La Federación Española destituye a Jorge Vilda cubriéndole de elogios
Seleccionador absoluto desde 2015 tras pasar por categorías inferiores, el técnico madrileño también abandona su puesto como Director Deportivo. Su hasta ahora ayudante Montsé Tomé, le sucede en el cargo.
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Jorge Vilda ya no dirige a la selección española ni el fútbol femenino dentro de la Federación Española. La entidad ha destituido al técnico madrileño, que pone fin a una etapa de ocho años al frente de la selección absoluta, a la que llegó tras pasar por categorías inferiores. El «affaire Rubiales» se lleva por delante a uno de sus principales aliados, soporte –tanto Vilda como su padre le dieron su voto en las elecciones de la RFEF– y beneficiario al mismo tiempo. No en vano Luis Rubiales le ofreció públicamente la renovación y un considerable aumento de sueldo durante su polémica intervención en la Asamblea de la Española del pasado 25 de agosto.
Lo cierto es que en el comunicado con el que ha hecho pública la destitución de Vilda, que cataloga como «una de las primeras medidas de renovación anunciadas por el presidente Pedro Rocha», no se detallan los motivos de la decisión. Además, la Federación Española se deshace en elogios hacia el ya ex-seleccionador y ex-director deportivo, al que «agradece su labor» y los «éxitos cosechados durante su etapa coronados con la reciente consecución del Mundial. Ponemos en valor su intachable conducta personal y deportiva, siendo una pieza clave en el notable crecimiento del fútbol femenino en España. Durante su extensa etapa, Vilda ha sido promotor de los valores del respeto y la deportividad en el fútbol».
Añade que desde «su llegada a la Federación, Jorge Vilda ha dado un notable impulso que se refleja en los grandes resultados obtenidos. Como entrenador, alzó dos veces el Europeo sub-17 y también conquistó el Europeo sub-19, siendo la consecución del Mundial de Australia y Nueva Zelanda el mayor de sus logros. Cuando, en 2015, asumió el banquillo de la Selección, el combinado nacional estaba lejos de la élite y ahora mismo ocupa la segunda posición del ranking FIFA». Recuerda, además, que con Vilda como Director deportivo, «España ha ganado el Mundial sub-17 en dos ocasiones (2018 y 2022) y también alzó el trofeo en categoría sub-20 (2022). Además, en el palmarés lucen dos campeonatos de Europa sub-19 y dos Europeos sub-17, siendo la cantera nacional la más laureada en la actualidad».
La nota concluye con la «gratitud a Jorge Vilda por los servicios prestados, por su profesionalidad y su dedicación durante todos estos años, deseándole para el futuro los mejores éxitos. La RFEF se queda con un extraordinario legado deportivo gracias a la implementación de un modelo de juego reconocido y una metodología que ha sido motor de crecimiento para todas las categorías femeninas de la selección».
Jorge Vilda entró en la Federación Española en 2010 de la mano de su padre Ángel, seleccionador en categorías inferiores. Pasó con éxito por los banquilllos de las selcciones sub17 y sub 19, con las que conquistó títulos y medallas a nivel europeo y mundial, antes de suceder en 2015 a Ignacio Quereda al frente de la absoluta, con la que ha ganado el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Lo conseguía en su octavo año en el cargo y tras la deserción de buena parte de las internacionales españolas. Quince de las jugadoras que disputaron la Eurocopa del pasado verano a sus órdenes, renunciaron dos meses después a seguir vistiendo la camiseta rojigualda mientras no mejorasen las condiciones de trabajo en la Federación Española, que consideraban obsoletas y lejos de los stándares que exige el fútbol de alto nivel.
Vilda, respaldado por Luis Rubiales, optó por la mano dura y solo algunas de las futbolistas que posteriormente se «arrepintieron» formaron parte de la convocatoria mundialista. Sin embargo, el malestar personal y profesional con el entrenador era patente y los hechos protagonizados por Rubiales en la final del Mundial y las posteriores reacciones, incluyendo la del propio seleccionador, no solo no han apaciguado los ánimos sino que han acabado desembocando en su salida.
Montse Tomé le da el relevo
Falta por ver si es una operación de maquillaje o el inicio del cambio más profundo que reclama el mundo del fútbol. De momento, la Federación Española opta por la línea continuista y coloca en el cargo a Montse Tomé, segunda entrenadora de Vilda hasta ahora y primera mujer que dirige la selección española absoluta.
Eran muchos los nombres que se manejaban en la rumorología pero el puesto es finalmente para la exfutbolista asturiana, cuya trayectoria en la Española también arrancó en categorías inferiores y que ejercía de ayudante de Vilda. Fue muy criticada por su presencia, aplausos incluidos, a Rubiales en la famosa Asamblea de la «no dimisión» –en la que el presidente de la RFEF le ofreció la Dirección deportiva de las selecciones femeninas– aunque posteriormente firmó un comunicado conjunto con casi todo el cuerpo técnico de la selección española en el que hacía pública su dimisión y denunciaba haber sido «obligada» a ocupar un asiento en primera fila en aquel acto.
A tenor del escueto comunicado de la Federación Española, en el que no se detalla quiénes conformarán el equipo de trabajo de Tomé, si también se hará cargo de la Dirección deportiva o hasta cuando firma, no se trata de una cuestión interina. Debutará de inmediato porque el próximo 22 de septiembre arranca la Liga de Naciones UEFA, en la que las campeonas del mundo debutarán enfrentándose a Suecia y Suiza, a los que curiosamente eliminó en su camino al título mundial hace menos de un mes.
Tomé (Pola de Siero, 1982), se formó en las categorías inferiores del Oviedo Moderno, antes de pasar por Levante y Barcelona para concluir su trayectoria como futbolista de vuelta en el equipo asturiano. En 2018 ingresó en el cuerpo técnico de la Federación Española, desde cuando ha acompañado a Jorge Vilda como segunda entrenadora de la absoluta.