La Vuelta en Euskal Herria: etapa «turística» en Nafarroa y aroma a Itzulia en Bilbo
La Vuelta ha presentado el recorrido de su edición de 2025, que volverá a pisar las carreteras de Euskal Herria. La décima etapa comenzará en el parque de Sendaviva y terminará en Larra-Belagua. Al día siguiente, el pelotón se traslada a Bilbo, con una etapa de 3.300 metros de desnivel.
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La Vuelta ha presentado el recorrido de su edición 90ª, que se celebrará entre el 23 de agosto y el 14 de septiembre de 2025. Un año más, la ronda española visitará las carreteras de Euskal Herria, con dos etapas íntegras en Nafarroa y Bizkaia los días 2 y 3 de septiembre, respectivamente.
Las tres primeras jornadas se disputarán en suelo italiano, tal y como ya se había anunciado. La etapa inicial irá desde el palacio de Venaria hasta Novara, en un recorrido con un puerto de escasa dificultad en la primera parte del trayecto.
En la segunda habrá ya llegada en alto, concretamente en Limone Piemonte, en una etapa monopuerto y que tampoco debería abrir grandes diferencias. Y la tercera tendrá un trayecto rompepiernas, aunque corto, de solo 139 kilómetros hasta la meta en Ceres. La carrera pasará al Estado francés a través de los Alpes en la cuarta etapa, aunque las dificultades montañosas estarán muy lejos de meta.
Ya en Catalunya, una crono por equipos de 20 kilómetros demostrará qué escuadras están más en forma y que dará paso a las dos primeras empinadas dificultades.
La sexta etapa, entre Olot y Andorra, ya permitirá que se dejen ver los favoritos en los altos de la Comella y en el final de Pal. Y la séptima recuperará el tradicional escenario de Cerler, ascenso precedido por el Cantó, de primera categoría. La tregua llegará, si el viento no lo impide, entre Monzón y Zaragoza. Antes del primer descanso, subida a la estación de Valdezcaray.
Y el 2 de septiembre la carrera llegará a Euskal Herria. En una etapa con marcado carácter turístico, uniendo dos de los principales centros turísticos promocionados por el Gobierno navarro. El pelotón deberá recorrer la distancia entre el parque de Sendaviva, en el sur del herrialde, y la estación de Larra-Belagua, en el noreste.
Con un trazado de 168 kilómetros, recorrerá las localidades de Caparroso, Erriberri, Irunberri e Izaba, antes de finalizar en las pistas de esquí de El Ferial. Se trata de una etapa ondulada, que tendrá como dificultad intermedia el puerto de Las Coronas, de tercera categoría.
A diferencia de 2023, cuando la etapa en la que se impuso Remco Evenepoel llegó a Belagua previo paso por el tremendo Larrañe, en 2025 la dificultad principal será esa última subida, de primera categoría, donde las diferencias entre los profesionales no deberían ser excesivas.
Al día siguiente, el pelotón se trasladará a Bilbo para disputar una etapa de 167 kilómetros, con salida y llegada en la capital vizcaina. Una jornada con aroma a Euskal Herriko Itzulia: 7 puertos –dos de segunda y cinco de tercera– y 3.300 metros de desnivel, con Pike Bidea en el tramo final, que ya fue protagonista en la primera etapa del Tour de 2023.
En el recorrido, la carrera irá pasando por Mungia, Bakio, Bermeo, Gernika, Munitibar, el Balcón de Bizkaia, Muxika, el Alto de Morga, Larrabetzu, Galdakao, Artxanda, El Vivero, Lezama y Sondika.
Angliru y la Bola del Mundo
En Cantabria, el duodécimo capítulo unirá Laredo con Corrales de Buelna, jornada nerviosa con el paso por Las Alisas. Es el preludio de un momento clave, con dos citas con la montaña asturiana y finales que se han convertido ya en habituales en La Vuelta y que marcarán la clasificación general.
La decimotercera etapa llegará al Angliru, con sus 12 kilómetros y rampas de hasta el 25 por ciento. Desde Cabezón de la Sal, será el trayecto más largo, 202 kilómetros. Antes del coloso, La Mozqueta y El Cordal.
Un día después, jornada corta, pero explosiva, entre Avilés y La Farrapona. Una prueba de fuego con las subidas previas al Alto del Tenebreo y San Lorenzo antes de avistar desde la meta los Lagos de Somiedo.
Al segundo descanso se llegará tras el paso por Monforte de Lemos, con media montaña que podría ser peligrosa. Tras el día de fiesta, toca afrontar la tercera y decisiva semana. La última recta de la ronda empezará con la "clásica" gallega entre Poio y Mos, con cuatro puertos, un auténtico rompepiernas que ya en 2021 dio más de un disgusto.
En León se recupera el Alto del Morredero como final de etapa, otra puesta en escena para los favoritos la víspera de la crono pucelana. Una vez superado el trance en Valladolid, habrá una etapa de transición entre Rueda y Guijuelo.
Después, la sierra madrileña. La vigésima etapa será terrible, con cinco puertos: La Escondida, La Paradilla, El Alto del León, Navacerrada y la Bola del Mundo, con sus 3,5 kilómetros cementados hasta su cumbre al 11,5 por ciento y tramos del 22. De ahí saldrá el vencedor, pues la jornada final será un paseo de 101 kilómetros.