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La Burschen tiene mucha más hambre y está preparada para hacer historia en la Eurocopa

Austria aspira por primera vez en su historia a meterse en los cuartos del torneo continental si supera a Turquía (martes, 21.00). El vencedor se medirá al ganador del duelo entre Rumanía y Países Bajos (martes, 18.00).

Baumgartner pica un balón por encima del guardameta francés Maignan. (AFP PHOTO)

Es la gran revelación de la presente Eurocopa. Austria, que fue primera en su grupo por delante de Francia y Países Bajos, quiere hacer historia superando a Turquía y metiéndose por primera vez en cuartos del torneo continental.

Ofensiva y presionante sobre el contrario, con una circulación de balón que exprime los huecos que deja el rival, aprovechados por los incansables movimientos de sus futbolistas de ataque, la Burschen tiene más hambre y no se pone techo.

Liderada por dos futbolistas que conocen bien los campos teutones, Marcel Sabitzer (Borussia Dortmund) y Cristoph Baumgartner (Leipzig), Austria llega a la cita pletórica de forma, pero sin caer en el exceso de confianza.

Sabe que eso sería un gran error, pese a que en el último precedente con Turquía, un amistoso disputado en marzo pasado en Viena, arrasó a los otomanos con un contundente 6-1.

El bloque dirigido por Ralf Rangnick deberá solventar la baja por tarjetas del centrocampista Patrick Wimmer (Wolsfburgo), habitual revulsivo utilizado por el técnico alemán para agitar su medio campo.

Y también tener mucho cuidado con su ímpetu sobre el césped, pues hasta siete jugadores austriacos podrían perderse un hipotético duelo de cuartos si ven otra amarilla, entre ellos piezas tan importantes como el citado Baumgartner, Arnautovic (Inter) o Laimer (Bayern).

En la misma tesitura se encuentra Turquía, hasta con una decena de apercibidos en sus filas, después del festival de tarjetas que supuso su enfrentamiento contra la República Checa, en el que el árbitro rumano Istvan Kovacs se cobró el récord de amonestaciones en la historia del torneo.

El cuadro dirigido por Vincenzo Montella cuenta con dos ausencias de calado por tal motivo, Hakan Calhanoglu (Inter), motor del equipo, y el central titular Samet Akaydin (Panathinaikos).

Pese a ello, la ambición otomana está fuera de toda duda. Después de ser semifinalista en 2008, ni siquiera el varapalo frente a Portugal (0-3), ni que hayan dejado serias dudas en sus victorias frente Georgia y la mencionada Chequia, limita un ápice sus expectativas.

Los jugadores turcos han hablado abiertamente de que disponen de posibilidades de llegar hasta la final, un optimismo alimentado en la figura emergente de Arda Güler (Real Madrid) y en su estadística ofensiva.

Turquía es de los conjuntos que más ataques ha realizado –161–, solo por detrás de Portugal, Alemania, Bélgica y Francia, con un 88,35 de precisión en el pase y más tiros a portería, un total de 16 lanzamientos entre los tres palos.

¿Catarsis de Países Bajos?

Inmerso en una crisis de juego y resultados –pasó como tercera de grupo con muchos apuros–, Países Bajos busca su propia catarsis en el campeonato. «Se ha hablado mucho, con palabras duras, por supuesto», reconoció el viernes el capitán Virgil van Dijk (Liverpool).

Tras ese gabinete de crisis, tendrá que demostrarlo en su envite contra Rumanía. En su concentración en Wolsfburgo se habla de unión y de objetivo común, dado que sus opciones siguen intactas, pero eso son solo palabras y los aficionados oranje quieren hechos, y además inmediatos.

El hecho de que vaya a competir por el lado “fácil” del cuadro colabora a la ilusión, pero sobre el césped habrá que dejar patente que se ha producido un cambio drástico de mentalidad.

Ahí, en el verde, será necesaria la efectividad de dos indiscutibles en su once, Memphis Depay (Atlético) y Cody Gakpo (Liverpool), autor de dos dianas hasta el momento.

También apunta a saltar de inicio Xavi Simons (Leipzig), su futbolista tanto más talentoso como irregular, quien sustituyó el pasado martes a un desafortunado Joey Veerman (PSV) en el minuto 36 por decisión técnica.

Desde luego, no con menos entusiasmo cuenta Rumanía para superar esta eliminatoria, a la que no llegaba desde 2000, cuando por entonces contaba con una generación extraordinaria, formada por jugadores como Hagi, Stelea, Belodedici, Chivu, Galca, Munteanu o Mutu.

No dispone ahora mismo de la misma calidad, ni mucho menos, pero la goleada en su estreno contra Ucrania le ha insuflado ánimos renovados, si bien los siguientes resultados no han sido tan positivos.

La estadística reciente frente a Países Bajos tampoco está de su lado: cuatro derrotas consecutivas en sus últimos enfrentamientos y solo un trunfo en las catorce veces en que se han visto las caras ambas selecciones.

Se trata, sin duda, de un nuevo reto para el bloque comandado por Edward Iordanescu y que cuenta con futbolistas capacitados para dar más de un susto, como Nicolae Stanciu (Damac) y Dennis Man (Parma).