La UPV-EHU busca en Bengoetxea y su equipo un revulsivo tras la apatía
Cambio es la palabra más repetida al valorar el resultado de las elecciones al Rectorado de la UPV-EHU. Mayor participación y victoria inapelable de Joxerramon Bengoetxea y su equipo, en quienes ha confiado una mayoría de quienes acudieron a votar. Se busca un revulsivo tras cuatro años de apatía.
Los resultados de las elecciones al Rectorado de la principal universidad pública del país muestran que, a pesar de cierto nivel de apatía en amplios sectores de su comunidad, algo que no es nuevo, el mensaje de cambio de Joxerramon Bengoetxea ha calado, o al menos en algunos ámbitos se ha apostado por él. El elegido y su equipo tienen seis años improrrogables para desarrollar su proyecto.
La propuesta de Eva Ferreira transmitía más continuismo y la UPV-EHU necesita un revulsivo a la vista de las asignaturas pendientes y los retos que se atisban para una institución que debe ser el mascarón de proa de una sociedad vasca que busca su espacio en un mundo en transformación.
Durante los últimos meses, quienes han conformado la candidatura ganadora se han presentado ante la comunidad universitaria como un «proyecto transformador», que tiene «otra manera de trabajar», que va a «escuchar a los de abajo», apostando por una gobernanza «más horizontal». Ese mensaje ha agitado a diversos sectores que venían demandando cambios en diferentes campos, desde el avance en la euskaldunización a acabar con la precariedad del personal investigador, con una temporalidad que queda al desnudo viendo que hay 1.400 en situación temporal y solo 70 permanentes.
Las expectativas creadas en torno a esta cita electoral quedan en evidencia observando el nivel de participación, que alcanzó el 21,9% en términos generales. Hace cuatro años, con Eva Ferreira como única candidata, fue del 7,74%; en 2016, con Nekane Balluerka como aspirante, del 12,29%; y en 2012, con Iñaki Goirizelaia luchando en solitario a la reelección, del 10,52%. Es evidente que el que hayan concurrido dos aspirantes ha motivado al electorado, aunque de manera tímida.
El papel a jugar por el Gobierno
Al análisis sosegado en el seno de la comunidad universitaria le debe acompañar también el que debe hacer el Gobierno de Imanol Pradales, que ha dado importancia al papel de la Universidad designando a un exrector, Juan Ignacio Pérez Iglesias (2004-2008), como consejero de Ciencia, Universidades e Innovación. Este ha prometido que va a dotar de financiación «suficiente» a la UPV-EHU, pero de los resultados electorales se desprende que el cambio también debe llegar a las relaciones entre ambas instituciones con aportación de más recursos.
El propio lehendakari ha felicitado a Joxerramon Bengoetxea a través de las redes sociales, afirmando que «la UPV-EHU es un pilar estratégico para Euskadi: un polo de innovación, conocimiento y futuro que potencia nuestra capacidad como sociedad».
A la vista de las cifras que ha deparado la jornada electoral, queda claro que los cinco sectores en que se estructura la comunidad universitaria han dado su voto de confianza al catedrático de Filosofía del Derecho. Bengoetxea se ha hecho con el 63,63% del voto ponderado frente al 36,37 obtenido por la rectora saliente y aspirante a la reelección.
El balance de mandato de Ferreira no era brillante, al contrario, la crispación ha ido en aumento y como reflejo las cinco huelgas convocadas en la UPV-EHU. Las políticas y modo de gobierno ha acumulado muchos detractores, que han acabado decantándose por la candidatura del cambio.
La catedrática de Economía Aplicada ha cosechado más papeletas en la urna del PDI Doctor Permanente en facultades como la de Ingeniería de Bilbo; Medicina y Enfermería, así como Ciencias Sociales y de la Comunicación de Leioa; o Economía y Empresa de Sarriko, pero la ola del cambio no se ha quedado atrás, a la vista de la diferencia entre ambas. Bengoetxea, por ejemplo, ganó en ese sector en Ciencia y Tecnología, que tiene un buen número de catedráticos.
En el campus de Gipuzkoa, ganó en las once facultades y escuelas. En Araba, en el sector con más peso en el voto ponderado, se impuso en todas menos en Letras.
De los votos válidos Bengoetxea obtuvo el 75,55% en Gipuzkoa, 67,18% en Araba y 57,75% en Bizkaia frente a Ferreira con el 42,25% en Bizkaia, 32,82% en Araba y 24,45% en Gipuzkoa. La mayor aportación por campus fue para Eva Ferreira en Bizkaia con el 68,84%, frente al 53,06% de Bengoetxea
Resulta complicada la comparación con comicios anteriores, ya que la última vez que compitieron dos candidatos fue en diciembre de 2008. Entonces, Iñaki Goirizelaia se impuso a Marisol Esteban por el 52,25% frente al 47,75% en una coyuntura bien distinta a la actual.
Seis meses atrás, Juan Ignacio Pérez Iglesias sufrió un importante varapalo al no obtener el respaldo suficiente para continuar como rector. Goirizelaia, hasta entonces vicerrector de Bizkaia, cogió el relevo frente a la cabeza visible del búnker de funcionarios españoles –muchos de ellos afines a CCOO– que se oponían a los tímidos cambios introducidos en la euskaldunización.
Cuatro años después, Goirizelaia se impuso al voto en blanco por 55,31% frente al 44,69. Un mejor resultado obtuvo en noviembre de 2016 Nekane Balluerka, vicerrectora de Estudios de Posgrado y Relaciones Internacionales en el equipo del rector saliente, que venció con el 66,31% del voto ponderado al 33,69% del blanco. A pesar de haber disminuido el censo, se incrementó la participación por cierto atisbo de cambio que se prometía.
Balluerka no optó a la reelección, como ya había anunciado con anterioridad, en una coyuntura en la que era díficil atender las demandas de diversos estamentos universitarios y concurrió Eva Ferreira, que había participado en diferentes cargos de responsabilidad en los equipos de Pérez Iglesias y Goirizelaia. Su candidatura no levantó euforia alguna y el reflejo estuvo en el aumento de la abstención respecto a comicios anteriores. La catedrática de Economía Aplicada logró el 66,24% del voto ponderado, frente al 33,76% de las papeletas en blanco.