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Nuevo horno o nueva empresa, alternativas para la planta de Laudio tras el anuncio de Guardian

El anuncio de cierre de la factoría de Guardian en Laudio ha provocado sorpresa y supuesto un mazazo. Tras el shock empiezan a formularse alternativas, básicamente dos: un nuevo horno que reemplace al que genera el argumento de la multinacional o un trasvase de propiedad que mantenga la planta.

Entrada a la factoría de Guardian Glass en Laudio. (Endika Portillo | Foku)

La decisión de Guardian Glass de cerrar la planta de Laudio dejando en la calle a 171 trabajadores en un plazo de seis meses ha conmocionado de nuevo a la comaraca Aiaraldea, ya muy sacudida por este tipo de crisis. Un día después de saltar la noticia, las instituciones y agentes empiezan a formular posibles soluciones.

A ellas se ha referido la alcaldesa de la localidad, Ainize Gastaka, en declaraciones este miércoles en Radio Euskadi. La multinacional alega para este cierre el mal funcionamiento del horno principal para la fabricación de vidrio. La primera edil ha señalado que había constancia de que esa parte crucial de la instalación envejecía, pero ha considerado posible invertir en un nuevo horno que facilite otros «quince años» de actividad para una planta que se ha demostrado rentable.

 

La alcaldesa ha insistido en Europa Press en que la opción de un nuevo horno es totalmente «viable», aunque la trayectoria de la empresa no invita al optimismo Así, ha recordado que cuando Guardian compró la fábrica de Laudio en ella trabajaban 800 personas, y que en la actualidad la plantilla es de 171 empleados.

«De camino, hemos tenido huelgas por pretender despedir a 120 personas; la venta de parte de la producción y otras 240 personas que han ido a la calle», ha recordado.

En una nota emitida el martes, el Ayuntamiento de Laudio ha apelado a «la responsabilidad institucional para generar la presión y recursos viables suficientes para revertir la situación». Ha mostrado su «máxima preocupación» y se ha puesto «del lado de las 170 familias que en estos momentos ven peligrar su futuro».

De modo subsidiario, Gastaka ha apuntado también la opción de un cambio de propiedad que mantenga la producción en Laudio.

Desde el PNV parece priorizarse esta segunda opción. El grupo municipal jeltzale ha señalado en una nota que es hora de buscar un nuevo proyecto empresarial «sólido y viable» que asegure el empleo. Anuncia iniciativas «que permitan minimizar el impacto de esta decisión y garantizar un futuro esperanzador para Laudio y sus vecinos».

Lakua «dinamiza, no lidera»

Desde el Ejecutivo de Lakua, el consejero de Industria, Mikel Jauregi, ha afirmado en Bilbo este miércoles que su departamento está en contacto con Guardian «para saber si su decisión es tan definitiva y si se puede encontrar un socio industrial alternativo».

Jauregi ha señalado que su departamento está hablando al mismo tiempo con «otras empresas» para mantener abierta la fábrica, pero ha recalcado que la función del Gobierno Vasco es «dinamizar, no liderar las inversiones», que es «lo primero que tenemos analizar con la empresa actual o con una nueva».

En el mismo sentido se ha expresado el consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d’Anjou, quien ha considerado que «no es prudente contemplar una posible inversión de Finkatuz (el fondo del Gobierno Vasco para el arraigo de empresas) en Guardian, tiene que haber un industrial que lidere y nosotros, dinamizar».

LAB recuerda el caso de Glavista

Desde la parte sindical, LAB se ha mostrado convencido de que se trata de una nueva deslocalización programada: «Esta es una decisión que Guardian había tomado hace tiempo con una hoja de ruta marcada que empezó con deslocalizar las actividades más rentables y luego vender la parte de Glavista a un fondo buitre. Una vez más, queda claro que esta multinacional prioriza sus intereses económicos por encima de las vidas humanas».

«Lo que ahora está ocurriendo con Guardian sigue exactamente la misma línea de lo que ya sucedió con Glavista, a pesar de que desde nuestro sindicato denunciamos que ambas empresas son viables», remarca.

«Es importante recalcar que LAB no acepta el falso relato que ha presentado Guardian y no cree que existen razones objetivas fiables para justificar el cierre más allá de la rentabilidad. Por ello, exigimos a todas las instituciones competentes, y especialmente al Gobierno Vasco, que utilicen todos los mecanismos a su alcance para revertir esta situación y garantizar un presente y un futuro para Guardian».