pero el objetivo de la temporada es el Tour que comienza en Euskal Herria tras dos años de ausencia en la prueba?

Correré para prepararlo Dauphiné y es una oportunidad única al empezar desde casa. Vivirlo como corredor va a ser especial y quiero aprovecharme de la ventaja de conocer las carreteras y de tener el calor del público que siempre está ahí.

¿Sueña con ganar la primera etapa del Tour en casa?

Sí, pero necesito un puerto al final. Son etapas duras, nunca se sabe, pero es muy difícil.

¿Es le mejor oportunidad para subir al podio de París, con mucha montaña y muy poca contrarreloj?

Puede ser. Es un Tour muy bueno para un escalador, con poquita crono, solo hay una, bastante dura y en la última semana, y muchos finales en alto con mucho desnivel acumulado. Al final el resto del calendario lo voy a disputar con gente que estará en el Tour. No me veo tan lejos, estoy muy motivado, me encuentro muy bien y lo pelearé.