La NWSL regresa renovada a golpe de talonario
La 11ª edición de la liga profesional estadounidense ha arrancado esta semana con dos nuevos equipos e inversiones millonarias en futbolistas e infraestructuras. San Diego Wave empieza con buen pie y se adjudica la NWSL Cup Challenge.
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Con más de 11.000 aficionados en las gradas, el partido entre KC Current y Portland Thorns dio inicio a la temporada en la NWSL. Fue un buen resumen de lo que propone y de lo que pretende la liga profesional estadounidense en su 11ª edición: una fortísima inversión de dinero a todos los niveles –120 millones ha invertido la familia Long, propietaria de la franquicia, en el CPKC Stadium, primero construido específicamente para el fútbol femenino– y espectáculo, en este caso en forma de goles (el marcador final fue 5-4).
Lo segundo está por ver a lo largo de los ocho meses que durará la temporada. Lo primero es una realidad. Compra de franquicias, inversión en infraestructuras, traspasos, fichas… Los números de récord se han sucedido a lo largo de los últimos meses y llegan hasta hoy mismo, cuando se ha confirmado la venta de OL Reign. A la espera de que las autoridades lo aprueben, OL Groupe, propietario a su vez del Olympique de Lyon, venderá la franquicia a un grupo compuesto por los dueños de Seattle Sounders de la MLS y el fondo de inversión Carlyle por 54 millones de euros. 3’2 pagó por hacerse con el equipo hace casi cuatro años el club francés, que el pasado curso también traspasaba su sección femenina a Michelle Kang, a su vez propietaria de Washington Spirit. Este mismo año, los Paulson habían vendido Portland Thorns a la familia Bathal, copropietaria de los Sacramento Kings de la NBA, por 58 millones de euros. Y hace apenas unos días, la familia Leitchtman alcanzaba un acuerdo para adquirir el 65% de San Diego Wave –el 35% ya le pertenecía– por 72 millones de euros.
Una auténtica locura de ceros que muestra la posibilidad de negocio que perciben los fondos de inversión y las grandes fortunas en la Liga estadounidense. Y es que los ingresos tampoco dejan de crecer. La NWSL cerró el pasado otoño la venta de sus derechos de televisión a ESPN, CBS, Amazon y Scripps Sports para cuatro temporadas a partir de la actual por 220 millones de euros. 55 millones por temporada, cuarenta veces más que los 1’4 que percibió la campaña pasada. Patrocinadores y anunciantes se multiplican casi al mismo ritmo en número e inversión.

La inversión en jugadoras marcha por el mismo camino. La nueva franquicia Bay FC –promocionada, entre otras, por exfutbolistas como la mítica Brandi Chastain– ha tirado la casa por la ventana con los fichajes de Deyna Castellanos, Jen Beattie, Asisat Oshoala y, sobre todo, Racheal Kundananji. Pocos días después de que el Chelsea se hiciera con Mayra Ramírez, el equipo californiano le arrebató el récord pagando el traspaso más alto en la historia del fútbol femenino por la exfutbolista del Eibar. 720.000 euros, que podrían alcanzar los 800.000 en función de variables, se embolsó el Madrid CFF por la operación. Cerca se ha quedado otra jugadora zambia, Barbra Banda, por la que Orlando Pride ha pagado 680.000 euros.
Los sueldos de las propias futbolistas también crecen en consonancia. Hubo un tiempo en el que muchas jugadoras estadounidenses «hacían las Europas» en busca de Ligas más competitivas y en el que, aprovechando los diferentes calendarios, las futbolistas compatibilizaban competiciones –durante seis años Sam Kerr encadenó las temporadas de W League y NWSL–, pero en los últimos años la NWSL ha ido implementando medidas con el objetivo no solo de retener sus talentos sino de atraer a los foráneos. Hasta han ideado una suerte de «mercado de futuros», de manera que cada equipo realiza una lista de jugadoras de ligas extranjeras a las que les gustaría fichar y sobre las que tienen preferencia en caso de que acaben aterrizando en el fútbol estadounidense. Pero, sobre todo, el renovado convenio da más libertad a las futbolistas y menos a las franquicias a la hora de elegir su destino, incluye mejoras a todos los niveles –bajas por maternidad, por cuestiones de salud mental, seguros, alojamiento...– y aumenta el salario mínimo en casi un 50% para alcanzar los 32.000 euros. El límite salarial –al que hay que añadir el extra del allocation money– crece prácticamente en la misma proporción y de ahí que también se batan récords en los contratos. El de Trinity Rodman cedía en diciembre su primer puesto a María Sánchez, a la que Houston Dash pagará 1.380.000 dólares en tres años. Y un mes después a la internacional mexicana se lo arrebataba Mallory Swanson –Pugh de soltera–, que renovaba con Chicago Red Stars por cuatro temporadas a cambio 1.840.000 euros.
Dos equipos más
¿Y en el plano deportivo qué? Pues habrá que ver si toda esa inversión se deja notar en una temporada que cuenta con dos equipos más que el anterior, para alcanzar los catorce. Se suma el ya mencionado Bay FC y regresa Utah Royals, que en 2020 transfirió sus derechos a Kansas City –ahora Kansas City Current–.
Defiende título el sorprendente campeón de 2023, el Gotham FC de la exrealista Maitane López, que en año pasó de colista a hacerse con la victoria. Y que ha empezado el curso con derrota en la también renovada NWSL Challenge Cup, que este año ha consistido en un solo encuentro, disputado este pasado sábado, entre los ganadores del torneo y de la Liga regular de la temporada pasada. Es decir, en este caso, Gotham y San Diego Wave, que se hizo con la victoria gracias a un gol de Alex Morgan a dos minutos del final.

La californiana, que cumplirá 35 años en julio, sigue siendo la gran estrella de la NWSL y de la selección, más aún tras la retirada de Megan Rapinoe. Aunque no el único mito que sigue al pie del cañón en una competición en la que todavía puede disfrutarse de Marta con la camiseta de Orlando Pride y de Christine Sinclair con la de Portland Thorns. La ya exinternacional canadiense comparte vestuario con Becky Sauerbrunn, mientras en Seattle Reign la voz de la experiencia la pone Jess Fischlock. Kelley O’Hara y Dunn juegan con el campeón Gotham, Debinha en Kansas, Sophie Smichdt en Houston Dash, en Angel City militan Ali Riley, Amandine Henry, Sydney Leroux y Christen Press, mientras Alyssa Naeher –que viene de lucirse en la Copa de Oro– cumplirá su novena temporada en Chicago Red Stars.
Al otro extremo del calendario, las perlas del fútbol universitario. La número uno del draft Ally Sentnor militará en Utah Royals, mientras sus acompañantes en el «podio» Savy King y Croix Bethune vestirán las camisetas de Bay FC y Washington Spirit, respectivamente.
Hay muchas novedades, por otro lado, en los banquillos. Empezando por el de Washington Spirit, que ocupa de forma interina Adrián González -hasta enero en el Espanyol de 1ªRFEF– hasta que llegue el técnico del Barcelona Jonathan Giráldez el próximo mes de junio. Tras su frustrante paso por la selección de Estados Unidos, Vlatko Andonovski dirige a Kansas City. En el último Mundial coincidió con él Lorne Donaldson, seleccionador de Jamaica, que esta temporada dirige a Chicago Red Stars. Además, tres mujeres se incorporan a los banquillos. Se confirma, en realidad, en el caso de Becki Tweed en Angel City, mientras Bev Yañez llega a Racing Louisville y la gran Amy Rodríguez se hace cargo de Utah Royals. Las novedades se completan con Albertin Montoya en Bay FC y Fran Alonso en Houston Dash.
La Liga ha arrancado este fin de semana con liderato para North Carolina Courage tras su goleada (5-1) a Houston Dash y la primera victoria en la historia de Bay FC frente a Angel City (0-1) con gol de Oshoala. La temporada regular, que parará durante los Juegos y en las fechas FIFA, se prolongará hasta el nueve de noviembre. De ahí al 23 se disputarán los play-offs, para los que esta vez se clasificarán los ocho primeros de la tabla.
La NWSL puede seguirse en los Estados español y francés a través de DAZN.