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Alpecin, un equipo con las ideas claras que ha crecido junto a Van der Poel

Christoph Roodhooft, director general y máximo responsable deportivo, y su hermano Philip, gerente, sacan la máxima rentabilidad a su presupuesto. Es el único equipo que ha ganado en todas las grandes en las que ha estado, ocho, con un líder con el que han progresado desde que llegó con quince años.

Mathieu van der Poel y Jasper Philipsen, tras la victoria del flamenco del martes en Nogaro. (David RAMOS/AFP)

El Alpecin-Deceuninck es un debutante en el World Tour que logró ayer su decimosexta victoria en sus ocho grandes vueltas, con lo que iguala la cifra que lleva en esas pruebas el otro equipo que ha ganado en todas ellas, el UAE, siete con Pogacar en el Tour. No lo han conseguido conjuntos con un presupuesto muy superior como Jumbo y Soudal, que no ganaron en el Giro de 2021 ni en este Tour, y suman 19 triunfos y 14 en las otras seis. El Jayco lleva nueve y el todopoderoso Ineos únicamente ocho.

Ganó en su debut en el Giro en 2021 con Tim Merlier, que repitió ese año en el Tour, donde también venció Van der Poel, y Philipsen se llevó dos etapas en la Vuelta. El año pasado Mathieu van der Poel se vistió de rosa en su primer día en el Giro, donde también ganaron Stefano Oldani y Dries de Bondt, Jasper Philipsen se llevó los dos últimos sprints del Tour y Jay Vine ganó dos etapas en la Vuelta. En el reciente Giro Kaden Groves logró otra victoria y, en el Tour, Jasper Philipsen ya suma tres y tiene bien encarrilado el maillot verde.

Christoph Roodhoof explica a NAIZ las claves del éxito de una estructura que ha crecido con Mathieu van der Poel: «Tenemos el equipo desde 2008. Al principio era solo de ciclocross, pero teníamos corredores de talento y por eso empezamos a competir más en la ruta y, cuando no era suficiente ser un equipo continental para Mathieu, conseguimos crear un equipo Pro Continental en 2020 y esta temporada ya estamos en el World Tour».

Trece años con Mathieu

Roodhoof recuerda que «Mathieu está con nosotros desde que tenía quince años, vimos que tenía talento e intentamos desarrollar el equipo con él, para él ha sido perfecto y ha sido fácil seguir y crecer juntos. Son trece años ya y es muy fiel». Así tiene contrato hasta 2025 con un equipo al que subió en su debut como sub’23 en 2014, cuando se llamaba BKCP-Powerplus, tras ganar todas las carreras de ciclocross en 2013, incluido el Mundial junior. También ganó el arcoiris en la ruta en solitario con unos metros de ventaja a un grupo encabezado por Mads Pedersen.

Mathieu van der Poel llegó a un equipo con solo nueve corredores, entre ellos su hermano David, cuatro años mayor, fijo desde 2011 hasta 2022 y que, con el ascenso al World Tour, pertenece ahora al filial del Alpecin. Desde su debut como continental en 2009 hasta 2014 el equipo tenía como referentes a dos grandes especialistas de ciclocross como Niels Albert y Radomir Simunek y progresivamente dio más importancia a la ruta con el crecimiento de Van der Poel, hasta que en 2020 decide convertirse en UCI Pro Team con la llegada de Alpecin como sponsor.

Al ser el mejor equipo de su categoría ese año, se ganó el derecho de correr todas las pruebas del World Tour en 2021. Eso le permitió elegir el calendario y sacar más rendimiento a su presupuesto, con un gasto menor en la segunda categoría, para sumar más puntos y mejores resultados que la mayoría de equipos de la élite ciclista. Casi sin quererlo, se ha visto obligado a ser World Tour esta temporada, en la que ya lleva 20 victorias y es octavo en el ranking UCI con 9.016 puntos.

Renuncia a las generales

Christoph Roodhoof recuerda que «el UAE también ha ganado en nuestras ocho grandes vueltas, pero somos el único que lo ha logrado en todas las que hemos corrido. Intentamos buscar solo victorias. Hay que hacer una elección para ser un equipo que gana habitualmente. No queremos tener corredores para disputar la general porque para eso tienes que formar otro equipo, fichar a un líder y a corredores que trabajen para él».

En lugar de ficharlos, Alpecin pierde ciclistas importantes como este año a Tim Merlier o Jay Vine, pero sabe buscar otros que le den victorias a un precio asequible: «Tanto yo como mi hermano llevamos viendo carreras toda nuestra vida y una de nuestras capacidades es encontrar el talento en el momento correcto, cuando pueden progresar. Generalmente buscamos corredores ganadores, apostamos principalmente por los velocistas y por los ciclistas atacantes que nos pueden dar victorias. Los sprinters son los que tienen más posibilidades de conseguirlas».

Así ficharon a Philipsen, con contrato hasta 2024, cuando tenía dos triunfos en 2020 con el UAE, antes de que lograra su primera en una grande en la Vuelta. En los tres años en Alpecin lleva cinco en el Tour, dos en la Vuelta y otras veinte. No les vale: «Tenemos ya tres etapas y es magnífico, pero el gran objetivo de este Tour es el maillot verde y vamos a pelearlo. Hay que estar contentos con el Tour, pero queremos ganar una o dos más con él y las buscaremos también con Mathieu. La etapa de Limoges es la más especial porque le va muy bien y es la región de su abuelo. Es un buen objetivo, pero un ciclista como él puede entrar en las escapadas de la segunda y tercera semana».