Trump presiona a Ucrania con que podría dejar que Rusia se la anexione
Fiel al matonismo negociador que le caracteriza, Donald Trump evoca la posibilidad de entregar Ucrania a Rusia. «Puede que algún día (los ucranianos) sean rusos, puede que algún día no lo sean», señaló, para volver a exigir a Kiev que le dé sus tierras raras a cambio de la ayuda de Washington.
El presidente de EEUU, Donald Trump, deja abierta la posibilidad de que Ucrania «pueda ser de Rusia algún día», en el marco de las anunciadas negociaciones para el fin de la invasión rusa, ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, el 24 de febrero de 2022.
«Pueden llegar a un acuerdo, puede que no. Puede que algún día (los ucranianos) sean rusos, puede que algún día no lo sean», declaró a la cadena ultraderechista Fox News. En la entrevista, el magnate volvió a exigir que Ucrania dé a EEUU acceso a sus ingentes y ricas tierras raras a cambio de la ayuda militar estadounidense suministrada a Kiev en los últimos años, y justificó su chantaje aduciendo que quiere «asegurar el desembolso realizado» dada la falta de certeza sobre el resultado del conflicto.
«Quiero recuperar ese dinero», insistió, concretando que reclama a Ucrania el equivalente a 500.000 millones de dólares en tierras raras, sobre todo metales que se utilizan en la electrónica. «Vamos a tener todo ese dinero ahí y lo quiero de vuelta», agregó, para añadir que «al menos así uno dejará de sentirse un idiota». Ya durante la campaña, Trump tildó al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como «el más mentiroso de los comerciantes» y acusó a su antecesor en la Casa Blanca, Joe Biden, de provocar una guerra y que Rusia lanzara a sus tanques, y de financiar sin control a Kiev.
El Kremlin no ha ocultado su satisfacción por las palabras de Trump e insiste en que «una parte significativa» de Ucrania quiere ser rusa.
En respuesta a estas declaraciones que confunden aún más la cuestión sobre la posición de la nueva Administración estadounidense, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguró que reflejan «una realidad».
«El hecho de que una parte importante de Ucrania quiera convertirse en Rusia y ya se haya convertido en Rusia es una realidad», insistió Peskov, en referencia a las anexiones de cuatro regiones ucranianas reclamadas por Moscú en el otoño de 2022.
Rusia se anexionó las regiones de Lugansk y Donetsk (Donbass), Jerson y Zaporiya tras unas votaciones en plena zona de conflicto, denunciadas por Kiev y Occidente como una farsa. En 2014, se había anexionado la península de Crimea. «Personas que, a pesar de muchos peligros, hicieron cola y votaron en los referendos para unirse a Rusia: esto corresponde en gran medida a las palabras del presidente Trump», argumentó Peskov.
Las tropas rusas controlan gran parte de Lugansk y el 60% de Donetsk en el Donbass rusófono, además de la mitad de las regiones sureñas de Jarkov y de Zaporiya. Las capitales de estos dos enclaves siguen bajo control ucraniano, así como dos importantes ciudades de Donetsk, Kramatorsk y Sloviansk.
Ofensiva en el Donbass
Rusia protagoniza en los últimos meses una ofensiva en Donetsk. Anunció ayer la conquista de la localidad de Yasenovoe, a menos de 20 kilómetros al sur de Pokrvosk, importante nudo logístico en el Donbass.
El Ejército ruso aseguró el viernes haber tomado el control del bastión ucraniano de Toretsk, cuya caída allana el camino para el avance ruso hacia Kostiantinivka, otra de las localidades que le permitirían conquistar el sur de Donetsk.
Más al norte están Kramatorsk y Sloviansk, cuya eventual captura decidiría de facto el destino del Donbass. Para ello está intentando avanzar desde el norte, en la región de Jarkov, con el fin de hacer una pinza al agotado y falto de relevos Ejército ucraniano.
Paralelamente, Rusia golpeó durante la noche del lunes con 19 misiles de crucero, balísticos y guiados infraestructuras de procesamiento de gas de la región de Poltava, en Ucrania central, un ataque que coincide con uno de los períodos más fríos del invierno en el país (ocho grados bajo cero en Kiev) y con un nuevo ataque ucraniano a una refinería situada en Saratov, territorio de la Federación Rusa.
Enviados de la Casa Blanca
En su primer viaje al extranjero desde su elección, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, acudió la cumbre sobre inteligencia artificial, copresidida por Francia e India, y fue recibido en el Palacio de El Elíseo por el presidente francés, Emmanuel Macron.
En plena guerra comercial contra la Unión Europea, quien aspira a ser sucesor de Trump al frente de su movimiento ultraderechista MAGA tuvo los arrestos para advertir a Europa de que no se acerque a China: «Asociarse con ellos equivale a encadenar a su nación a un amo autoritario que busca infiltrarse, establecerse y apoderarse de su infraestructura de información».
No habló de Ucrania, pero seguro que estuvo en el menú del desayuno con Macron.
A Vance se le espera en Munich, Alemania, donde se celebra una conferencia sobre seguridad entre viernes y el domingo, la gran misa anual del mundo diplomático-militar, y donde hará tándem con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, de camino a Oriente Medio.
En cuanto al jefe del Pentágono, Pete Hegseth, asistirá hoy a una reunión de la OTAN en Bruselas, así como a un encuentro del Grupo de Contacto sobre Ucrania, para viajar después a Polonia.
Trump ha nombrado al veterano general Keith Kellog para que elabore un plan para «acabar con la carnicería» en Ucrania. El magnate, que prometió acabar con la guerra en 24 horas tras llegar a la Casa Blanca, telefoneó a Putin el pasado fin de semana y aseguró que se reuniría probablemente con Zelenski antes de que termine la semana en curso.
Estrasburgo condena a Rusia por legislar contra las críticas a la guerra
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado a Rusia por su legislación para «sofocar» las críticas a la invasión de Ucrania.
La Corte especifica «múltiples violaciones» del Convenio Europeo de Derechos Humanos y «la existencia de un patrón sistémico y generalizado de restricciones a la información sobre la guerra, que revela «un esfuerzo coordinado» para «silenciar las críticas».
El Tribunal ha recogido los testimonios de 178 personas condenadas y de medios clausurados como ‘Novaya Gazeta’ y Dojd TV.
Estrasburgo concluye «por unanimidad» que Rusia ha violado el artículo 10 del Convenio (libertad de expresión) y constata que los tribunales rusos consideran delitos penales «todos los informes y declaraciones que contradicen el discurso oficial, en el que la invasión de Ucrania se presenta como una ‘operación militar especial’».
Rusia fue excluida del Consejo de Europa en marzo de 2022, tras la invasión de Ucrania, y ya no es miembro de la Convención desde septiembre de aquel año, pero es responsable de las violaciones cometidas hasta esa fecha.
El TEDH es responsable de garantizar el cumplimiento del Convenio Europeo de Derechos Humanos en los 46 países.