Eibar y Getafe cierran el traspaso de Berrocal

Eibar y Getafe han alcanzado un acuerdo para el traspaso de Juan Berrocal, que firma con los azulones hasta 2027. El contrato del andaluz, que llegó a Ipurua hace dos años procedente del Sporting, expiraba a final de temporada tras haberse renovado automáticamente el pasado febrero. Ninguna de las dos entidades ha publicado las cifras de la operación, que superaría el millón y medio de euros, aunque es probable que el Getafe no haya abonado la cláusula al completo ya que en las notas emitidas por los clubes se habla de «un acuerdo para el traspaso» del futbolista.

Hacía días que la marcha de Berrocal se daba por segura. Más allá de los insistentes rumores, el hecho de que Álvaro Carrillo se hubiera hecho con el dorsal cuatro, que se había adjudicado inicialmente al jerezano, y sobre todo su ausencia en los últimos entrenamientos y en la convocatoria para el primer partido de Liga, que enfrentó a Eibar y Castellón el pasado sábado en Ipurua, certificaban una realidad a la que solo le faltaba la confirmación oficial.

Cuestionado sobre los movimientos que podía deparar aún el mercado, que no se cerrará hasta final de mes, Joseba Etxeberria aseguraba el pasado jueves que contemplaba uno o dos fichajes y ninguna salida aunque reconocía que, en caso de producirse alguna, sería «buena para el club», ya que supondría un importante ingreso de dinero. Es más discutible el beneficio a nivel deportivo, ya que habrá que invertir al menos parte de los euros ingresados en el sustituto de un futbolista que, al margen de las valoraciones sobre su rendimiento, atesora una importante experiencia en la categoría.

Lo cierto es que el Eibar necesita un central porque con la marcha de Berrocal solo hay tres jugadores específicos para el puesto en la plantilla: Arbilla, Carrillo –titular junto al capitán en el debut liguero aunque se retiró lesionado en la segunda parte– y Chema. Aunque quizá habría que incluir también a Sergio que, como ya había sucedido en otras ocasiones, fue el elegido por su entrenador para sustituir el sábado al lesionado Carrillo, pese a contar con Chema.

La situación del defensa albaceteño es, cuando menos, llamativa. Llegó al Eibar en enero de 2022 cedido por el Getafe aunque no se hizo con un hueco en el once hasta el último tramo del curso. En julio de ese mismo año rescindió su contrato con el club madrileño y firmó con el Eibar hasta 2025 pero en la campaña posterior, todavía a las órdenes de Gaizka Garitano, apenas tuvo participación. Un año después, ya con Joseba Etxeberria en el banquillo, no le fue mejor. Pese a la escasez de centrales –Arbilla, Berrocal y Venancio, a los que se unió Simic con el mercado ya cerrado–, Chema fue cedido al Alcorcón, donde tuvo los minutos que buscaba. Este verano, ya con solo un año de contrato por delante, ha regresado a Ipurua pero de momento sigue sin contar con el favor del técnico.