Después de tres semanas de barbecho, Partizan aguarda al Baskonia en un duelo con incógnitas
La ausencia de Kamar Baldwin, el hecho de no haber competido desde el pasado día 9 y enfrentarse a un rival directo que ocupa plaza de play-in pero al que se le ganó en la primera vuelta enfrenta un partido en el que habrá que ir encontrando sobre la marcha las respuestas a tantas preguntas.
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Después de tres semanas de barbecho competitivo, Saski Baskonia retorna a la acción. Y lo hace en una cancha como el Belgrade Arena ante un Partizan que, después de un arranque dubitativo, se dispone a seguir con su marcha camino de los play-offs de la Euroliga, algo que Saski Baskonia intentará impedir, no por animadversión a Zeljko Obradovic y sus «Sepultureros», sino porque la pelea por la décima plaza ya está lo bastante difícil como para darle una victoria más de margen a un rival directo en esa lucha por jugar la postemporada europea.
Quienes amamos el baloncesto no podemos dejar de hacer un homenaje a Gene Hackman el día de su muerte. El que fuera el entrenador Norman Dale, protagonista de la película «Hoosiers. Más que ídolos» –David Anspaugh, 1986– inspiró a no pocos aficionados de que un espíritu irreductible es capaz de subvertir los a prioris y los órdenes preestablecidos, una historia en la que seres apaleados y fracasados se elevan sobre sí mismos gracias a una segunda oportunidad.
Una de las escenas más grandiosas se produce justo antes de la final, cuando los muchachos del gimnasio de Hickory se quedan impresionados ante las tremendas dimensiones de la cancha de Indianapolis. Ni corto ni perezoso, «coach» Dale ordena a sus muchachos medir las dimensiones de la cancha, solo para que estos descubran que, por encima del aparataje de las gradas y los focos, la cancha de la capital tiene exactamente las mismas medidas que el de su gimnasio, en una invitación a no dejarse impresionar por el miedo escénico y a expresarse tal y como son en pos de la victoria.
Pues algo así hace falta cuando uno visita el Belgrade Arena, en el que alrededor de 15.000 aficionados –por más que el Partizan se vea obligado a limitar su aforo al 80% de su capacidad, en cumplimiento de las sanciones impuestas por la Euroliga– van a hacerse notar y escuchar.
Porque como queda dicho, el equipo de los «Sepultureros» es un rival directo en la pelea por meterse entre los diez primeros de la Euroliga. Saski Baskonia se impuso por 88-82 en la primera jornada de la presente Euroliga, remontando un 32-41 adverso y con una aportación coral con Luwawu-Cabarrot, Donta Hall, Sedekerskis y Markus Howard aportando su granito de arena para la victoria.
Todas las manos van a hacer falta, sobre todo cuando Kamar Baldwin no va a estar, lesionado durante su estancia con la selección de Georgia, más las dudas de Khalifa Diop, tocado de las rodillas –aunque mejor y con grandes posibilidades de jugar–, y Sander Raieste, que ha vuelto con molestias de su «ventana» con la selección de Estonia. Por su parte, Zeljko Obradovic también cuenta con las dudas de Isaac Bonga y Frank Ntilikina, dudas individuales que no dejan de quedar eclipsadas por la duda global de volver a sumir el ritmo competitivo que requiere la Euroliga.
Llenos de incógnitas
«Venimos de dos semanas sin competición y es una incógnita lo que te vas a encontrar: jugadores que vienen tocados, o con ritmo competitivo, o que no han jugado con sus selecciones... Todos podemos buscar este tipo de... "excusas", pero es cierto que para los entrenadores esto es complicado», ha admitido Pablo Laso en su rueda de prensa previa al partido de este viernes a las 20.30.
«El Partizan es un equipo que ha ido creciendo a lo largo de la temporada», ha admitido el técnico gasteiztarra, una mejoría que también ha advertido en su equipo. No obstante, jugar «en una de las canchas más difíciles de Europa», como bien ha definido Laso, exigirá superarse un poco más.
No hay que olvidar que hasta la fecha Saski Baskonia solo ha vencido ante Maccabi –un partido jugado precisamente en Belgrado, aunque sin público– y a Zalgiris lejos de Gasteiz, por más que siete de sus derrotas lejos de casa han sido por menos de diez puntos, con puñaladas tan dolorosas como el 90-89 ante el Real Madrid, el 76-74 ante la Virtus o el 67-65 ante Paris Basketball o la remontada sufrida en la cancha de Asvel Villeurbanne. Conviene esperar lo mejor, pero estar preparados para lo peor, sobre todo cuando la línea que divide las posiciones intermedias de esta Euroliga, que lo mismo meten a un equipo en play-offs que sacan a otro del play-in, son tan finas.
«Me gustaba jugar en estos ambientes y a los jugadores también les gusta», ha expresado Laso sobre la atmósfera que tendrá el partido ante un Partizan que «ha movido mucho en verano y que iba a crecer con el paso de la temporada. Nuestro equipo es bastante resiliente con ese tipo de cosas. Aguanta bien», ha añadido.
Por otro lado, Laso ha sonreído irónico cuando se le ha preguntado sobre Markus Howard. Un Howard que acostumbra a lucirse contra Partizan, pero que en una temporada tan irregular como lleva en esta campaña 2024/25, mostró su mejor imagen en el duelo que jugó con Puerto Rico ante los Estados Unidos, sumando 17 puntos en un duelo en el que la selección boricua estuvo a punto de ganar. La ironía de Laso ha venido sobre todo de las declaraciones del escolta de Nueva Jersey, cuando dijo que «hacía tiempo que no me divertía tanto jugando».
«Yo también me divertía mucho cuando jugaba y me alegró por Markus. Pero aparte de divertirse, entrenar bien y jugar bien es lo que toca, aparte de intentar ganar partidos», ha convenido el técnico de San Viator.
Ousmane Ndiaye, cedido a Granada
En otro orden de cosas, el club gasteiztarra ha anunciado la cesión del ala-pívot canterano Ousmane Ndiaye al Covirán Granada hasta final de campaña.
En lo que va de temporada, Ndiaye ha participado en 19 partidos: 7 de Liga ACB y 12 de Euroliga. En la competición doméstica ha jugado 9 minutos de media, con unos promedios de 3,4 puntos y 1,7 rebotes, destacando sus 11 puntos en el duelo frente al Barça en el Palau Blaugrana. En competición continental ha promediado un minutaje similar, con 2,6 puntos y 2,6 rechaces por partido.
Su última aparición en la ACB data del 12 de enero, en aquel calamitoso 96-67 encajado por los gasteiztarras en la cancha de Bàsquet Girona. Dos días antes, el día 10, hizo su última aparición continental, en la derrota por 76-74 en la cancha de la Virtus de Bolonia.
«Es una buena noticia para los dos equipos», ha valorado Pablo Laso a este respecto, recalcando que «irse a Granada no es ir de vacaciones, ya que ellos también están apretados en la clasificación».
Esta va a ser la segunda cesión que el ala-pívot senegalés vivirá en su corta carrera, ya que en la campaña 2023/24 estuvo cedido en Palencia, club con el que cuajó una actuación más que aceptable en el breve rato en el que las lesiones lo dejaron en paz.