Pogacar le aprieta las tuercas a Vingegaard en Puy de Dome, donde gana un estratosférico Woods
Tadej Pogacar le ha apretado las tuercas a Jonas Vingegaard recortándole ocho segundos en el mítico Puy de Dome, cima en la que se ha impuesto un estratosférico Michael Woods arrebatándole el triunfo a un Movistar que ya acariciaba la victoria con Jorgenson.
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Ocho segundos de diferencia le ha sacado Tadey Pogacar (UAE) a Jonas Vingegaard (Jumbo) tras atacarle a kilómetro y medio de la cima del Puy de Dome, mítico puerto que no se ascendía en el Tour desde 1988.
El esloveno se ha mostrado algo más fuerte que el danés, quien ha aguantado como ha podido la embestida de su principal oponente al triunfo final, cediendo un tiempo que todavía le permite seguir manteniendo el maillot amarillo.
Como ya sucedió en Cauterets, el de Komenda sigue enfrascado en devolver el golpe que recibió en la etapa que finalizó en Laruns y, con lo que queda de montaña por delante, el duelo entre los dos únicos aspirantes a subir a lo alto del cajón en París promete dar mucho juego en jornadas venideras.
Pogacar parece encontrarse mucho mejor a medida que avanza este Tour, pese a que Vingegaard dispone de todo un ejército de cualificados gregarios que se han afanado en hacer dura la subida, algo que ha afectado más a su propio compañero.
Y es que, pese a que la renta no ha sido excesivamente cuantiosa para los intereses del balcánico, sí que el hecho de que haya dejado atrás al escandinavo en las dos últimas etapas montañosas puede suponer un golpe moral que puede afectar de manera bien diferente a ambos contendientes.
Cumplida ya una semana de desgaste físico, las dos formaciones más potentes de la carrera –Jumbo y UAE– han dosificado sus esfuerzos para los últimos 25 kilómetros y la traca final de un Puy de Dome que no se ascendía desde 1988 –el último ganador fue Johnny Weltz (Fagor)– y que ha sido protegido sin la presencia de público en su tramo más empinado.
Escapada de kilates
Esa condescencia del pelotón ha permitido que desde el banderazo inicial se formase una escapada de muchos kilates, forzada por el primer ataque de Víctor Campenaerts (Lotto), pero a la que se han unido ciclistas de mucho peso, entre ellos Gorka Izagirre (Movistar).
Junto a él, su compañero Matteo Jorgenson –protagonista agridulce de la jornada–, además de Woods (Israel) –gran triunfador a la postre–, Powless (EF), Mohoric (Bahrain), Berthet (AG2R), Boivin (Israel), De la Cruz y Lutsenko (Astana), Abrahamsen y Gregaard (Uno-X), Burgaudeau y Latour (TotalEnergies).
De un primer entendimiento conjunto ha florecido una ventaja que se ha ido hasta los dos dígitos en forma de minutos, brecha que ha convencido a los fugados sobre sus reales opciones de hacerse con la victoria parcial.
Esa circunstancia ha provocado que en la parte final los ataques entre ellos se hayan multiplicado hasta que Jorgensen se ha hecho con la cabeza de carrera obteniendo una diferencia que ha ido manteniendo hasta bien entrada la subida a Puy de Dome y que ha hecho soñar a Movistar con la posibilidad de volver a ganar en la ronda gala cuatro años después.
De hecho, tanto el ritmo como la diferencia de más de un minuto del estadounidense sobre sus inmediatos perseguidores –Mohoric, Powless y Latour– a falta de cuatro kilómetros para meta hacía presagiar que la victoria no se le iba a escapar.
Sin embargo, el californiano no ha sabido regular sus fuerzas y se ha hundido en los dos últimos kilómetros, lo que, sumado a la estratosférica ascensión de un escalador puro como Woods, que sí ha sabido dosificarse, le ha permitido al canadiense lograr el triunfo más importante de su carrera deportiva al estrenarse en el Tour.
Finalmente, Gorka Izagirre ha entrado en undécima posición, a casi cinco minutos del ganador, mientras que Pello Bilbao (Bahrain) lo ha hecho en vigesimosegunda, cediendo casi diez minutos, y su compañero Mikel Landa, cinco puestos por detrás, a once minutos de Woods.
El gernikarra es el primer vasco clasificado –undécimo–, a 07.37 de Vingegaard, y Landa ya es decimocuarto, a 09.19 del danés.