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Los «protocolos de seguridad» de la visita del Maccabi a Valencia amedrentan a los aficionados

Menos de 3.000 espectadores acudieron a La Fonteta el miércoles, y lo hicieron bajo fortísimas medidas de seguridad, incluyendo la prohibición de cualquier bandera palestina. Sí hubo banderas israelíes y se guardó un minuto de silencio por las víctimas, pero no de Gaza.

Pese a que La Fonteta no llegó a los 3.000 aficionados, estos debieron aguardar largas colas por las estrictas medidas policiales a cuenta de la visita del Maccabi. (José Miguel FERNÁNDEZ | AFP PHOTO)

Después de no disputar la segunda jornada de la Euroliga ante Armani Milano, duelo que se recuperará el día 31 en tierras lombardas, el Maccabi de Tel Aviv volvió a jugar el miércoles un nuevo partido de Euroliga. Cayó por 75-66 en la cancha de Valencia Basket, una Fuente de San Luis que presentó una imagen desangelada, con una entrada oficial de 2.809 espectadores, incluyendo un pequeño grupo de seguidores macabeos, amedrentados por un «protocolo de seguridad» que provocó larguísimas colas en la entrada del pabellón, una presencia policial constante y agobiante, y ningún recuerdo por las miles de víctimas de Gaza, sino solo por las del pasado día 7.

El partido fue declarado «de alto riesgo» y se calcula que hubo un operativo de unas 700 policías, con ayuda de helicópteros y demás para «garantizar la seguridad», aunque dos terceras partes de los habituales 7.000 espectadores que suelen acudir de media a los partidos de Valencia Basket, sin ser esta comunidad la más combativa en estos términos, decidió no acudir a su pabellón.

Asimismo, el Maccabi vistió de negro lució en el calentamiento camisetas con un lema que reclamaba la liberación de los secuestrados por las Hamas. Una postura congruente por su parte, tanto como buscar la adhesión absoluta y la censura a cualquier tipo de matiz u opinión discordante.

La única persona que burló mínimamente el discurso unívoco en favor de Israel fue el speaker de La Fonteta, que en el momento de pedir a los espectadores ponerse de pie para realizar un minuto de silencio, recordó «a las víctimas de los dos lados». Ese fue el único instante en el que alguien se acordó de Palestina en la noche del miércoles.

También se acordaron de Palestina para prohibir terminantemente que una sola bandera pudiera colarse en La Fonteta, aunque el banquillo del Maccabi y su hinchada bien que pudo mostrar la bandera israelí durante el minuto de silencio y también después.

¿Cómo seguir con esto?

La Euroliga tiene que decidir, en todo caso, qué hacer con el Maccabi –y con los equipos que disputan la Eurocup–. Difícilmente se puede pensar en una expulsión como los equipos rusos después de la inbasión de Ucrania, pese a que en las redes se puedan encontrar titulares como «directivos de la Euroliga quieren expulsar al Maccabi» en una web especializada como solobasket.com.

Con todo, la mentada web indica que «hay dirigentes importantes de la máxima competición continental que están empezando a sugerir que el Maccabi Tel Aviv debería ser expulsado de la presente edición de la Euroliga. Hay preocupaciones reales y muchas incertidumbres sobre el futuro inminente. Incluso se comenta que algunos comparan la situación del equipo israelí con la de los equipos rusos».

Ante esta situación muy tensa entre Euroliga y Maccabi, el club hebreo está en constante comunicación con la organización y está intentando transmitir que la situación de seguridad mejorará en pocas semanas, pero no existe ninguna garantía de ello.

Es más, sí que parece que el resto de los equipos van a renunciar ingresar en Israel aun en el caso de que las hostilidades en Gaza terminaran inmediatamente.

Hay un precedente algo caprichoso del año 2004, cuando el Pamesa Valencia renunció a viajar a Tel Aviv aduciendo falta de seguridad, luego de que una acción israelí terminara con la vida de un miembro de Hamas y este grupo amenazase una venganza frente a civiles israelíes.

El club taronja pidió a la Euroliga en aquel entonces que aplazara el partido o que buscara un pabellón fuera de Israel donde jugar. Sin embargo, la organización de la máxima competición continental no aceptó los argumentos del club valenciano y decidió darles el partido por perdido. 

En principio, lo más seguro es que el Maccabi dispute sus partidos como local en otro emplazamiento. Nicosia, en Chipre, parece tener más papeletas que nadie, toda vez que el cuadro macabeo entrena allí, aunque Partizan llegó a ofrecer su cancha al cuadro de Tel Aviv como feudo y también se especula que la ciudad de Atenas estaría dispuesta a acoger los partido del conjunto hebreo.