Kastelijn da a Fenix el primer triunfo de un equipo continental en la carrera
Yara Kastelijn le ha dado a Fenix Deceuninck un triunfo histórico, al lograrlo por primera vez un equipo continental en las dos ediciones celebradas del Tour de Femmes. Demi Vollering (SD Works) le ha picado algunos segundos a Annemiek Van Vleuten (Movistar) en la exigente llegada de Rodez.
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A sus 25 años, Yara Kastelijn ha conseguido en el último muro de Rodez el triunfo más importante de su carrera deportiva. La ciclista neerlandesa ha sido la más fuerte de la escapada y lo ha demostrado en las ascensiones de Moyrazes y Lavernhe.
La cuarta etapa, la más larga de esta edición, con 177,1 kilómetros, ha destapado definitivamente la rivalidad entre las dos favoritas a hacerse con el triunfo final, Demi Vollering y Annemiek Van Vleuten.
La de SD Works ha conseguido sacarle varios segundos de ventaja a la campeona del mundo tras sumar los seis de bonificación al entrar en segunda posición, además de otros dos al abrir un pequeño hueco añadido.
Ha sido una jornada atípica. Junto a la inusual longitud del recorrido ha habido que añadirle otro factor poco común, una fuga numerosa con una renta más que importante, suficiente a la postre para la victoria de Kastelijn.
Hasta catorce corredoras se han metido en una escapada que ha acumulado hasta diez minutos de ventaja sobre un pelotón que se lo ha tomado con mucha parsimonia hasta que han faltado 50 kilómetros para meta.
No son pocos los equipos que vienen criticando la actitud de SD Worx por no llevar la iniciativa y el mando en el gran grupo, pero esa estrategia le está saliendo a las mil maravillas al conjunto neerlandés, que ahora tiene a sus dos primeras espadas comandando la general.
Con nervios de acero, pues la fuga le estaba arrebatando el amarillo a Lotte Kopecky, ha dejado la obligación de trabajar a otros equipos, como el Canyon y UAE, en primera instancia, y posteriormente DSM y Movistar.
Kopecky lanza la batalla
Consciente de su gran potencial, DS Worx ha dado orden de batalla cuando ha querido y, a partir de ese momento, ha puesto al pelotón en fila de a uno, haciendo sufrir a más de una rival que no ha estado a la altura.
Para defender su privilegiada posición ha sido la propia líder quien se ha encargado de la primera línea del frente, atacando a 24 kilómetros de meta –lo ha intentado con anterioridad–, cuando la carretera se ha puesto más escarpada, con dos cotas por franquear y la exigente rampa final como guinda.
Hasta en cinco ocasiones ha demarrado la corredora flamenca para abrir un pequeño hueco sobre el grupo de las favoritas, defendiéndose mejor de lo previsto para una clasicómana como ella, fructificando su esfuerzo en conservar el maillot amarillo.
Además, ha servido de puente para una posterior arrancada de Vollering, intento que no ha podido ver materializado la neerlandesa, al no permitírselo ni Van Vleuten, ni el resto de ciclistas cabeceras.
A esas alturas, Kastelijn ya ha dejado atrás a todas sus compañeras de aventura, demostrándose como la más fuerte cuando han llegado las cotas que iban a decidir el triunfo parcial de la etapa y también la lucha entre las favoritas.
En Lavernhe, último obstáculo montañoso del día, Sheila Gutiérrez ha realizado un trabajo fantástico para Van Vleuten, primero acelerando el ritmo, después cazando a Kopecky –a esas alturas ya tenía recuperado el amarillo– y finalmente tirando de la maillot arco iris cuando ha vuelto a atacar Vollering, siguiendo a la riojana a duras penas.
Un signo de debilidad que acabaría haciéndose más palpable en la rampa de medio kilómetro previa a la meta de Rodez, donde la campeona mundial aún tuvo arrestos para atacar, para ser correspondida con mayor solvencia por una Vollering que le ha sacado ochos segundos y también cierto golpe psicológico, a la espera de la etapa del Tourmalet, donde todo apunta a que se decidirá esta segunda edición del Tour de Femmes.