Salvo España, y quizá Alemania, el resto de favoritos saca el pase a octavos sin brillo

Con el permiso de Croacia -segundo y tercer clasificado en los Mundiales de 2018 y 2022- y que ha caído eliminada en esta primera ronda de forma cruel, las ocho selecciones europeas mejor clasificadas en el ránking de la FIFA, por este orden, son: Francia, Bélgica, Inglaterra, Portugal, Países Bajos, España, Italia y Alemania. De todas ellas, la única selección que ha salido fortalecida de la fase de grupos de la Eurocopa ha sido España.

El combinado que dirige Luis de la Fuente ha liderado el grupo B con autoridad, a pesar de medirse a rivales de entidad como Italia y Croacia. Así, ha ganado los tres partidos marcando cinco goles y sin recibir ninguno en contra. Los jóvenes y talentosos Lamine Yamal y Nico Williams han tirado del equipo en el plano ofensivo y han estado bien secundados en la medular por el poderío de Rodri y Fabián.

Unai Simón ha vuelto a demostrar su gran estado de forma realizando paradas ganadoras. El portero del Athletic no estuvo nada atinado ante la prensa en sus declaraciones sobre la opinión política que pueden tener los jugadores como cualquier otra persona, pero en el campo reacciona de inmediato ante cualquier adversidad, como cuando fue capaz de redimirse deteniendo un penalti tras cometer un grave error.

En esta primera fase del torneo, la selección española se ha podido centrar en el plano deportivo aparcando la inestabilidad que se percibe en la Federación después de la salida de Rubiales. Otra cosa será ver cómo hace frente a las complicaciones que tenga que superar en las eliminatorias ya que ha quedado relegada a la parte del cuadro con más candidatos al título. En octavos se medirá con Georgia, debutante en el torneo y que ha dado la sorpresa con los goles de Mikautadze, máximo anotador al marcar tres tantos en la primea fase.

En esos posibles emparejamientos a futuro se encuentra Alemania, que primero tendrá que superar a Dinamarca, semifinalista en el anterior torneo y que no conoce la derrota. El conjunto teutón ha quedado un escalón por debajo después de pasar sus apuros para certificar el primer puesto en el grupo A. El regreso de Kroos ha revitalizado una selección germana envuelta en muchas dudas tras la debacle en Qatar. De la mano de Nagelsmann y la calidad de Musiala, Alemania parece haber recuperado su competitividad. Pasó por encima de Escocia en el estreno, ganó con solvencia a Hungría y tuvo que sufrir hasta el descuento para empatar ante Suiza. Ese gol de Füllkrug puso de relieve que los alemanes han vuelto y su condición de anfitrión les convierte en candidatos a todo.

«Final» anticipada

El honor de ser el máximo favorito recaía en Francia antes de empezar el torneo. Cuenta en sus filas con Mbappe, el mejor jugador del mundo en la actualidad, y un plantel repleto de figuras en todas las líneas. Además, del aval de los resultados logrados con Deschamps en la última década. Sin embargo, su puesta en escena como equipo no genera ningún entusiasmo. Los dos goles marcados en tres partidos, uno de ellos de penalti, son la prueba de que el equipo no carbura en el plano ofensivo. Griezmann, la pieza fundamental que engrasaba el esquema de Deschamps, no ha conseguido dar su mejor nivel. Aunque no se puede obviar, que es ahora cuando llega la fase decisiva, y que Francia no necesita dar espectáculo para sacar adelante los partidos.

En octavos se medirán a Bélgica en una especie de «final» anticipada y que supondrá la reedición de las semifinales del Mundial de 2018. Los diablos rojos fueron terceros en el torneo, pero la llamada generación dorada no ha conseguido subir el último peldaño para alzar un título. Todavía quedan «supervivientes» como De Bruyne, Lukaku y Witsel y desde fuera se percibe que algo se ha roto en ese equipo. Por ello, fueron abucheados por su propia afición tras empatar sin goles contra Ucrania y asegurar el pase a la siguiente ronda como segunda.

Una situación idéntica a la vivida en Inglaterra con Southgate, al que le lanzaron vasos en protesta. Con una delantera compuesta por cuatro jugadores que han marcado decenas de goles en sus clubes -Foden, Saka, Bellinghan y Harry Kane-, apenas han hecho dos tantos en la fase de grupos. Unos números que han quedado en evidencia por la falta de mecanismos para crear juego en el medio campo. El experimento con Alexander-Arnold junto a Rice no ha funcionado y los seguidores se han hartado de los planteamientos de su selección. Salvo un cambio de guión a base de resultados, Southgate parece sentenciado. El equipo no convence ni tan siquiera después de conseguir el primer puesto del grupo C. Aunque en el fútbol todo puede variar si entra la pelotita. El primer escollo a superar será una disciplina Eslovaquía, que con los goles de Schranz ha pasado de ronda y no tiene nada que perder.

Austria, la mayor sorpresa

Italia, la vigente campeona, y Países Bajos tampoco han transmitido las mejores vibraciones. El equipo transalpino certificó la segunda posición del grupo con un gol en el descuento. Asimismo, se vio superada con claridad por España y tuvo que remontar contra Albania. Eso sí, han sacado a relucir ese aura que caracteriza a Italia para sobrevivir jugando en el alambre. La eliminatoria contra Suiza se presenta reñida.

Por su parte, en la selección neerlandesa  Koeman no ha conseguido plasmar la línea de juego que busca y señaló a Veerman en la última derrota. La baja de Frankie de Jong en el medio campo se ha notado mucho. Se las verá con Rumanía, que  ha quedado primera en el grupo E gracias al buen hacer de Dennis Man. El atacante del Parma lidera el apartado de asistencias.

La mayor sorpresa la ha protagonizado Austria al arrebatarle el primer puesto del grupo a Francia. El «profesor» Rangnick, arquitecto de la estructura de Red Bull e impulsor de la nueva generación de técnicos alemanes, ha dado forma a un equipo ambicioso comandado por Sabitzer. Se enfrentan a Turquía y apuntan a convertirse en los animadores del torneo.

Por último, la siempre competitiva Portugal, capitaneada por los veteranos Cristiano Ronaldo y Pepe. Les costó sacar adelante el primer choque ante Chequia, pero sellaron el pase en dos jornadas. Tendrán enfrente a Eslovenia, la única selección que proviene de la extinta Yugoslavia que sigue en el torneo y no ha perdido ningún partido.