Nueva Zelanda prolonga la maldición irlandesa y Argentina doma a los dragones galeses

A la décima tampoco ha sido la vencida. La maldición de Irlanda en los Mundiales seguirá al menos cuatro años más. Diez Copas del Mundo y los del verde seguirán sin saber qué es jugar una semifinal. Y eso que esta vez llegaban a la cita en lo más alto del ranking, pero han tenido la mala fortuna de cruzarse en cuartos de final con unos All Blacks que personifican todo lo contrario, aunque no estén en su mejor momento vuelven a meterse en la pelea por el título. Solo una vez, en 2007, se quedaron fuera dos los cuatro mejores.

A Irlanda le ha costado entrar en el partido, Nueva Zelanda llegaba antes a los puntos de contacto, ganaba balones, forzaba faltas y sumaba puntos. El 13-0 del ecuador de la primera mitad, con ensayo de Leicester Fainga'anuku incluido, no hacía presagiar nada bueno para los del trébol.

Afortunadamente para ellos, y para los espectadores neutrales, el ensayo de Bundee Aki equilibraba el marcador, y un nuevo intercambio en la recta final –con anotaciones de Savea para los de negro y Gibson Park para los de verde– dejaba las cosas en un apretado 18-17. Curiosamente, los cuatro ensayos habían sido marcados por jugadores nacidos en Nueva Zelanda, dos de ellos nacionalizados en la isla esmeralda.

Irlanda había salvado el primer arreón. En la segunda mitad, los All Blacks han vuelto a abrir hueco después de que Mo’unga se colara con suma facilidad por mitad de la defensa para asistir a Will Jordan. Irlanda hacía la goma y volvía a ponerse a un punto gracias a su demoledor maul (25-24). Los de negro se quedaban con uno menos y parecía el momento propicio para la voltereta. No ha llegado. Al contrario, Jordie Barret ha pateado el 28-24 e Irlanda se ha topado con un muro en su intento por sumar cinco puntos salvadores.

Triste despedida para una leyenda del rugby como Jonathan Sexton, que a sus 38 años cuelga las botas como poseedor del récord de puntos anotados con la selección del trébol.

De menos a más

El rival de los oceánicos en semifinales será una Argentina que se plantaba en esta ronda con muchas dudas y no menos debate sobre algunas decisiones de su técnico, el australiano Michael Cheika. En la primera fase cayeron ante Inglaterra a pesar de jugar casi todo el partido con uno más y sufrieron para doblegar a Samoa y Japón.

Enfrente una Gales vestida con el traje de favorita, que venía de dominar sin apuros el grupo C. Además, para el minuto 20 el marcador señalaba un 10-0 para los dragones, y daba la sensación de que gota a gota la balanza se iba a inclinar de su lado. Pero ya se sabe que los argentinos sacan energías extra cuando visten la albiceleste, y se han agarrado al partido con dos golpes que les han permitido llegar 10-6 al descanso.

Otros dos zapatazos de Bofelli nada más volver del vestuario ponían a los Pumas por delante (10-12). Había partido. El ensayo de Tomos Williams era respondido por Sclavi, y con 17-19 se llegaba a la recta final.

Ahí se han vivido las dos jugadas clave. Primero Matías Moroni se jugaba el pellejo para salvar sobre el abismo un ensayo de Rees-Zammit, y casi a renglón seguido Nicolás Sánchez aprovechaba un error galés para robar un balón en el centro del campo, correr como un poseso hasta lanzarse bajo los palos y sentenciar el choque (17-26, m.77). Él mismo ha puesto la guinda con un golpe (17-29).

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— Rugby World Cup (@rugbyworldcup) October 14, 2023

Tercera ocasión en la que Argentina jugará unas semifinales mundialistas, después de las de 2007 y 2015, saldadas en ambos casos con derrota. Pero esa será otra historia, el próximo viernes a partir de las 21.00. Se hablaba de que el hemisferio norte podía reinar sobre el sur, pero de momento dos equipos europeos que terminaron líderes de grupo se marchan para casa.

Este domingo se definirá la segunda semifinal. Inglaterra se medirá con Fiji a las 17.00, mientras que a las 21.00 será el palto fuerte, con la anfitriona Francia frente a la vigente campeona, Sudáfrica.