Aprobado el primer presupuesto de Pradales con el voto en contra de toda la oposición

Después de entender que el Gobierno no abordó la negociación presupuestaria con verdadera voluntad de acuerdo, de que su oferta fuera la mitad que en 2021 y de que PNV y PSE rechazaran todas las enmiendas presentadas, EH Bildu ha votado este viernes en contra de los primeros presupuestos del Ejecutivo de Imanol Pradales, al igual que todos los grupos de la oposición.

El voto negativo de EH Bildu ha sorprendido a algunos de los grupos parlamentarios, entre ellos los que sostienen al Ejecutivo. Por ejemplo, el parlamentario del PSE Ekain Rico había dado por hecho desde la tribuna de oradores que los 27 parlamentarios y parlamentarias de la izquierda soberanista optarían por la abstención, lo mismo que algún portavoz jeltzale había transmitido en privado a algunos periodistas.

De todas formas, PNV y PSE han hecho prevalecer su mayoría absoluta y, con ello, han conseguido aprobar los primeros presupuestos del Gobierno de Imanol Pradales y rechazar todas las enmiendas votadas en el pleno de este viernes. Son 15.728 millones de euros,  que suponen un 4,7% más que el presupuesto inicial de este año, pero que ya prácticamente están igualados por el presupuesto actualizado a finales de noviembre que asciende a 15.686 millones de euros.

Desde los partidos que sostienen al Gobierno, se ha insistido en que no tenían ninguna necesidad de negociar con el resto de grupos y que, pese a ello, han mostrado voluntad de hacerlo, aunque no han encontrado correspondencia en los grupos de la oposición. También han asegurado que han incorporado 15,5 millones a través de aportaciones de PNV y PSE propuestas que habían presentado los grupos de la oposición. Pero a la hora de las votaciones, han rechazado los cientos de enmiendas parciales presentadas por la oposición. Tan solo aprobaron una de Sumar. Todas las demás fueron a la papelera.

En el pleno de este viernes, cada uno de los grupos ha defendido las enmiendas parciales que había reservado para esta sesión, aunque los discursos han ido también a las bases presupuestarias. Desde la oposición se han criticado las cuentas y desde los partidos del Gobierno se ha criticado a los grupos de la oposición. Resulta llamativo que quienes sostienen al Ejecutivo rechacen las enmiendas parciales, apuntando en ocasiones que son exageradas, pero luego se minimice su importancia para sostener el discurso de que nadie tiene un proyecto alternativo al suyo.

Contra el «todos son iguales»

Por otro lado, a lo largo de la negociación presupuestaria, que ha ido en paralelo a los debates en cada uno de los territorios forales, se han escuchado por parte de interlocutores del PNV que viene a ser igual pactar con PP o con EH Bildu, porque lo que a la gente le importa es que le solucionen los problemas. Pello Otxandiano ha lanzado una crítica directa al discurso que desvaloriza la importancia de las ideas en la política, una narrativa que, según su análisis, busca vaciar los debates de contenido ideológico y reducir la política a un simple ejercicio técnico de resolución de problemas. Ha denunciado que este discurso tecnocrático es cercano a visiones reaccionarias que perpetúan la idea de que «todos son iguales».

Frente a ello, ha reivindicado el Parlamento como un espacio para el debate ideológico y político, y no como una junta de accionistas que priorice intereses particulares. Ha defendido que profundizar en la política es imprescindible para garantizar soluciones estructurales y de largo plazo, ya que la política es, por definición, la lucha entre ideas.

A renglón seguido, en su intervención, la parlamentaria del PNV Alaitz Zabala ha insistido en que para aprobar el presupuesto «no nos importa el con quién, sino el qué.  Dejamos de lado nuestros idearios partidistas y hablamos. Ponemos a la ciudadanía en el medio. Y lo hemos demostrado». Ha iniciado su discurso preguntando a la Cámara si saben en qué se diferencian un francés, un español y una vasca. Y se ha respondido en que la vasca tendrá presupuesto «porque aquí sabemos acordar», ha subrayado. Pero el único acuerdo existente ha sido entre los dos socios del mismo gobierno, que con su mayoría absoluta le ha permitido aprobar los presupuestos de la CAV para 2025.