Pablo Castrillo brilla en la niebla del Cuitu Negru con su segunda etapa en la Vuelta
El ciclista de Kern Pharma ha superado en el mano a mano a sus compañeros de fuga Vlasov y Sivakov, a quien ha desbancado en los 800 metros finales. En la pelea por la general, O'Connor aguanta de rojo pese a ceder varios segundos sobre Roglic, mientras que a Mikel Landa se le aleja el podio.
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Kern Pharma ha vuelto a cobrar pieza en esta Vuelta 2024, nuevamente de la mano de Pablo Castrillo. Pero en este caso, el ciclista de Huesca se ha impuesto en la cima del Cuitu Negru, superando a Aleksandr Vlasov en un final de etapa entre la niebla, en el que el ciclista maño ha redoblado su apuesta en unos últimos metros sobre unas rampas superiores al 20% de desnivel. «Ganar así, entre la niebla, en unas rampas que no se me dan muy bien, ha sido increíble», ha indicado el ciclista hispano, visiblemente emocionado y convertido en uno de los animadores de una ronda en la que Ben O'Connor mantiene el liderato, aunque Primoz Roglic ya lo acecha a 1:03 –en principio estaba a 43 segundos, pero el esloveno ha sido sancionado con 20 segundos por valerse de la estela del coche de su equipo después de cambiar de bicicleta antes del último puerto–.
Poco más ha sucedido en lo que respecta a los favoritos de la Vuelta. El Red Bull Bora ha sacrificado a Lipowitz en las duras rampas del Cuitu Negru, luego de un par de intentonas de un Milel Landa que no ha encontrado las mejores piernas y ha cedido unos segundos respecto de Roglic, Mas y Carapaz. El Red Bull ha distanciado al esloveno en un principio de todos sus rivales, pero Enric Mas, aprendida la lección de su pájara en Ancares, ha ido de menos a más, y ha llegado a atrapar a Roglic, e incluso soltarlo momentáneamente, aunque los dos han llegado juntos a la meta. Por contra, corredores como Adam Yates, Carlos Rodríguez o el propio Ben O'Connor –que ha aguantado bien el primer cambio de ritmo pero al final ha terminado algo asfixiado, ha ido perdiendo posiciones–, han padecido más de lo que les hubiera gustado.
En resumen, que la vida sigue igual en lo que respecta a la pelea por el maillot rojo, y que Kern Pharma se lleva en su mochila dos victorias de etapa en emplazamientos la más de prestigiosos, con un Pablo Castrillo que se ha demostrado a sí mismo capaz de pelear en el cara a cara contra rivales de alta alcurnia, como eran Pavel Sivakov y Aleksandr Vlasov. Habrá que ver cuál será su futuro profesional, pero el oscense ha demostrado una combinación más que interesante de fuerza y voluntad para, sin ser el más fuerte al menos en apariencia, superar a sus adversarios en el mano a mano.
A toda velocidad
La decimoquinta etapa de la Vuelta ha ido a toda velocidad. Los protagonistas de la jornada se han metido en una fuga numerosa durante la primera ascensión al Alto de la Colladiella. Con los UAE marcando el ritmo y seleccionando la propia escapada y sin el aparente beneplácito del gran grupo, los 143 kilómetros de la jornada se han negociado a toda velocidad, con no más de tres minutos para los fugados, pero mucho trabajo para el pelotón.
El T-Rex de Mikel Landa ha asumido la responsabilidad de la cazar a los supervivientes, limitados a Pavel Sivakov (UAE), Aleksandr Vlasov (Red Bull) y un Pablo Castrillo, que por estilo de rodar., ha dado la sensación de estar a punto de reventar en cualquier momento. Entre los tres han mantenido a raya el trabajo de los T-Rex, coronando Pajares con suficiente ventaja como para afrontar los kilómetros finales del Cuiti Negru, sabedores de que la etapa era suya.
Por detrás, Mikel Landa ha realizado un par de intentonas sin grandes consecuencias, logrando descolgar solo a Yates y Carlos Rodríguez, y desnudando tal vez su alarmante falta de explosividad. Así, hasta que Lipowitz ha movido el árbol de verdad, yéndose con Roglic en solitario, hasta que al alemán le han fallado las fuerzas, mientras que el esloveno se ha encontrado al final con un Enric Mas eficiente en su tarea de regular esfuerzos.
En la pelea por la etapa, Pablo Castrillo ha atacado una vez. Lo justo para abrir brecha respecto de Vlasov y Sivakov, aunque estos no han dejado de tenerlo a la vista, a pesar de la niebla. Pero tenerlo a la vista no ha sido suficiente. Sivakov ha llevado el peso de la escapada y el ascenso a Pajares y se ha quedado sin gasolina ante las fuertes rampas finales. Vlasov, a base de sufrimiento, ha conseguido conectar con el de Kern Pharma en un último kilómetro interminable.
«He parado un poco para respirar y en el descansillo que había antes de la última rampa me la he jugado», ha resumido Castrillo. El de Jaca no ha dejado de ir en cabeza en esos tres kilómetros finales y ha planteado el largo sprint final a ver quién se doblaba antes por la cuesta. Increíblemente, ha sido Sivakov quien ha dado su brazo a torcer, de forma que Castrillo, por segunda vez en esta Vuelta, ha conseguido entrar victorioso en la meta, emergiendo de la niebla, un triunfo que le ha dado una pátina de épica que habrá hecho sonreír al difunto Manolo Azkona allá donde esté.