Philipsen logra su segundo triunfo en una etapa con nervios entre los favoritos

Jasper Philipsen comienza a entonarse. Tras vencer el martes en Saint-Amand-Montrond, el ciclista flamenco ha vuelto a repetir en Pau, en la antesala de las dos grandes jornadas pirenaicas.

Sin necesidad de su lanzador Mathieu van der Poel, se ha buscado una posición privilegiada para superar a un Wout van Aert al que le han faltado metros para remontar y un Pascal Ackermann (Israel), que ha entrado en tercera posición.

Nuevamente, el final ha sido de lo más accidentado, por la presión que tienen los corredores de llegar bien colocados, lo que ha provocado el empujón de un Lotto a un rival, generando una peligrosa caída, con algunos ciclistas chocando contra las vallas.

Esos mismos nervios también se han vivido a lo largo de la jornada. Lo que parecía una etapa llana sobre algo más de 165 kilómetros con margen para las fugas o el control de las escuadras con sprinters se ha transformado en una batalla sin cuartel, con gran parte de los favoritos metidos en la pelea.

Así, la presencia de viento de costado ha traído consigo las primeras escaramuzas, con una fuga de 22 corredores casi desde el principio, en la que se ha metido Oier Lazkano (Movistar), pero en la que también han estado corredores muy importantes como Adam Yates (UAE) y el citado Van der Poel.

La presencia del inglés hacía presagiar que la aventura iba a tener poco recorrido, pero lo cierto es que se ha prolongado más de lo previsto, si bien es verdad que las diferencias nunca han superado el minuto.

Por detrás, también se ha desatado la pelea, con una arrancada de Van Aert que ha comprometido primero a Remco Evenepoel (Soudal) y después a Carlos Rodríguez (Ineos). La escuadra británica ha tenido que trabajar para que las aguas volviesen a su cauce.

Mientras tanto, el también Ineos Michal Kwiatkowski, Julien Bernard (Lidl-Trek), Romain Gregoire (Groupama) y Magnus Cort-Nielsen (Uno-X) han provocado la fuga de la fuga.

Su intentona ha dispuesto de casi minuto y medio sobre el gran grupo, pero la carrera ya estaba lanzada, máxime llegando a los dos puertos de cuarta categoría de la jornada, Blachon y Simacourbe.

En el primero se ha movido Education First, con Bean Healy y Richard Carapaz, casi de manera consecutiva. Con el ecuatoriano se ha marchado Tobias Halland Johannessen (Uno-X), pero el pelotón ya no estaba para bromas y quedándose descolgado de entre los velocistas Dylan Groenewegen (Jayco).

Lotto ha puesto el ritmo de caza en la segunda subida y, a falta de doce kilómetros para la llegada, el pelotón de los favoritos han engullido otros intentos y ya no ha vuelto a permitir más alegrías.

Sí que es cierto que el corajudo Jonas Abrahamsen (Uno-X) ha cogido unos metros a falta de dos kilómetros para la meta, pero los lanzadores le han absorbido sin dificultad en la volata final con Philipsen como el corredor más veloz de todos.

Abandonos

La jornada también ha estado marcada por los importantes abandonos que se han producido, alguno de ellos sin que ni siquiera hubiera la oportunidad de montarse sobre la bicicleta para iniciar el día.

Ha sido el caso de Primoz Roglic (Bora), que se ha visto obligado a retirarse después de la caída que sufrió en Villenueve-sur-Lot, en el tramo final de la etapa de ayer, cuyas secuelas, aunque sin sufrir ninguna fractura, le han impedido siquiera salir.

Tampoco lo ha hecho Jesús Herrada, compañero en el Cofidis de Ion Izagirre, que abandonó el miércoles, con lo que la escuadra francesa queda muy mermada en cuanto a efectivos.

Quien sí ha tomado la salida, pero ha tenido que retirarse apenas recorridos treinta kilómetros ha sido otro corredor importante en la general, Juan Ayuso (UAE), en el que ha sido su debut en el Tour. Al parecer, el ciclista valenciano está aquejado de un episodio de covid.