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Boston, a una sola victoria del anillo después de frenar la remontada de Dallas (99-106)

Los Celtics se han adelantado 70-91, pero la franquicia texana ha replicado con un parcial de 22-2, truncada por la eliminación por faltas de Luka Doncic, con el partido aún en el aire. Entre los «Orgullosos Verdes», el paso adelante de Tatum y Jsylen Brown ha suplido la baja de Porzingis.

Jaylen Brown ha sabido apartar astutamente a Luka Doncic de la circulación. (Stacy REVERE | AFP PHOTO)

DALLAS MAVERICKS 99 (0) - BOSTON CELTICS 106 (3)

Los Boston Celtics se relamen ante la opción de conseguir su anillo número 18 y volver a ponerse en cabeza en solitario en el ranking de las franquicias de la NBA con mayor número de campeonatos. Solo están a un paso, después de llevarse un tercer partido algo accidentado. Tan accidentado como que los muchachos de Joe Mazzulla debieron jugar sin Kristaps Porzingis por una «lesión en el tendón tibial izquierdo», por lo que Jayson Tatum y Jaylen Brown debieron redoblarse en la anotación, con la colaboración colectiva del resto de compañeros para tapar el hueco dejado por el ala-pívot letón. Y también ha sido accidentado y significativo que Luka Doncic haya caído eliminado por faltas por primera vez en toda la temporada. Es más, el alero esloveno ha cometido cuatro de sus seis personales en el último cuarto, lo cual ha dejado a la franquicia texana a medias de una remontada que, quién sabe, tal vez cambiara el cariz de las cosas.

«(A Luka) Solo hay que dejarlo respirar, dejar que las emociones humanas salgan, darle un abrazo. Eso es todo. Es fácil apuntar el dedo hacia Doncic y decir 'podías hacerlo mejor', es fácil, creo que él lo sabe. Yo estoy para protegerlo, sus compañeros estamos para protegerlo. Este es un juego duro, y ha sido una decisión (arbitral) dura», ha indicado a este respecto Kyrie Irving respecto a la sexta falta del jugador balcánico.

Después de una primera mitad más que igualada, en la que los Mavs han llegado al descanso con una mínima ventaja, 51-50, los Celtics han apretado el acelerador en el tercer parcial. Justo en ese momento han clavado cinco de los 17 triples que han anotado en todo el partido, con Jaylen Brown –30 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias– y Jayson Tatum –31 tantos y 6 rechaces– oliendo la sangre y tratando de asestar un golpe definitivo al partido y quizás a estas Finales de la NBA.

Pero no ha debido ser definitivo, porque los texanos han vuelto a la carga. Después de de verse con un 70-91 en contra, los pupilos de Jason Kidd han levantado la cabeza y el vuelo, llegando a replicar con un parcial de 22-2. Después de dos partidos sufriendo más de la cuenta ante la defensa de Jrue Holiday y la intimidación de Porzingis, Kyrie Irving se ha reencontrado a sí mismo, sumando 35 puntos para la camiseta texana, mientras que Doncic ha añadido a sus 27 puntos unos cuantos rechaces y pases de canasta con el cual alimentar la idea de que el partido era remontable.

Inteligencia aplicada

Hasta que, a falta de cuatro minutos, Jaylen Brown ha pillado por sorpresa a Doncic en plena transición. Sabido es que el esloveno no es ningún perro de presa defensivo y en honor a la verdad, hay que admitir que esa sexta falta ha sido más obra de la astucia de Brown que del celo defensivo del exmadridista.

Con el centro de gravedad bastante elevado y ofreciendo extrañamente la penetración por el centro al escolta de los Celtics, ha dado la impresión de que Doncic ha preferido dejar pasar a su rival antes que arriesgar, pero ha sido Jaylen Brown quien ha arriesgado, buscando el contacto lateral del esloveno, quien no se ha percatado de la astuta y perfectamente legal argucia de su adversario.

El toque ha sido claro y diáfano y ha quedado al criterio arbitral señalar o no esa personal, toda vez que contactos así, en acciones en las que es evidente que es el atacante quien busca ese contacto, se quedan en más de una ocasión sin que el silbato arbitral suene. Pero héte aquí que el trío de colegiados lo ha visto claro y de poco le han servido a Doncic las protestas, las explicaciones y los pataleos. En la NBA todo el mundo sabe jugar a baloncesto y en unas Finales, más aún. Por ende, los Mavs han tenido que afrontar los cuatro últimos minutos sin su jugador de referencia.

En todo caso, Dallas ha seguido peleando y Boston ha precisado de un Tatum al quite para evitar sorpresas de última hora, por no hablar de la aportación de Derrick White, autor de 16 puntos, como tercera pata anotadora de los Celtics. Porque ha quedado claro que Dallas, que juega la tercera Final de su historia y solo suma un anillo, no está en esta situación con idea de ponerle la alfombra roja a nadie.

«No quiero decir nada, pero seis faltas en las Finales NBA... ¡vamos hombre!», se ha quejado Luka Doncic, impotente al verse con el agua al cuello en la serie definitiva en pos del anillo. «Hay que ser positivos y ya está. Muy positivos: toca ganar el primero que llegue a cuatro, porque esto no se acaba hasta que se acabe. Ganamos juntos y perdemos juntos. Hay que prepararse, descansar mañana e ir a por el cuarto partido», ha indicado el alero balcánico.

«Nadie está relajado»

Por el otro lado, el dominicano Al Horford sueña con su primer anillo a sus 38 años recién cumplidos. «Jugamos un baloncesto muy bueno. Nuestra defensa ha sido muy buena. Obviamente, resistir ese parcial de Dallas en el último cuarto ha sido tremendo. Encajamos el golpe y hemos sido capaces de encontrar un camino», ha subrayado.

Ningún equipo en la historia de la NBA ha remontado un 0-3 en contra, pero Jayson Tatum, que tras este partido ha dado junto a Jaylen Brown un paso adelante camino al anillo y al premio MVP de las Finales, ha recordado que los Celtics el año pasado estuvieron a punto hacerlo en la Final de la Conferencia Este: perdían 0-3 contra los Miami Heat, empataron 3-3 y finalmente cayeron en un séptimo encuentro que se jugó en Boston.

«Nadie está relajado, nadie está satisfecho. Le he dicho (a Jaylen Brown) que estoy orgulloso de él y él me ha respondido lo mismo, que tenemos que seguir luchando. No nos podemos relajar», ha indicado el alero titular de los «Orgullosos Verdes».

Pero Tatum ha vuelto a apelar a lo que sucedió en las Finales del Este del año pasado, cuando los Celtics, cuando parecían hundidos, empataron la serie y forzaron un desempate que les salió cruz, en buena medida por una lesión de tobillo que padeciera el propio Tatum.

«De verdad pensábamos que íbamos a remontar y casi lo hicimos. Estuvimos a un esguince de tobillo de tener una oportunidad real», ha destacado el alero nacido en San Luis, Misuri, hace 26 años.

El cuarto partido de estas Finales se jugarán en la madrugada del viernes al sábado en Euskal Herria, con el claro «peligro» de que Boston consume la «barrida» y se haga con su anillo número 18, la primera desde 2008, luego de caer en las Finales de 2010 ante los Lakers y en 2022 ante los Golden State Warriors.