La Euroliga se reúne este martes para aclarar qué hacer con el Maccabi y una posible ampliación
Aunque no hay unanimidad, todo apunta a que el club israelí no será excluido, sino que jugará a puerta cerrada, siendo las sedes de Chipre y Belgrado las que más posibilidades tienen. La Euroliga ansía hacerse con equipos de Londres y París, lo que podría traer dividir la Fase Regular en dos grupos.
Mientras continúa la masacre de Israel sobre Gaza, el futuro del Maccabi Tel Aviv en la Euroliga sigue siendo incierto. Según anuncia la web Eurohoops.net, habrá una reunión este martes en Estambul con los accionistas de la competición para discutir el futuro del equipo israelí, incluida su cancha. Entre esos accionistas se encuentra Saski Baskonia, como es bien conocido.
Porque antes que nada, parece muy difícil que, a diferencia de los clubes rusos tras la invasión del ejército ruso a Ucrania en febrero de 2022, la escuadra macabea no parece que vaya a ser excluida de la competición. Cierto es que dista mucho de haber unanimidad de pareceres, y viendo que en los partidos que disputa Maccabi lejos de su cancha, el potente dispositivo policial ahuyenta a los espectadores –menos de 3.000 espectadores en Valencia; poco más de 6.500 en el OAKA de Atenas, cuando tiene un aforo de 20.000 espectadores, el pasado viernes–, algo que no hace ninguna gracia a los rectores de los distintos clubes.
Así que lo más seguro es que Maccabi deba jugar sus partidos como local en un emplazamiento distinto a La Mano de Elías. Si bien el presidente de la Asociación de Baloncesto de Chipre, Andreas Mouzouridis, anunció previamente que el Maccabi jugará partidos de la Euroliga en la isla a puerta cerrada, todavía no hay nada seguro. Y es que la ciudad de Belgrado es la opción preferida por la escuadra de Tel Aviv.
¿Una Euroliga de dos grupos?
Asimismo, esta reunión volverá a retomar la cuestión de añadir nuevos equipos a la Euroliga, toda vez que la semana pasada la citada web Eurohoops.net se hacía eco del interés de incorporar al París Basketball al grupo de conjuntos que disputan el principal torneo por clubes del continente.
París, junto a Londres, ha sido la niña de los ojos de la Euroliga, que desde los tiempos de Jordi Bertomeu al frente ha querido ofrecer «una Euroliga de grandes plazas», como serían las incorporaciones de París o Londres en conjunto a «una Euroliga de plazas con tradición», como serían las plazas de Gasteiz o Kaunas, por poner dos ejemplos claros.
Con una Eurocup que vive una cerrada pugna con la FIBA BCL, competición en el que equipos sin opciones de ingresar a la Euroliga ven una alternativa interesante, la Euroliga lógicamente intentará reforzar su principal torneo.
La cuestión es que el calendario ya está de por sí saturado, con varias semanas de doble jornada, con la exigencia física y económica que ello supone, tanto en aviones y alojamientos como en plantillas, ya que los clubes tienden a apostar por plantillas de más de 12 efectivos, para sí brindar algo de descanso a sus jugadores. Toda esa conjunción fue, por ejemplo, el motivo por el cual Gran Canaria renunciara a participar en la presente Euroliga, pese a que haber ganado la Eurocup le daba derecho a ello. Por ende, afrontar una Euroliga de 20 o más clubes con un solo grupo, como es el caso en la actualidad, se antoja inviable.
La forma de arreglar el desaguisado, caso de tomar esa resolución, tendría que ser dividir la Fase Regular en dos grupos y añadir alguna ronda intermedia antes de las eliminatorias directas. Pero en este caso, tampoco hay claridad en los pareceres.