Mesa para un Pacto de Salud: buenas intenciones a la espera de entrar en concreciones
La Mesa para el Pacto Vasco de Salud celebró ayer su primera reunión que, según fuentes que asistieron, estuvo marcada por cierta escenificación y buenas intenciones, todavía muy generales, a la espera de que se entre en concreciones, por ejemplo, sobre la situación de Osakidetza y sus causas.
Para leer este artículo
regístrate gratis o suscríbete
¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión
Se te han agotado los clicks
Se celebró ayer la primera Mesa para el Pacto Vasco de Salud que, por lo dicho por el lehendakari, Imanol Pradales, pretende responder a la pregunta de «cómo podemos transformar nuestro sistema de salud para que también siga respondiendo durante las próximas décadas». Según declaró, «esto va más allá de reducir las listas de espera… Va de transformar nuestro sistema para educar en salud, para fomentar la salud, para trabajar la prevención y, por supuesto, para garantizar que nuestro sistema ofrezca las herramientas necesarias para responder en caso de que sea necesario. Para garantizar una atención sanitaria de primera cuando la situación así lo requiera».
Fuentes de los asistentes consultadas responden que el encuentro, de dos horas y cuarto, se desarrolló en buen tono, con cierta escenificación, muestra de buenas intenciones, a la espera de que se entre en las concreciones, por ejemplo, sobre el propio diagnóstico sobre la situación actual de Osakidetza y las causas que han llevado a ello.
El consejero de Salud, Alberto Martínez, presentó un borrador de ese diagnóstico, que debe ser enriquecido con las aportaciones de los agentes que participan en la Mesa, para tener un documento definitivo a primeros de octubre.
Con todo ello, el Gobierno desea que se establezcan las grandes líneas estratégicas de futuro y las acciones a ejecutar. La previsión es que en marzo de 2025 pueda estar ya plenamente operativo el Pacto Vasco de Salud
A la cita inicial de ayer, que se celebró en Bizkaia Aretoa, acudieron representantes de los colegios oficiales de médicos, enfermería, farmacéuticos, psicología, odontólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, biólogos y veterinarios; los partidos políticos PNV, PSE, EH Bildu, PP y Sumar; los representantes de los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial de Osakidetza (a excepción de ELA, que ha rechazado asistir) LAB, CCOO, UGT, Sindicato Médico y SATSE; las universidades UPV-EHU, Deusto y Mondragon Unibertsitatea, así como Confebask y asociaciones de pacientes.
La primera reunión estuvo presidida por el lehendakari y el consejero de Salud. Las posteriores lo serán por el doctor en Medicina y catedrático de Farmacología en la UPV-EHU, Javier Meana, que dirige la secretaría técnica y se encargará de coordinar este amplio grupo de trabajo.
Declaración de Pradales
Antes de comenzar el encuentro, el lehendakari hizo una intervención ante los medios de comunicación en la que aseguró que «debemos implicar a los y las profesionales, que son quienes mejor conocen la realidad y, sobre todo, debemos escucharlos», valorando la participación de los colectivos profesionales sanitarios asistentes, además de los y las representantes de las asociaciones de pacientes, y del mundo político, universitario, económico y sindical.
Asimismo, Pradales mostró su compromiso de seguir tomando decisiones cada día para lograr convertir al Sistema de Salud Vasco en referencia europea. «Seguiremos consolidando la plantilla, mejorando los recursos y su eficiencia y realizando las inversiones necesarias», concluyó.
«Enmienda a lo anterior»
También a las puertas de la reunión, la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera señaló que «la convocatoria de la Mesa para un Pacto de Salud es una enmienda al modelo de gobernanza de PNV-PSE hasta ahora». «Hace un año el Gobierno negaba que hubiera un problema en Osakidetza y ahora parece que, por lo menos en las formas, ha rectificado la postura. Habrá que ver a partir de ahora si más allá de las formas hay una verdadera rectificación en los hechos y en el contenido. Es lo que la ciudadanía está pidiendo con urgencia», declaró.
Ubera mostró su satisfacción porque «se pone en marcha el mecanismo extraordinario que planteaba EH Bildu desde la época de la pandemia. Esta convocatoria es una enmienda a la gobernanza anterior, aunque habrá que ver en qué se concreta». En este sentido, la parlamentaria advirtió de que «tener un pacto no basta», ya que «después habrá que cumplirlo, y mientras tanto urge cambiar el modelo de gestión del día a día».
Por su parte, la coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, entrevistada en Radio Euskadi, quiso dejar claro que asistir a la reunión «no quiere decir que vayan a estar en el pacto», que dependerá de que se produzca un «cambio profundo» en Osakidetza, tanto en las formas como en el contenido.
Aranburu insistió en que un pacto de salud requiere de un consenso con las y los trabajadores porque, «si no, puede ser otra cosa, pero no un pacto de país».
El parlamentario de Sumar, Jon Hernández, declaró que no cree que «esta Mesa vaya a poder acabar con pactos en los que el Gobierno acepte cambiar» cuestiones nucleares, si bien insistió en que su formación «no renuncia a trabajar por ello» y, por tanto, va a participar en este foro.
ESK denunció antes de la reunión que no hubiera sido invitado al encuentro e indicó que el Departamento le ha comunicado que será llamado a la próxima cita. El sindicato afirmó que acudirá al foro para defender «una Osakidetza fuerte» en la que prime «la accesibilidad, la igualdad y la transparencia», pero continuará «activando al personal» del Servicio de Salud.
A la Mesa no se convocó a las plataformas y asociaciones en defensa de la sanidad pública, aunque sí a la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, cuyo director, Pedro Carrascal, valoró que los trabajos empiezan «con buen pie» ya que se ha invitado a sumarse a los pacientes, «los primeros interesados» en que el sistema sanitario funcione.