Casi tres años después, Vicente Moreno acaba con su maleficio fuera de casa
Vicente Moreno acabó en Anoeta con un maleficio que se prolongaba por espacio de casi tres años. Durante todo ese tiempo, el técnico valenciano no había conseguido ganar fuera de casa en Primera. Lo rompió a base de solidaridad defensiva, estrategia y el inagotable olfato goleador de Budimir.
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Casi tres años llevaba Vicente Moreno sin lograr una victoria foránea en la máxima categoría. Una racha negativa que rompió el preparador de Massanassa en el derbi frente a la Real de este pasado domingo en Anoeta, que finalizó con 0-2.
La última vez que el técnico valenciano cosechó un triunfo a domicilio dirigiendo desde el banquillo a un conjunto de Primera fue en el último día del año 2021. Poco antes de la Nochevieja, el Espanyol asaltaba Mestalla (1-2).
Y no fue posible hasta bien entrado el partido, pues los periquitos le tuvieron que dar la vuelta a un gol de Alderete en el minuto 51. Un penalti transformado por Raúl de Tomás en el 83 y una diana de Puado en el 88 materializaron el último triple de Moreno fuera de casa antes del logrado en Donostia.
Entre medio de ambos resultados, una decena de derrotas –6 con el Espanyol, 2 con el Almería y otras dos con Osasuna– y cinco empates –2 con el cuadro espanyolista, dos más con Osasuna y una con el Almería–.
Una adversa dinámica a la que Moreno también se refirió en una reciente entrevista con NAIZ, coincidiendo con sus 100 días sentado en el banquillo osasunista, cuyo balance no ha podido ser más positivo.
Justificaba dicha estadística en el hecho de que algunos de sus anteriores equipos tenían la condición de recién ascendidos –Mallorca y Espanyol–, «aunque las cifras han sido buenas en otras categorías y ligas», aseguraba.
«Naturalidad»
Ahora ha aterrizado en un Osasuna que incluso ha protagonizado algunas pasadas campañas en las que ha sido mejor visitante que anfitrión. «Vamos a agarrarnos a ello, exigirnos y tener la ambición de hacer mejores cifras fuera de casa», avanzaba hace poco más de una semana.
Pese a llevar tanto tiempo sin disfrutar de una victoria foránea, Moreno quiso darle «naturalidad» al triunfo logrado en el Real Arena. «Veníamos buscándolo, era cuestión de insistir y de tener tranquilidad», aseguró.
Sí que le dio valor a que fuese «en un sitio difícil», pese a ser la segunda ocasión consecutiva en la que Osasuna asalta el feudo donostiarra –lo hizo en febrero, también en Liga–, «frente a un buen equipo y un buen entrenador».
La parte negativa de un día para celebrar fue su expulsión a raíz de la jugada en la que Pulido Santana pitó en primera instancia penalti de Areso sobre Brais Méndez, decisión que, minutos después, le corrigió el VAR.
«Todo el mundo ha visto, no ha sido penalti, y ha habido una tarjeta para un jugador rival. Yo estaba diciendo que no era penalti, lo tenía tan claro, y que se revisara. No he dicho nada más, pero lo han visto así. Nos tendríamos que replantear si eso es suficiente para una expulsión», indicó al respecto.
Esa tarjeta roja le impedirá estar en el banquillo frente al Valladolid este próximo sábado, lo que deja al cuerpo técnico en cuadro para el encuentro ante los pucelanos, dado que su segundo, Dani Pendín, también cumple su segundo partido de sanción.