En su quinto partido en la NBA, Victor Wembanyama se merienda a Kevin Durant y Devin Booker
Los Spurs han derrotado a Phoenix Suns a domicilio por 121-132, con el ala-pívot galo sumandio 38 puntos, 10 rebotes, 2 asistencias, un robo y 2 tapones, siendo superior a uno de los candidatos principales de la Conferencia Oeste, sobre todo en los minutos de la verdad del último cuarto.
Para leer este artículo
regístrate gratis o suscríbete
¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión
Se te han agotado los clicks
38 puntos (15 de 26 en tiros, 3 de 6 en triples), 10 rebotes, 2 asistencias, un robo y 2 tapones. Esa es la impresionante hoja de servicios con la que Victor Wembanyama selló su primera noche de ensueño en la NBA y que sirvió además para que los San Antonio Spurs ganaran por segunda vez en tres días a los poderosos Suns, por 121 a 132.
Desde que la NBA contabiliza los tapones (1973-1974), solo dos jugadores de menos de 20 años habían logrado más de 35 puntos, 10 rebotes y 2 tapones en un encuentro: LeBron James (2004) y Kevin Durant (2008).
El seguimiento de las andanzas de este muchacho, sobre todo si se limita todo a cifras y estadísticas, parece un capítulo ininterrumpido de «Gargantúa y Pantagruel», porque el ala-pívot francés de los Spurs viene es en sí mismo una oda a la exageración. Empezando por su altura, su envergadura, su versatilidad y ahora, además, la demostración en tiempo real de que la NBA ha abrazado con amor y dulzura al ex de Asvel Villeurbanne y el Metropolitans 92.
No son números los que ha hecho el gigante de Le Chesnay, o no solo; no son triple, o mates o tapones; es el cuándo, el cómo y delante de quién, o de quiénes. Los Phoenix Suns están llamados a ser uno de los oponentes directos en la Conferencia Oeste de los Denver Nuggets y Wembanyama se ha impuesto a un equipo capitaneado por Kevin Durant y Devin Booker con la aparente sencillez de un elegido al trono que recién llega y demuestra su poderío.
Loas pupilos de Gregg Popovich ocupan la octava plaza del Oeste con un balance de 3-2; es decir, que Wembanyama ha necesitado solo de cinco (5) partidos para anunciar que ha llegado para quedarse.
Después de haber tenido unas cómodas rentas, los Spurs se han visto acogotados por los Suns en los últimos minutos, llegando a arrimarse 116-119 y con un ambiente casi más de play-offs, con una defensa de contactos que por momentos ha sacado de la pintura a ‘Wemby’ a empujón limpio. La réplica ha llegado en una suceción compuesta por un mate con la izquierda tras ganar la posición sin balón, un reverso por encima de Kevin Durant y un triple frontal. El marcador ha pasado ponerse 116-126 y no ha habido otra que rendirse a la evidencia.
Palabra de Popovich
Después han llegado los halagos, la inundación de clips en las redes sociales y, sobre todo, las palabras de todo un Gregg Popovich, que ya sabe lo que es lidiar con una gran estrella desde sus primeros pasos en adelante.
«Victor lo tiene todo para ser una súper-estrella con el tiempo», ha declarado tras el encuentro el técnico de San Antonio, tan gustoso de soltar cualquier perla cuando llega la ocasión, pero tan cuidadoso en otros momentos.
«Lo primero que vi es que sus padres hicieron un gran trabajo: es uno de los chicos de 19 años más maduros que he conocido. Su carácter es increíble, su perspectiva del mundo es muy madura, entiende quién es y se siente cómodo en su piel. Sabe que hay mucha expectación en torno a él. Es algo que ignora, sabe que tiene trabajo que hacer», ha añadido.
Porque Popovich no ha querido ir de mentor, sino que ha hecho recaer sus halagos en la propia mentalidad del jugador francés. «Muchos tienen talento, pero aquellos que acaban siendo súper-estrellas tienen algo que los demás no tienen. Es algo que está en su mente. Tienen carácter, confianza en sí mismos, una disciplina única, fundamentos excelentes, pueden competir y son perseverantes día tras día y año tras año. Siguen un camino que les permite ser excelentes, eso es lo especial, ese carácter único, y no se encuentra en cada jugador», ha remachado.