INFO
Entrevista
Fernando Domínguez Sardou
Politólogo

«Gane quien gane en Uruguay, cambiarán formas más que contenido»

Domínguez Sardou explica que el candidato del Frente Amplio en caso de ganar mantendrá su «extremo pragmatismo» en la economía y que ninguno de los bandos tiene mayoría propia en el Parlamento, por lo que tendrán que negociar. Aparece una pequeña formación de extrema derecha inspirada en Milei.

Fernando Domínguez Sardou, politólogo. (NAIZ)

Residente estos meses en Madrid como estudiante de un posgrado, el politólogo e investigador de la Universidad Católica Argentina especializado en Mercosur Fernando Domínguez Sardou comenta en entrevista con GARA las claves de la elección presidencial en Uruguay, que mañana tendrá a los alcaldes Yamandú Orsi y Carolina Cosse por el binomio del izquierdista Frente Amplio (FA) y a Álvaro Delgado y Valeria Ripoll, del Partido Nacional (PN, centroderecha), respaldado por la Coalición Republicana de cuatro partidos.

Uruguay, país centralizado, presidencialista con un mandato de cinco años sin reelección inmediata y que concentra a la mitad de su población en el área metropolitana de su capital, decidirá quién sustituye al conservador Lacalle Pou (PN) en un contexto de pujante economía (crecimiento de 3%), muy diferente al de su principal socio, Argentina.

¿Cómo llega el Frente Amplio a esta segunda vuelta?

El FA está en proceso de reconfiguración de liderazgos. Toda su historia la podemos resumir en tres etapas: la de la formación y oposición al bipartidismo tradicional entre los años 70 y 90, la de la década de los 90 cuando empieza a tener Gobiernos hasta ganar la Presidencia tras la crisis de 2002, de la mano de Tabaré Vázquez. Tenía dos líderes indiscutibles, Vázquez y Daniel Astori, que hicieron un Gobierno de izquierda moderada. A esos liderazgos se le sumará luego el sector de Pepe Mujica, un poco más a la izquierda.

Pero estos liderazgos tradicionales o se murieron o están dando las últimas batallas, como es el caso de Mujica, por decirlo de alguna forma. Entonces quedan ahora dos sectores en el FA, uno más alineado a su historia política y, por otro lado, otro de territorialidad. Porque el FA ha desarrollado poder territorial y los dos principales exponentes de ese sector son justamente los que integran la fórmula presidencial, Orsi y Cosse, él del ala más moderada y ella del ala izquierda de la coalición. Son los exponentes porque son los intendentes (alcaldes) de los dos departamentos más poblados de Uruguay (Canelones y Montevideo). Ellos tuvieron una elección primaria que no fue muy confrontativa, que se llevó a cabo en términos bastante saludables y eso les permitió integrar la fórmula juntos.

Y enfrente está la que se llama Coalición Republicana.

Sí, hay dos grandes polos, influenciado por el sistema electoral de doble vuelta que tiene Uruguay. Por un lado, un polo con el Partido Nacional y el Partido Colorado. El primero es una centroderecha clásica y el Colorado es un centro pragmático al estilo del PMDB brasileño. Después de la crisis de 2002, el Partido Colorado queda más rezagado y escorado a la derecha y ese espacio lo ocupa el Frente Amplio. El Partido Colorado acaba siendo una fuerza de acompañamiento al Partido Nacional y lo que era un bipartidismo se convierte en un bipolarismo entre el Frente Amplio y la llamada Coalición Republicana, que son las dos formaciones grandes y otras dos más pequeñas.

«Las encuestas dan 47% a 45% a favor de Orsi (FA). Los dos grandes bandos están nítidamente marcados. El FA tiene mayoría en el Senado, pero ninguno de los dos la tiene en la Cámara Baja»

¿Álvaro Delgado es un hijo político de Luis Lacalle Pou?

Sí. Delgado llega a la elección después de una lucha interna conflictiva, con un dominio absoluto del partido y ganó la primaria contra Laura Raffo. Era secretario general de la presidencia, la mano derecha de Lacalle Pou, el heredero natural, el candidato obvio. En Uruguay no se permite la reelección sin un período de separación intermedio.

Que Delgado sea quien mejor encarne la gestión no significa que sea una marioneta, está bastante claro eso, es un candidato autónomo y se lo fue ganando a partir de ser la cara visible de la gestión. Lacalle Pou no fue un presidente personalista, algo poco frecuente en la política uruguaya, y su gestión ha sido de las que más en contra tuvo la cuestión de la corrupción, fue una constante a lo largo de los cinco años y es algo no habitual en la política uruguaya. Ha tenido en su Gobierno denuncias desde el reparto de pasaportes a narcotraficantes hasta por compras de material del covid, varias y todas con procesos judiciales y algunos con sentencias. La reacción de Lacalle Pou ante esto fue que paguen los responsables.

¿Qué proyección de resultado hay y qué podemos esperar de sus Gobiernos?

Las encuestas dan 47% a 45% a favor de Orsi, dentro del margen de error. Los dos grandes bandos están nítidamente marcados. El FA tiene mayoría en el Senado, pero ninguno de los dos la tiene en la Cámara Baja. La novedad es que la primera minoría es la izquierda, pero la suma de los otros cuatro partidos aliados (de Delgado) supera al FA. Es la primera vez que esto ocurre.

Y sobre qué esperar: ambos Gobiernos van a ser bastante conservadores y ninguna pretenderá una transformación profunda, prestarán más atención a las formas que a los contenidos. Delgado será más continuidad y Orsi se enfocará más en la recomposición del salario, no mucho más.

Milei, Bolsonaro, Kast... ¿En Uruguay surgió una ultraderecha?

El PN no es una coalición de partidos como el FA y tiene un perfil ideológico muy marcado, liberal en la economía y conservador en lo social. Ha aparecido un partido llamado Identidad Republicana, que obtuvo dos diputados y se presenta como antisistema cercano a Milei, pero lo veo más del estilo Trump, impredecible y populista, y nadie sabe cómo actuará en el Parlamento.
Y en la izquierda, el FA es muy efectivo a la hora de retener el apoyo de los diferentes sectores, no hay espacio para formaciones a su izquierda.

¿Qué puede esperar el Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y la UE?

Orsi es más cercano al proteccionismo, pero si algo ha caracterizado al FA es su extremo pragmatismo en política económica y exterior. Gane quien gane, sea por dentro o por fuera del Mercosur, Uruguay apoyará ese tratado de libre comercio seguramente. La duda es si Montevideo cumplirá su constante amenaza de negociar tratados por su cuenta.