Los ocho triples de Guduric no pueden frenar la clasificación de Olympiacos a la Final Four
A pesar del partidazo del serbio de Fenerbahçe, la escuadra helena se ha impuesto con suficiencia merced de la veteranía de Sloukas y Papanikolau, y la gran segunda mitad de Vezenkov. Un parcial de 15-0 al final del segundo cuarto ha facilitado el camino al conjunto del Pireo.
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OLYMPIACOS 84 (3) - FENERBAHÇE 72 (2)
Bajo el humo de las bengalas, Olympiacos regresa a la Final Four, luego de que el conjunto del Pireo ha superado a un Fenerbahçe que no ha podido asaltar el Pabellón de la Paz y de la Amistad. Pese a los 26 puntos de Marko Guduric –igualando con Alexei Shved en el récord de triples en un solo partido, con ocho lanzamientos lejanos–, solo Motley ha dado la talla a lo largo de los 40 minutos. De hecho, los compañeros del serbio han firmado un 0 de 15 en triples.
Mientras, los 22 tantos de Sloukas, los 17 de Vezenkov y los 14 puntos y 11 rechaces de Papanikolau, a pesar de su amigdalitis, sin olvidar el partidazo en intimidación del gigantón Moustapha Fall, han acabado desarbolando a los de Dmitris Itoudis, principalmente merced a un parcial de 15-0 en los minutos finales del segundo cuarto, pasando del 29-31, única ventaja otomana, a un 44-31 que Fenerbahçe no ha sabido voltear nunca.
Ha sido un partido algo sincopado pese a los arranques de calidad. Por momentos, sobre todo en la primera mitad, ha parecido reinar la anarquíaLos nervios han encogido los brazos en este partido de desempate en El Pireo, con un Pabellón de la Paz y de la Amistad rugiente, porque entre fallo y golpe al aro y sistema cortado a medias y error inexplicable, un hombre de la casa como Kostas Papanikolau ha sido el primero en agarrar el toro por los cuernos. Tanto es así, que el alero ateniense se ha ido a 10 de los 20 puntos de su equipo, finalizando el primer cuarto con un discutible «dos más uno» sobre Tyler Dorsey, para dejar el cuarto en 20-15.
Marko Guduric, algo gris en esta serie, ha sacado su muñeca. a pasear para mantener a Fenerbahçe a distancia prudencial, enseñando el camino a sus compañeros en el lanzamiento lejano. Adentro de la pintura, la pelea entre Moustapha Fall y el exbaskonista Tonye Jekiri ha sido otro de los duelos singulares, con dos hombretones abriendo o cerrando espacios a compañeros o rivales como dos gladiadores y haciendo el paseo por la pintura en una aventura de incierto resultado para los ocho jugadores restantes en el parqué.
Dos parciales clave
En estas, Olympiacos ha esbozado u8na primera escapada al irse 29-23, pero la réplica en forma de 0-8 de Fenerbahçe no se ha hecho esperar, sacando petróleo a las dudas de un Larentzakis que, pese a su bien merecida fama de buen triplista y defensor, ha cometido todos los errores del mundo justo en sus dos especialidades.
No obstante, a partir del 29-31 ha sido Fenerbahçe el que se ha bloqueado, al punto de encajar un parcial de 13-0, al tiempo que han sumado para su planilla estadística un sinfín de tapones en contra, amén de ver cómo Jekiri y Calathes se han cargado con tres personales. Mientras, Olympiacos, sin bordar precisamente su juego, ha encontrado en la energía de Shaquielle McKissic y el criterio de Kostas Sloukas el punto de ignición para salir a escape y encender de nuevo la grada del pabellón de «Las dos Mentiras». Después de que el cuadro del Pireo haya estirado su parcial hasta el 15-0, dos tiros libres de Tyler Dorsey han paliado mínimamente el desaguisado para la escuadra gualdinegra. En todo caso, el 44-33 con el que se ha llegado al descanso ha permitido afrontar la segunda mitad a los de Georgios Bartzokas con un punto menos de nervios, al tener el desempate encarrilado.
Pelea entre rayos láser
Un par de conatos de cara a cara entre Isaiah Canaan y Guduric por un lado, y Nigel Hayes-Davis con David Walkup han marcado un tercer cuarto en el que Fenerbahçe ha perdido brevemente los papeles. Y en esa pérdida de concentración ha encontrado Olympiacos la brecha por donde consolidar su renta por encima de la decena, con Papanikolau, Fall y un Vezenkov observado por el técnico Mike Brown –Entrenador del Año de la NBA al frente de los Sacramento Kings– valiéndose de la coyuntura. Los ex dde Olympiacos Theo Papaloukas y Georgios Printezis han sido otros de los «VIPs» presentes en los palcos del Pireo.
Pero Fenerbahçe no se ha dado por vencido. Marko Guduric ha clavado su quinto triple, al tiempo que Tyler Dorsey y Nigel-Hayes Davis han conseguido acudir a la línea de tiros libres para bajar la desventaja del doble dígito, igual que la brega de Motley en la pintura, ante los problemas de faltas de Jekiri. Mientras, la megafonía, entre arengar a las masas y conminar al público a que dejaran de apuntar con los punteros láser, se ha erigido en otro de los protagonistas en un tercer cuarto bronco, con cuatro técnicas que ha pitado un trío arbitral encabezado por el basauritarra Juan Carlos García González.
Una vez más, Kostas Sloukas ha vuelto a asomar la cabeza en esa recta final del cuarto, con ocho puntos seguidos para contrarrestar el sexto triple de Guduric y dejar el pase a la Final Four en la mano de Olympiacos a falta de diez minutos: 65-52.
El último asalto ha sido un desmadre de dos contendientes casi resignados a la suerte del desempate. Carsen Edwards ha hecho una intentona final para meter a Fenerbahçe en el partido, pero entre Sloukas y Vezenkov y un «dos más uno» de McKissic, la escuadra del Pireo ha finiquitado el partido, a pesar de la numantina resistencia triplista de Guduric, antes de que el serbio, después de meter ocho triples, haya acabado eliminado por acumulación de una falta técnica y una antideportiva, luego de un violentísimo choque, pero involuntario y sin consecuencias, con Shaquielle McKissic.
El partido no ha dado, para más. Bueno sí. Porque ha vuelto a haber bengalas, igual que un año antes, pero no una invasión de campo tan exagerada como el año pasado.