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El Nápoles, un polvorín a 48 horas de recibir al Barcelona en los octavos de Champions

Si ya el Barcelona no llega en su mejor momento a los octavos de Champions, lo del Nápoles es de traca. A falta de 48 horas para el duelo con los culés, el cuadro transalpino ha contratado un nuevo técnico, Francesco Calzona, que bien puede llegar a tiempo para el duelo o ser presentado el jueves.

Walter Mazzarri ya es historia en el Nápoles. (AFP PHOTO)

No es algo que suela ocurrir muy habitualmente. A solo 48 horas de un envite tan importante como unos octavos de Champions, el Nápoles –habría que decir su dueño, el singular Aurelio de Laurentiis– ha tomado la decisión de relevar en el banquillo a Walter Mazzarri.

Su sustituto, Francesco Calzona, fue asistente de Luciano Spalletti, actual seleccionador italiano. Lo curioso no es solo que el nuevo inquilino del banquillo napolitano va a tener que compaginarlo con su condición de entrenador de Eslovaquia, sino que a estas horas no se sabe a ciencia cierta si dirigirá a los partenopeos frente al conjunto catalán o si será presentado el próximo jueves.

Todo un polvorín, que no se diferencia mucho de la situación que vive el Barcelona, donde también Xavi Hernández parece jugarse el puesto dependiendo de lo que ocurra en este cruce europeo, en el que el conjunto catalán lleva ocho años sin ganar.

Ni siquiera la victoria in extremis de Balaídos ha frenado el torbellino crítico hacia una escuadra que no se parece en nada a la que el curso anterior consiguió levantar el trofeo liguero, pese a tratarse de un bloque en construcción por aquel entonces.

Se suponía que la llegada de nuevos talentosos futbolistas en el pasado mercado veraniego iba a aumentar la competencia y el nivel en el vestuario blaugrana, pero ha ocurrido justamente lo contrario.

El Barcelona ha pasado de ser el equipo que menos encajaba en el torneo de la regularidad a ser un auténtico colador y, pese a recortar las diferencias con el Real Madrid en Liga, las pocas opciones de alcanzar a los blancos hacen que realizar un papel digno en la Champions –llegar a semifinales ya sería un éxito inesperado– se haya convertido en el principal objetivo.

El Inter, líder

En el polo opuesto del fútbol transalpino está ahora mismo el Inter. Líder en solitario de la Serie A, con nueve puntos de ventaja sobre la Juve y un partido menos por disputar, además de haber levantado hace pocas semanas la Supercopa.

Ese gran rendimiento no le dio para superar a la Real en su grupo de Champions, quedando en segunda posición, lo que le obliga a disputar la ida en su estadio ante un Atlético que cambia completamente de cara en función de si ejerce como visitatante o local.

Por eso, la prueba es de órdago para los pupilos de Simeone, que bajan muchos enteros cuando no están arropados por sus incondicionales, aunque cuentan a su favor con que la eliminatoria se resolverá en el Metropolitano si son capaces de sujetar los arreones nerazurris.

Los datos no dejan lugar a dudas. Los colchoneros solo han ganado seis de sus últimos veinte encuentros foráneos, mientras que solo acumulan una derrota –la que cosecharon en Copa ante el Athletic– en 30 duelos disputados en el Metropolitano.

El futbolista a seguir en el choque es sin duda el argentino Lautaro Martínez, que se encuentra de dulce, con 23 dianas anotadas en lo que se lleva de campaña. El capitán es el factor desequilibrante del Inter.

Por el lado rojiblanco, todo apunta a que Marcos Llorente continuará desempeñándose como delantero, habida cuenta del buen resultado que dio ante Las Palmas y con Morata esperando en el banquillo tras recuperarse de un esguince de rodilla.

El Arsenal, lanzado

El Arsenal llega lanzado a su duelo frente al Oporto. Los gunners, agazapados a la espera de que Liverpool o City cometan un tropiezo, no le pierden la cara a la Premier tras su goleada frente al Burnley (0-5).

Y tampoco quieren bajarse de la ola en la Champions, donde parten como favoritos frente a unos dragones que han ido perdiendo comba en la competición doméstica, pese a vencer a Estrela Amadora (2-0).

Bastante más igualada se presenta la contienda entre PSV y Dortmund. Pletóricos los neerlandeses –jamás habían liderado su liga con tanta diferencia a estas alturas de temporada–, buscarán hacer mella en la irregularidad teutona.

Luuk de Jong –19 goles– y la verticalidad de Chucky Lozano son las principales armas de los anfitriones, individualidades que deberán vigilar los de Erdin Terzic, quienes acumulan nueve partidos sin perder en Bundesliga, pero habiendo perdido fuelle, con varios empates entre ellos.