Las milicias kurdas se van de Alepo a cambio de protección a su pueblo
Las milicias de las FSD, lideradas por los kurdos de las YPG, se retiran de dos barrios de Alepo gracias a un acuerdo con el nuevo régimen de Damasco que promete protección a sus vecinos, mayoritariamente kurdos. El acuerdo incluye el intercambio de prisioneros y el arreglo de la presa de Tishirin.
El nuevo régimen sirio y las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza de la minoría kurda con tribus árabes del norte de Siria, alcanzaron la semana pasada un acuerdo para la gestión de dos barrios poblados mayoritariamente por esa etnia en la capital de la provincia noroccidental de Alepo, bastiones de la minoría kurda en la capital económica del país. Las milicias de las FSD, lideradas por las kurdas YPG (Unidades de Protección del Pueblo) accedían a retirar sus contingentes de la ciudad a cambio de la seguridad de sus habitantes kurdos.
«Los barrios de Sheij Maqsoud y Ashrafieh –de mayoría kurda– se consideran barrios de la ciudad de Alepo, y se considera que la protección y el respeto a la privacidad social y cultural de sus residentes es una cuestión esencial para la convivencia pacífica», reza el texto del acuerdo, difundido por el Ministerio de Interior del nuevo régimen sirio.
Ambas áreas estaban controladas por las FSD, alejadas de la región donde se concentran sus principales bastiones y rodeadas de territorio antes en manos del régimen de Bashar al Asasd, con el que los kurdos de Siria protagonizaron durante años incidentes que incluyeron diversos asedios temporales del régimen.
En base al acuerdo anunciado el pasado martes por las autoridades que sucedieron a Al - Assad, la alianza armada de las FSD se retira de los dos barrios alepinos «hacia la región al este del Éufrates», pero a cambio se abrirán dos centros de seguridad de la Policía kurda o «Asayish».
«El Ministerio de Interior, con la ayuda de las fuerzas de seguridad, asume la responsabilidad de la protección de los residentes de estos dos barrios y se prohíbe cualquier violación en contra de sus derechos», agrega el acuerdo, entre otras estipulaciones, como la liberación de prisioneros de ambos bandos.
Según el texto, el pacto estará en vigor de forma «temporal» hasta que las partes establezcan una solución a largo plazo para estas zonas a través de comités conjuntos.
Hace dos semanas, las Fuerzas de Siria Democrática y la nueva Administración de Damasco acordaron comenzar a implementar a principios de abril la integración de los kurdo-sirios dentro del Estado, diez días después de que ya sellaran un pacto para poner fin a sus divisiones.
Pese a ello, la administración kurdo-siria que controla el norte y noreste del país (Rojava) criticó al nuevo Gobierno de transición anunciado el pasado fin de semana para Siria por su falta de diversidad.
Como primer gesto, el pasado jueves tuvo lugar un primer intercambio de 250 prisioneros. Las FSD dejaron libres a un centenar de milicianos del proturco Ejército Nacional Sirio (ENS), que aprovechó la ofensiva para derrocar al viejo régimen assadista para ajustar cuentas con los enemigos de Ankara, los kurdos. A cambio, el nuevo poder de Damasco, en manos de la en su día coalición salafo-yihadista HTS, ordenó al ENS, aliado pero rival en el nuevo escenario, liberar a 150 milicianos kurdos.
El comandante de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), Mazloum Abdi, ha recalcado que hay esfuerzos «nacionales e internacionales» en marcha para lograr un alto el fuego «en todo el territorio sirio»
El jefe de la Dirección de Seguridad Interior de Alepo, el teniente coronel Mohamed Abdul Ghani, subrayó que este intercambio «es solo la primera etapa» del citado acuerdo.
«Se están realizando grandes esfuerzos para liberar a todos los sirios detenidos por todas las partes y devolverlos a sus hogares y familias, para fortalecer la paz civil y restablecer la vida normal, además de la entrada de las instituciones estatales en todas las regiones de Siria», añadió.
Alto el fuego
El hombre fuerte de Siria y presidente del Gobierno de transición, Ahmed al Shara, y el comandante jefe de las FSD, Mazlum Abdi, firmaron el pasado 10 de marzo un acuerdo para integrar a las instituciones autónomas kurdo-árabes del noreste de Siria en el Estado, lo que «garantiza los derechos civiles y constitucionales de la comunidad kurda e implica un alto el fuego» en todo el país.
Abdul Ghani aseguró que «trabajamos para aplicar todas las disposiciones del acuerdo, de manera que se logre la unidad del territorio sirio, la seguridad, la protección, la estabilidad y la prosperidad de nuestro pueblo sirio, con todos sus componentes y grupos» minoritarios.
Las autoridades autónomas kurdas en el noreste de Siria proclamaron su independencia en marzo de 2016 en la ciudad siria de Rmeilan. Las FSD, brazo armado de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), están integradas fundamentalmente por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) kurdas.
Repliegue ordenado
Las FSD comenzaron a retirarse el 4 de abril de los dos barrios de Alepo, según confirmó Zana Amedi, un responsable de comunicación de las YPG, quien destacó que han pasado el testigo a sus aliados de la Asayish o Policía kurda.
Amedi difundió un vídeo en el que se veía la salida entre bocinazos de vehículos con banderas de las YPG y de su rama femenina, las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ), con medio millar de combatientes que saludaban con las manos en alto a grupos de personas que les despedían congregadas a los bordes de la carretera.
Otros 480 combatientes kurdos abandonaron la localidad el pasado miércoles en 60 vehículos militares acompañados por las fuerzas de seguridad sirias en dirección hacia el este del país.
Presa de Tishirin
Equipos de mantenimiento han comenzado a reparar la presa de Tishirin, en los alrededores de la ciudad de Manbij (provincia de Alepo), una infraestructura crucial para garantizar la supervivencia de miles de personas, cuya existencia ha corrido serio peligro al haber sido uno de los epicentros de los recientes combates entre milicias kurdas-árabes y grupos armados respaldados por Turquía.
Las autoridades kurdas llevaban meses avisando de que un colapso de la presa, que hasta ahora ha estado bajo control de las FSD, habría representado una catástrofe humanitaria.
Las FSD aceptaron la pasada semana la cesión parcial del control de las instalaciones como parte de un acuerdo con las nuevas autoridades sirias, y ahora es el Ministerio de Interior el que se ocupa de su custodia, a cambio de la seguridad de la población.

Erdogan se entrevista con el prokurdo DEM
A la vez que lleva a cabo una dura persecución de la oposición, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mantiene el diálogo con el prokurdo Partido por la Igualdad y la Democracia (DEM), y el jueves recibió a una delegación en el primer encuentro de este tipo en los últimos 13 años, en el marco de un nuevo intento de proceso de paz con el PKK.
La delegación estuvo encabezada por los diputados Sirri Sureyya Onder y Pervin Buldan, que valoraron el encuentro como «muy positivo». «Somos más optimistas sobre el futuro», celebró Onder, mientras que Buldan coincidió en que «el proceso avanza bien». «Se ha hecho hincapié en que un período libre de violencia y enfrentamientos, durante el cual se fortalezca el ámbito democrático y político, es de vital importancia», señaló el DEM.
El PKK declaró un alto el fuego para facilitar el camino hacia el desarme que propuso su líder encarcelado, Abdula Ocalan. No obstante, reclama un alto el fuego por parte de Turquía y la liberación de Ocalan para que pueda participar en un congreso del partido.
El DEM, que también se ha reunido el Gobierno ruso, espera que las autoridades turcas liberen al opositor Selahattin Demirtas, encarcelado desde finales de 2016.